Inspired by a conversation with my boo on Zalo. They said that
Danny ghost sense come out looking like steam caused His breath is colder then the Air.
Vlad ghost Sense come out looking like steam caused his breath is hotter then the air. If they Kiss! their ghost sense combined would caused a Steammy Explosion !!!
KHR
¿Ese sentimiento de ver sacrificarse y morir a las personas por las que estabas seguro de que te sacrificarias y moririas sin pensarlo?
¿Qué tipo de descripción podrías darle?
Entonces:
Recuerdo cuando Shigeo 'peleo' con esa mujer esper que tenía poderes de mejora de fuerza (Por decirlo simple) y lloro potque no quería pelear con mujeres porque su Shisho le enseñó que "los hombres que golpean mujeres son los peores del mundo."
Entonces pienso que quizás Reigen podría haber presenciado algo de eso en su infancia con sus padres, bajo un padre abusador de su madre o quizás él mismo vio en alguna parte de su vida a algún hombre abusando de una mujer y lo ignoro para después enterarse de la muerte de esa mujer, por no intervenir en el acto.
O también, que es a la que me aferro con un poco de pena, Reigen fue quien golpeo a una mujer, no necesariamente sexualmente, al punto en que terminó asesinandola. Creo que está se adhiere más a la imagen adjunta.
Hay un conocido taller mecánico que es atendido por un par de chicos jóvenes, y se rumorea muy apuestos. No hay necesidad de que algo extraño necesariamente esté sucediendo detrás, pero eso no quiere decir que algo extraño de afuera no venga a atormentarlos. (Levi es un asesino a sueldo. Por culpa de un inesperado y aún no aclarado suceso Levi termina en el taller de los Yaeger y trae consigo muy mala suerte. Como por ejemplo, memorias de otra vida que vuelven loco a quien tiene como último recuerdo su suicidio por haber intentado salvar a la humanidad teniendo consigo todos los poderes titanes. Sí, Levi recordaba y lo buscaba a propósito, aunque no pretendía que terminarán en ese gran problema. Él sólo quería a Eren de vuelta.) _&_%_&_%_&_%_&_ Las condiciones en el cableado de la última camioneta que les habían traído estaba por hacer llorar a Eren. ¿Cómo podía tratar alguien así de mal a su propio vehículo? Pensaba que intentar gritarle al dueño como quería no era muy adecuado teniendo en cuenta que luego podrían demandar su trabajo y que su hermano le de un reproche. A toda costa buscaba evitar ambos resultados y aún más el último. Se tiraría de un acantilado antes de escucharlo de nuevo con sus discursos corregidores.
Mis ojos observaban una sala extraña que estaba repleta de ventanas transparentes sin un rasguño o grieta y sin una sola pizca de polvo o tierra. La habitación era blanca y no tenía grietas ni le faltaban lugares al suelo, habían mesas y sillas, además de que me encontraba sentado sobre una... y era muy cómoda. Luz muy brillante parecía entrar al lugar desde mis espaldas, por lo que voltee. Habían más ventanas a las que le estaba dando la espalda y por ellas se podía ver algo que sólo me generó dolor y paz, además de miedo y confusión. Verde, mucho verde por todos lados. ¿Así se veía el mundo antes? ¿Hubo un tiempo en el que las calles eran largas? ¿Hubo un tiempo en el que había tanta luz y no era por los alrededores en llamas? ¿Realmente antes era tan silencioso y.. tranquilo? ¿Donde.. estoy?
1827 - Embarazo
Hubiera pensado que le tomó mucho tiempo intentar comprender lo que había leído en los papeles en sus manos, pero eso había tomado tan sólo unos segundos.
Lo primero que estaba seguro que hizo fue elevar sus cejas confundido y de verdad consternado.
Lo siguiente fue fruncir sus labios, no del todo convencido de lo que había averiguado. Y lo último fue abrir su boca y sus ojos de forma sorprendida al captar lo que su cerebro había estado, hasta ese momento, procesando.
Y sí, luego grito.
