Junio de 2017
Es mi pena la que cae entre esta tarde y la siguiente, entre esta noche y la que viene, entre estos días donde no vienes.
Ene. de 2020
(...) Porque el quererla me resultó simple. Porque mi corazón me resultó un anciano involucrado y algo desatado de la razón...
“Tres mil latidos y doscientos litros de sangre”
Si pudiera multiplicarme pasearía contigo dándote las dos manos. Quiero decir, si pudiera ser dos yo, yo dos veces -entiéndeme- un alma repetida (…) colonizaría tu hoy y tu mañana, te esperaría donde estarías y donde querrías estar; te extrañaría viendo cómo tus besos crean goteras en mis pestañas (...) Si pudiera estar aquí y allá estaría en ti y en ti, prendería fuego a Troya mientras te regalo París, te miraría dormir y al mismo tiempo soñaría contigo (…) Si pudiera ser la misma en dos mitades, amor (…) limaría mis errores para que el tropiezo fuera suave y sería a la vez precipicio e impulso de todos tus miedos y sueños. Si pudiera, mi amor, convertiría todo lo que ahora es singular en plural. Pero no puedo, así que has de conformarte con lo único que puedo hacer: quererte -no el doble, ni por dos, ni al cuadrado, sino con la fuerza de un ejército de tres mil latidos y doscientos litros de sangre que queriéndote dar más de lo que tiene te da todo lo que es-.
Elvira Sastre, Baluarte
Miérc., 02 de dic. de 2020
Una vez, Eloise me preguntó, con cierta discreción, qué se sentía estar enamorado. Yo la acababa de conocer cuando me enamoré perdidamente de su mirada. Por unos minutos, sin dejar de mirarla, pensé que había sido yo quien había distorsionado e impuesto los hechos, el momento y la pregunta. Desde un inicio no me cuadraba nada. Me dije que quizá había sido una simulación de mis deseos y todavía me era posible disimular todo el furor que había causado en mí. Así que, me precipité al silencio y le conté del amor que sentía por mis abuelos, de lo inmensamente feliz que me hacía pensar en ellos. Mis abuelos se habían enamorado casi instantáneamente. Al menos eso es lo que mi abuela le contó a mi madre, y lo que esta me cuenta a mí cada que nos ponemos sentimentales y nos echamos de valientes a los recuerdos. Convení en ya no tratar de responder una pregunta de múltiple implicancia, puesto que había pensado en lo que amo a manera de respuesta desde un inicio. ¡La pureza de su alma me sobrecoge tanto!, su amor no es una incógnita en el mundo. Recuerdo que me importó tan poco que ella no me quisiera. Recuerdo que tomé de la mano a la imaginación y a la pregunta dejando en libertad mis sentimientos. Y cual pétalo que va quedando impreso poco a poco en el papel, con toda esa verdad, que siempre lleva puesta por mirada, va implantando y susurrando un yo también como huella en mi corazón. Desde entonces, mi corazón no ha dejado de arder ni un solo instante.
“Eres como una ola. Una maldita ola gigante, pero siendo una ola, no lo eres. Eres los momentos que requiere esa ola para ser una ola. ¡En serio quisiera poder pintártelo! Imagina ese muro salado: toda la perfección que necesita para convertirse en un muro de agua que se sostiene en la nada tan sólo por un instante inimaginable. Toda esa perfección. Toda esa calma. Pero una ola no es sólo eso, necesita derrumbarse y agobiarte con su desplome implacable, con esa espiral extraña: una violencia con un sentido estético, pero sin consciencia, que te cae encima y te abruma con su voluta violenta que segundos, o menos que eso, era un muro perfecto. Después regresa… a formar parte del todo. Y tú, en este caso Yo, no tienes ni idea de qué te acaba de pasar, pero estás empapado. Y ya. La vida nunca volverá a ser igual, una ola te empapó, y ella, en este caso Tú, como si nada, porque simplemente esa es su naturaleza, eso es lo que hace.”
Juev., 24 de dic. de 2020
En tus ojos vive la ráfaga contemplativa de los momentos agradables, la vida pronto amanece allí. Cada pieza de tu engranaje tiene función propia en tu alma y por eso tu cuerpo es el encaje perfecto de tu profesión. Es irremediable, los lirios empezaron a florecer en todo el mundo, las amapolas vuelven a respirar el paisaje evocador del mundo, la fuente de la vida ha nacido como la metáfora de tu sangre. Eres música en mi jardín. Eres y eso es más que suficiente.
Enero de 2020
()Y es ahí cuando uno acaba por entender...que los sentimientos arden incluso antes de tocar el mar de la razón. Y eso me seguirá pasando hasta que mis ojos, mi razón y todos mis sentidos, en caída azimutal hacia la muerte, dejen por fin de creer en fantasías de nubes y lloviznas accidentales.
Miérc., 11 de nov. de 2020
Que la lluvia empape los campos a tu llegar. Que recubra, con la brisa, el mensaje de las hojas que se esparcen en libertad al amanecer. El día ha ido apagándose, suavemente, sin llegar a apagarse realmente, hasta devolverme el reflejo en la ventana. El gato desaparece y las flores enaltecen la llegada de la luna con sus secretos bailes a la noche. Mientras todo esto va sucediendo, tú y yo también sucedemos. Llegamos a ser testigos de ese continuo renacer del cielo que son las nubes...
«¿Verdadero amor? Eso es una fantasía imposible. En el mudo actual, las personas crean vínculos de acuerdo a sus gustos e interés personal: lo cual es una estupidez. El amor de verdad es una decisión personal y se fortalece a diario con el corazón... ¿Por qué la gente no lo entiende?»
Kaguya Sama
“Todo aquello que no soportamos en este mundo, un día lo encontramos en una persona, y lo amamos de golpe.”
— Djuna Barnes, Nightwood