Diablos, ahora quiero un fic de esto
Getting shoved into a teenage version of his body had been annoying. Growing up again had been a pain.
But.
He'd made it.
He's now an adult at the mature age of twenty, has the same terrifying stature his ghost half has, and has decided what he wants to do with the next few years of his life, at least.
He's going to confuse Batman.
See, when Dan had destroyed the world in his own timeline, there were two heroes that posed actual problems for him; Batman and John Constantine.
Of those two, Batman had been the worst.
He'd been the hardest to get rid of, stuck around the longest, and came up with a contingency that had damn near actually taken Dan out.
To be fair, Constantine had gotten way closer to deleting Dan's existence, but that had been more of a one and done fight, not a million annoying little things.
Batman had been a thorn in his side so much that even redeemed, Dan still has a grudge against him.
But.
He knows who Batman is.
More specifically, he knows who Batman's butler is, and that man is the picture definition of "overworked". Said butler also, sometimes, bemoans taking care of such a large Manor by himself on a forum just for Butlers.
A forum Dan has been frequenting, replying to those complaints and slowly endearing himself to Mr. Pennyworth. Exchanging tips. Getting advice on how to Butler. Talking about not really getting a chance to apprentice because people are "scared" of him.
(Okay so that one is true, Dan's got a plan and he wants to do it well, but there's literally no rich person that would hire him as an intern Butler. They all say he's too "intense" or whatever.)
When Oracle had traced back to Dan's computer, she'd only found normal usage and nothing suspicious. Because that was what that computer was used for, and only that.
When Mr. Pennyworth had finally asked if Dan would like to train under him as a replacement, Dan had taken a long while to stop laughing.
Dan, built like a competitive weight lifter and taller than Superman, shows up at the steps of Wayne Manor fully prepared to Fuck With Batman.
~~~~~~
Alfred's apprentice is freaking Bruce the hell out, and it's getting to the point where he's not afraid to acknowledge that.
Realmente, pobre Tsuna
Poor Tsuna
Hablas demasiado
Cuando el niño se sacó la media máscara que siempre llevaba puesta, realmente no pude evitar enfurecerme por la vista. No hacía el niño, jamás hacia el niño, sino hacía la marca en la mitad inferior de su rostro que era muy evidente que alguien había puesto allí, alguien que definitivamente no quería al niño. Sobre sus labios, sus mejillas y su barbilla se extendía una marca enorme y completa de lo que inconfundiblemente era la mano de una jodida persona. Una mano grande, de un adulto. En los bordes de toda la mancha se extendía como raíces pequeñas hacia todas direcciones, como si la persona hubiera retirado justo a tiempo la extremidad antes de que el desastre se continuará extendiendo, porque parecía querer hacerlo. Los dedos se extendían sobre la mejilla izquierda, todos separados por algo de espacio entre ellos como si hubieran buscado hacer daño con el golpe sobre la piel antes de que con lo que muy posiblemente fue una peculiaridad. La piel también había roto unos pequeños baches sobre los labios del niño, faltaba piel y se veían algunos dientes. Era una mano izquierda. Levanto la vista hacía los ojos del niño problemático y algo frío callo en sus entrañas cuando la mirada burlona, juguetona y desafiante que siempre portaban los ojos verdes del niño, había desaparecido. Ahora sus ojos no veían a Shouta, sino que miraban hacia arriba y a su izquierda perdido y como si esperará que dijera algo y no quisiera oírlo, o ya lo estuviera escuchando. Ahora realmente no espera tener razón en sus pensamientos, pero sus propios puños apretados y sus hombros tencionados reflejan todo lo que siente, sin adulterar demasiado. El niño.. ¿¡Esta esperando que le grite por esto!? Ahorita definitivamente está planeando contactar a Tsukauchi y muy posiblemente unirlo a su cacería, maldita sociedad de mierda. Su mano subió hacia la mejilla izquierda del niño tan lentamente como pudo para calmar toda la tencion y la ira que estaba creciendo muy rápido en su mente hacia estas personas que no conocía pero ya odiaba, sintió al niño estremecerse ante el contacto ligero pero no volvió la mirada, como si no quisiera enfrentar la realidad por más que supiera que allí estaba, Aizawa deslizó sus dedos lentamente por la piel pálida hacia el ojo de Deku y subió por el cabello polvoriento el niño antes de dar leves caricias allí. Lo más cercano a la amabilidad que puede darle a los niños, Hizashi sigue siendo el mejor para esto por lo que va a sumarlo a esta ecuación en algún momento, y definitivamente están hablando de obtener al niño. - Todo mejorará, niño problemático. - Y no es tan hipócrita como para decir que todo iba a estar bien porque sonaba falso de tantas veces que se lo habían dicho y fue falso, no dudaba de que al niño le había pasado demasiadas veces para tener tan poca edad. Y los hombros que comenzaron a temblar no era lo que esperaba, y no sabe si las lágrimas silenciosas lo eran o no. _______ Joder. Al mismo tiempo en que se sirve un café, por quinta vez en la noche, y vuelve a su escritorio a continuar con todo el papeleo que tiene que resolver y no quiere nada más que dormir, no sabe como reaccionar mas que preguntándose ¿¡Qué diablos!? Todas las hojas mezcladas junto con sus casos que habían estado dispersos hasta en las esquinas de su escritorio, y apuntó de caer al suelo, ahora estaban apiladas en hileras perfectamente acomodadas en su escritorio. No sabe que diablos preguntarse primero, por que también hay unas notas adecibas de colores pegadas en su escritorio cuando antes diablos no estaban allí. ¡Ni siquiera se había ido tanto tiempo! ¡Sólo unos minutos hasta la cafetera ya cargada y de vuelta! ¿¡Qué demonios!? Esa misma noche comenzaron las freneticas y desesperantes persecuciones del nuevo vigilante de la ciudad de Musutafu, además de las nuevas canas de Tsukauchi. "¡Hola, mi amigo! Me parecía que tenías muchos problemas y quise echarte una mano ya que parece que necesitas una siesta de una semana. ¡De nada! Koin (Es el nombre de su madre al revés)"
Tsukauchi no sabe que hacer con todos los huecos completos en las investigaciones que tenía en curso y en las que antes faltaban muchas cosas. ____________ Acostumbra a vestirse de mujer para lograr conseguir presas que lo guien a los burdeles ilegales. Destruye tráfico de personas y lugares donde maltratan y utilizan de esclavas a las mujeres y a los niños. Izuku no tolera ni una pizca. ________
En el pasado se encuentra con Shigaraki, y por la marca en el rostro de la pequeña judía verde se puede ver muy bien que ese encuentro no fue bien.
Izuku murmura demasiado y a Romita no pareció gustarle.
"Hablas demasiado"
No cabía en su felicidad.
Molestando a Bunny en su madriguera o incluso siguiéndolo en las pascuas en silencio sólo para hacerlo tropezar al congelar el camino.
Yendo a platicar con Thootia mientras ella sólo parloteaba sobre los dientes de los niños que buscaban la adrenalina y se mostraba muy emocionada.
Acompañando en algunas noches a Sandman en su nube, mientras el se asegura de proporcionarle el mejor sueño a todos, sin hablar de nada con él, simplemente compartiendo compañía silenciosa.
Y pasando la mayoría del tiempo en el Polo norte comiendo galletas y escuchando las silenciosas canciones que Santa suele tararear mientras está creando algún nuevo juguete en su oficina.
No podía quejarme, se me había dado una familia, realmente tenía una familia luego de tantos años y siglos siendo ignorado.
No podía decir que no estaba feliz, jamás lo diría, tampoco lo pensaría, porque no era cierto.
Él era feliz incluso sólo estando en silencio allí, cerca.
Eso le era suficiente, era suficiente.
Pero.. No podía evitar sentirse extraño, como un invasor.
Bunny se lo había dicho desde el inicio, no era muy bien recibido por todos y no podía tomarse ninguna cosa en serio.
Pero.. ¿Qué esperaban?
Sólo era.. un chico cualquiera que murió y fue elegido por la Luna para ser inmortal y lanzar nieve de sus dedos.
Era todo.
Era todo lo que los demás, todos los demás sabían, Norte, Thootia, Sandman, Bunny, incluso podría decir que también el hombre de la Luna.
El resto solo él lo sabía.
Incluso una pequeña parte la sabía y quizás la entendía Pitch.
La de estar mucho tiempo en soledad, sin que nadie pudiera verte o siquiera pudiera hablarse.
Era doloroso solo caminar por las calles en silencio o hablando al aire, a la soledad, como si alguien pudiera escucharte y responderte.
Era doloroso.
Incluso en ese tiempo en el que podía juntarse con los guardianes y algunos niños lo veían.
El pasado no podía ser olvidado, mucho menos borrado.
Era.. Cruel.
Eran muchos siglos, muchos años, muchos días estando completamente solo, contra.. un mes conviviendo con quienes le veían y quienes lo consideraban parte de su familia.
No despreciaba la confianza de Norte, siquiera el cariño de madre de Thootia, la simpatía de Sandman o el compañerismo de Bunny, solo era que.. A pesar de todo el tiempo que pasaba con ellos o jugueteando con los niños.. Había mucho tiempo que solo utilizaba para estar sólo.
Había oído por ahí que los viejos hábitos nunca mueren.
Y podría ser realmente la verdad.
No podía evitar irse hacia algún sitio lejano, algunas veces a donde murió y renació, pero otras era aún más lejos.
Altas montañas de nieve, hasta lagos llenos de icebergs o simplemente la nada misma en la que solo caía nieve silenciosa.
Lugares fríos, desolados, abandonados, justo como él mismo se sentía y como había estado mucho tiempo.
Era imposible olvidar y ahora que podía tener sus recuerdos de antes de caer al lago lo era aún más.
Existía ese alivio de saber quien había sido, pero seguía el sentimiento tan desgarrador en el pecho, ese que era.. La soledad.
Parpadeo un par de veces y observo la calle repleta de agua a la que aún azotaba la lluvia.
El agua se desparramaba de forma rápida por los bordes de la calle hasta las alcantarillas, por lo que me vi sentado en el asfalto estirando mi callado para que tocara la corriente y ésta termina congelándose a rápidos pasos.
Mis ojos sólo corrieron la rápida congelación que terminó doblando en la esquina de la calle donde no pude seguirla más.
Junte un poco más mis rodillas en mi pecho y apreté entre mis manos mi callado.
La lluvia ya había mojado toda mi ropa y mi capucha se pegaba a mi rostro por ello.
No podía evitar sentir que algunas cosas no cambiarían.
Nada cambiaría que Thootia juntarse con emoción los dientes de los niños, que Conejo preparará con anhelo los huevos para las próximas pascuas, ni que Norte siguiera creando más juguetes llenando de felicidad su corazón o que Sam proporcionará tranquilidad a otros en el momento de descansar.
El agua mojaban mi rostro y mi vista se veía borrosa por ello o quizás por otra cosa.
¿Estaba llorando, o sólo era la lluvia?
Suspiro y sintió sus labios temblar pero no tenía frío, él era helado simplemente no sentía mucha incomodidad por las bajas temperaturas.
Entonces sólo eran demasiados pensamientos en una sola noche.
Parpadeo lento y se levantó del borde de la calle que tenía un río helado.
Observó alrededor, las farolas de la calle que iluminaban las casas y las gotas de agua dibujando furiosas por la luz.
Parpadeo algo cansado y decidió volver..
Quizás a el Polo norte, sí, probablemente allí.
No tenía ánimos de pedir al viento si le podría llevar por lo que simplemente comenzó a caminar por la calle.
Buscaría otra puerta si no podía llegar volando, al menos aún no.
#$&¤&$#
Gracias al grupo de los guardianes había descubierto que era muy fuerte, quizás no mucho físicamente pero sí en cuanto a sus poderes.
Pero realmente esperaba no tener que utilizarlos así de nuevo, aunque le gustaría, porque sabía que sólo sería por problemas muy grandes como en aquella ocasión.
Gracias a ellos había conseguido tener una familia, unos amigos, alguien que estaba dispuesto a que les acompañe en cualquier momento.
Y lo agradece, de verdad había estado buscando algo de calma y compañía como ellos.
Y a pesar de haber estado jugando les bromas pesadas por mucho tiempo de verdad les agradecería el que le hubieran aceptado.
Quizás nunca terminaría de agradecerles.
Pero estaba bien con ello.
#$&*&$#
Terminó conduciendo su propio camino al bosque en donde Pitch había sido llevado a las profundidades de la oscuridad.
No le extrañaba y realmente tampoco le guardaba rencor alguno porque realmente solo era alguien que también anhelaba la compañía de otro ser por un motivo muy diferente y desconocido, como el suyo.
La lluvia ya no le golpeaba la húmeda ropa, pero seguía cayendo, gracias a los árboles que tapaban todo el sitio como si fuera un escondite.
El lago se encontraba sin una pizca de hielo gracias a que faltaba aún algunos meses para la temporada de la nieve pero aún así no podía quitar la mirada de tan bonito lugar.
Casi le parecía irónico.
Algunas cosas eran aterradoras y otras eran muy dolorosas.
Era el guardián de la diversión pero aún así se sentía de tan.. Bajo humor.
Era inevitable o al menos así lo veía él.
El que siguiera sufriendo era.. Irónico.
Su callado paso de su mano izquierda a la derecha sin poder evitarlo y con su mano ocupada retrajo la larga manga de su buzo usando dos dedos observando las marcas a lo largo de su piel.
Frunció un poco su ceño sin poder evitarlo, estiró de nuevo la manga y dirigió su vista hacia otro lado.
Fue hasta un árbol cercano, al que le llegaba el agua de la lluvia, y se trepó a el recostandose entre las ramas más grandes.
El agua le llegaba hasta el rostro pero no le importó, ¿Qué más daba si ya estaba empapado?
Nadie parecía querer dejarle descansar por que apenas cerró sus párpados la lluvia empeoró.
Granizo comenzó a caer de forma brusca y estrepitosa.
Le dolieron las primeras tres que le golpearon el rostro y el pecho, luego se movió rápidamente fuera del árbol queriendo refugiarse en otro lugar.
Esa ciudad ya le estaba echando en silencio con esa tormenta, volvería simplemente en unos meses.
- Viento, llévame a otro lugar. - Resignado me límite a susurrar pidiendo un pedido ya que estaba cansado a más no poder.
Cualquier sitio era mejor para intentar olvidar todas las pesadillas mentales que graciosamente no eran causadas por Pitch.
El viento me levantó sin esperar más y me arrastró a otro lugar en silencio.
Dejando que las gotas me mojaran en el viaje y lentamente me hicieran olvidar.
Intentando por lo menos ignorar las cicatrices que se extendían por mis brazos y algunos sitios más, aquellas que solo habían sido causadas por mi mano.
Todas causadas en aquella época no tan lejana en la que era ignorado por todos y no era un guardián.
Esa época en la que tallaba una profunda herida por cada intento imposible en lograr que alguien siquiera pudiera verme.
Cerrando mis ojos al pensar en que sólo había sido un niño en la edad de un muerto.
Por tanto tiempo en soledad y ya haberme vuelto loco sin notarlo.
Era doloroso.
#$%&%$#
Pensar en bosques nevados, montañas nevadas, lagos congelados y termine en un lugar tan contradictorio.
Me encontraba sobre la Isla de Pascua, la madriguera del Conejo gigante más gruñón del mundo y alguien al que muy poco veo realmente.
De todos los lugares más insólitos, viento tenía que arrastrarme a éste, aún que en el último momento opusiera resistencia para poder irme.
Termine descendiendo en un árbol pintoresco cerca de una de las cascadas y varias estatuas de huevos gigantes.
No pude más que sentirme un poco incómodo por el abrasador calor que ese sitio representaba.
Al estar mi cuerpo acostumbrado a estar frío, literalmente, como un muerto.
Apenas me mantenía de puntillas sobre una de las ramas del árbol, observando con cuidado todos los alrededores intentando que nada se congelase por mi culpa y me delatara y arruinara la bonita vista el sitio.
Eso era lo que más me preocupaba al terminar allí, el arruinar algo.
Porque además de sólo molestar con bromas a Bunny jamás me mantenía en el suelo, siempre flotando alrededor evitando tocar algo.
Era como la maldición de arruinar todo lo que tocara con mis manos.
Sin poder evitarlo me observe ambas manos sintiendo como si de repente cargaran cosas muy pesadas cuando simplemente mantenía mi callado en una de ellas.
Suspiré al pensar en ello y salté del árbol.
Podría haber terminado flotando pero el viento no estuvo de acuerdo conmigo.
Por lo que caí de puntillas al suelo congelando un poco el pasto verde y brillante, di un paso al frente observando hacia atrás notando que los rayos del sol derretía el hielo que mi cuerpo generaba al caminar.
Aquello me dejó suspirar tranquilo pero aún así continúe caminando de puntillas manteniendo mi callado pegado a mi cuerpo y evitando que tocara el suelo.
Cada tanto seguía volteando asegurandome de que el hielo efectivamente se derretía como si jamás hubiera estado allí dejando agua recorriendo por entre la hierba.
Paseo rodeando el lago que formaba la cascada evitando estar muy a la orilla para no congelar el agua.
Sentía como poco a poco el sol incluso secaba mis ropas húmedas que habían querido comenzar a congelarse de aquella forma.
Continuó su camino buscando alguna forma de salir de allí quizás dejando muy atrás el lago con la cascada.
Hasta que se adentro en otra parte del bosque, sin realmente poder evitarlo ya que esté rodeaba la cascada.
Buscando por el suelo o entre medio de las enormes estatuas.
Suspirando cuando no encontraba nada realmente que le sirviera.
Incluso ahora ya estaba seguro de que se iría al Polo ya que quería comer galletas repentinamente.
Pronto no pudo evitar sentir el movimiento de las hojas de los árboles a su alrededor sintiéndose por un momento envuelto en un recuerdo demasiado real para sí mismo.
El pasado, ese en el que tenía una hermana y una madre que le pedía que dejara de hacer tantas tonterías juntas.
Cuando había llegado la primavera, por muy extraño que fuera ese suceso y ellos dos fueran a ver las aves volver por un tiempo y algunos animales saliendo de sus cuevas.
Era relajante caminar con ella por todo ese sitio sintiendo que las cosas no estaban del todo mal.
Como si los siguientes siglos no hubieran sucedido realmente.
Hasta que todo eso se rompió, el recuerdo de su hermana se esfumó en el aire y observando fijamente se encontraba un enorme conejo perplejo y algo manchado de pintura de colores.
Sus propios ojos no pudieron evitar abrirse al ser descubierto.
Que mala suerte.
- Jack.. - El conejo le extendió una de sus enormes manos observándola fijamente y con algo de sorpresa. - ¿Estás bien?
Más en ese instante sintió que algunas lágrimas estaban cayendo por sus heladas mejillas.
Si, la peor mala suerte de todas.
______________
Suspiro en cuanto pudo reaccionar.
Pasó el brazo libre, que no tenía su callado agarrado, y sin cuidado por su rostro antes de observar de nuevo al enorme Australiano.
- No tengo nada, lo siento estaba por ir al Polo. - Pegue media vuelta sin querer prestarle atención para irme rápido de allí.
Lo que me faltaba.
- ¡Espera, Jack!, ¡Jack!
Me moví entre medio de los árboles y me limite a trepar uno para saltar a otro y trepar lo más que pude antes de gritarle al viento que me llevará de nuevo.
No tardó en empujarme y no ignorarme esta vez.
Pero en ello sentí un repentino mareo y sentí como se nublaba mi vista desde las esquinas en tan sólo un instante.
Sentí vértigo por primera vez..
Y luego caí sin poder evitarlo.
#$&%&$#
El enorme cuerpo peludo del Australiano atrapó el inerte cuerpo frío que caía del cielo.
Había salido corriendo tras observar el extraño comportamiento del chico.
Que había estado llorando y luego había salido huyendo.
Y menos mal que lo persiguió porque en tan sólo unos momentos lo encontró cayendo en el campo abierto donde ya no habían árboles.
Entre sus brazos podía sentirlo temblar y eso no fue lo suficientemente extraño que sintió, sino que estaba algo tibio.
¿Se suponía que el espíritu del invierno estuviera tibio?
En su conocimiento suficiente eso no era nada bueno.
No se tomó demasiado tiempo para salir en una carrera hasta su acogedora casa.
Corrió hasta su cama y busco una cobija, pero cuando lo estaba envolviendo encontró en su mente que eso no tenía sentido.
Aún con el muchacho en sus brazos, y la manta de todos modos sobre él, observó hacia todos lados intentando idear algún plan.
Él no podría cuidarlo allí, su madriguera era un sitio fuera de temperatura para Jack.
Estuvo estático por unos minutos hasta que por su mente pasó la pequeña conversación que tuvo con el espíritu de la diversión.
"Estaba por ir al polo"
Eso era lo suficientemente bueno, allá hacia el suficiente frío y estaba Norte, quien seguramente sabría qué hacer en una situación así y con un paciente como Frost.
Tomó el callado del muchacho y lo ató a su cuerpo con sus boomerangs, y amarró el cuerpo del mismo utilizando la manta y otra más por si las dudas.
Debía partir por uno de sus túneles hacia el Polo aunque no le gustará el frío, ya que Jack lo necesitaba.
#$&%€%&$#
Sus patas apenas le temblaban, y su pecho tiritaba por el frío que de igual forma irradiaba el muchacho.
Estaba fuera del taller de Norte y aún así parecía estar aún muy lejos porque se había levantado una tormenta de nieve que lo empujaba hacia todos lados menos al frente.
Clavaba sus patas de igual forma en la nieve intentando mantenerse en el mismo rumbo, apretando el cuerpo más pequeño contra el.
El viento lo empujaba pero igualmente el mismo empujaba hacia el lado contrario, peleando por que lo que fuera que tuviera el muchacho no fuera algo grave.
Su brazo derecho golpeó la enorme puerta de madera del taller un par de veces, pero preso de la angustia no espero mucho y le dio una patada para abrirla.
Los Yetis se habían arremolinado cerca de la puerta pero aún algo lejos, como a punto de atacar a quien fuera que entrará.
Aunque todo movimiento se detuvo en cuanto lo vieron entrar, pero no le presto atención a ello y emprendió una rápida y casi desesperada caminata hacia la oficina de Norte.
Subió las escaleras a prisa y empujó sólo con su brazo la puerta de la oficina, Norte no tardó mucho en levantar su vista de los bloques de hielo en sus manos.
- Bunny..
- Tenemos un problema.
#$%&%$#
Jack se encontraba sobre la laguna congelada.
La pequeña niña frente a él irradiaba todo el miedo que la situación le hacía sentir.
- Tranquila, tranquila, no te va a pasar nada. - Movía apenas sus manos frente a su cuerpo, dando a entender que él no permitiría que nada pasará.
- Tu siempre estas jugando Jack. - Ella apenas se movía por miedo a que las grietas en el hielo ya no fueran sólo eso.
- Esto es sólo un juego, ya sabes como todos los días.. - El apenas dio un paso y observó que bajo su propio movimiento el hielo debajo suyo se agrieto bajo su peso.
- No lo creo, jack. - Mencionó asustada y algo enojada porque su hermano jugara en un momento como ese.
- ¿Qué te parece si jugamos a saltar? - Se negó a observar su propio suelo, y observó los pies de su hermana. - Juguemos a brincar. - Observó a sus lados antes de encontrar algo con que remediar la situación, observando una rama alargada no muy lejos. - Es tan fácil como contar hasta tres, uno.. - Piso algo lejos y con lentitud, observando que no se agrietaba debajo probó sólo pararse sobre ese pie exagerando su propia reacción, logrando que la expresión en la más pequeña se alejara del miedo. - Dos.. - Dio otro paso tanteante. - Tres, ¿Lo ves?, es muy sencillo. - Aterrizó cerca de la vara y la tomó agachándose de cuclillas observando a su hermana y alentando la.
Ella dio el primer paso cuando el la acompaño comenzando a contar.
- Jack.. - Ella medio soltó alarmada al ver que en su segundo paso el hielo se agrietaba y rompía de forma alarmante bajo ella.
Sus miradas se juntaron en un segundo cuando Jack la lanzó hacia otra dirección con ayuda de la vara y evitó que llegará a hundirse en el hielo.
- ¿Estas bien? - Sus ojos se encontraron con los de ella, devolviendo sólo asombro por lo que no pudo evitar soltar una pequeña risa asustada por el asunto.
Camino lentamente hacia ella, apretando la rama que había usado, y observando por donde caminaba, hasta llegar a ella y abrazarla.
A pesar de todo, él había estado asustado.
Pero ahora todo estaba bien.
Ahora tu estas bien.
-*-*-*-*-*-*-*-
Abrió sus ojos lentamente, sintiendo que todo su alrededor era borroso y algo extraño.
Sentía su cuello hormiguear al igual que sus dedos.
Sus ojos picaban un poco y no lograba encontrar su callado.
Se impulsó con sus brazos y se sentó, su cabeza giró y sintió náuseas.
Nada, puro silencio y su cabeza en blanco.
Su rostro estaba mojado, pero no podía recordar porqué.
Sus manos temblorosa subieron y limpiaron las lágrimas, pero ellas simplemente siguieron cayendo por un rato.
Las dejó que hicieran lo que quisieran mientras él observaba a su alrededor.
Parecía que estaba en el polo, y sólo lo sabía porque a través de la ventana, a su lado, sólo había nieve, borrosa pero era nieve.
También podría haber sido cualquier otro lugar, pero a esas alturas no podía simplemente confundirlo.
Parecía ser cualquier otra habitación, pues había una cama en la que sólo entraría una persona o tres apretadas.
Y no había nadie más.
Se sintió tranquilo por un instante, al menos hasta que sintió comezón en sus brazos y decidió rascarse.
Sus pocas uñas hicieron buen trabajo, hasta que la picazón se volvió ligero dolor.
Bajo sólo su manga derecha y con solo observar un poco los recuerdos de hacía poco tiempo, él pensaba, volvieron golpeándolo como grandes olas de dolor.
Frunció sus ojos bajo el dolor de los recuerdos.
Desde un inicio no había sido un guardián.
Desde un inicio no había estado nadie con él.
Y desde un inicio nadie podía verlo.
No estaba con vida.
Ese fue su primer pensamiento al observar a los niños, adultos, animales, todos pasando a través de él.
Como en una amarga pesadilla.
Y tenía miedo desde entonces.
Era como renacer, ¿No es así?
Porque no podría simplemente nacer de un lago congelado y siendo un adulto, ¿Verdad?
No le gustó pensar así, así que se fue.
Se alejó de donde él 'nació' y fue a cualquier otro sitio.
Hasta que terminó en un sitio realmente sorprendente.
Era sólo una isla, rodeada de agua y nada más.
Le gustó el sitio porque siempre hacía frío.
Se quedó un tiempo, todo el pueblo era realmente sorprendente.
Guerreros, sorprendentes vikingos.
Él mismo no lo hubiera pensado.
Habían vikingos, o bueno, así los llamaba un niño que resaltaba por ser tan diferente.
No tenía musculatura, era una astillita de madera, no era rápido, pero era muy apoyado por los de la aldea.
Era muy extraño en cierto sentido, como el que las personas no pudieran verlo.
Sintió cierta simpatía por el chico, así que se quedó un tiempo con él.
Y más tarde que temprano se enteró que, extrañamente, en esa isla también vivían dragones.
Imagínense mi cara cuando me enteré.
Aunque no se porque me sorprendí, si sabía que existía un conejo gigante y una hada gigante.
Era realmente una reacción extraña.
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