01 de enero de 2020
Eres viento que baja de la montaña y fecunda mi corazón en invierno. Fuiste el grito que abrió mi garganta sin ninguna saña ni propósito, fuiste dolor y fiebre desencadenada; pregunta de siempre sin contestar. ¿Y si te contesto? ¿Dolerías menos? Es que a veces me acuerdo y sucede esto que te estoy contando con tanto cariño, y me revuelve los sesos, y el alma me llora escondida mirándome desde las faldas del corazón.()Entonces, todo impacto del pensamiento en la memoria cambia de dirección. Y los vientos soplan todas las palabras como acariciando el recuerdo de todos estos años. Y la misma pregunta incógnita resurge como invitándome a descubrir, otra vez, lo más sagrado del universo. Si te contara las veces que casi lo descubro, las veces que he pensado que lo había descubierto... ¿Y si me lo contaras tú, si me ahorraras este tiempo lleno de esas cavilaciones que eres tú? Cada cúmulo de estrellas que observe siempre será como un pequeño caos de preguntas revoloteando en mi pequeño corazón.
Mar., 15 de dic. de 2020
Que esta luna no me suelte del ensueño, que no temo por la caída, sino más bien por el silencio dejado por tus manos en este piano a cuatro imaginario. Flor de lis naciste, dulcísima niña creciste, implacable mujer de corazón venturoso y talento innato tras la cabalgata esplendorosa de tu camino. Este primoroso dolorcito en la boca del estómago es de las cosas más bonitas que me han regalado en la vida.
Miérc., 23 de dic. de 2020
El pensamiento es libre cuando dejas de analizar la manera en la que se deberían decir las cosas, dejando a las palabras ser como plumas, pinceles, pianos, caricias, aves, flores, vientos o islas (…) Al final la vida es mucho más bonita cuando damos amor, cuando fluye nuestro universo y con él los sentimientos.
Hay una persona que piensa que todavía poseo los años de la infancia, como si nunca hubiera crecido.
Está bien, puede ser, porque a veces también crezco para dentro y vuelvo a tener 3 y ella 7.
La vida es frágil, sin duda, pero el amor siempre resiste, nunca se rinde, nunca se va. Sólo hay que cambiar los empujones violentos por avances enérgicos, los pasos hacia atrás por impulsos adelante, los hundimientos por nuevos paisajes. Y eso, que es algo maravilloso, uno lo descubre cuando las grietas se abren.
Elvira Sastre, Aquella orilla nuestra.
«¿Verdadero amor? Eso es una fantasía imposible. En el mudo actual, las personas crean vínculos de acuerdo a sus gustos e interés personal: lo cual es una estupidez. El amor de verdad es una decisión personal y se fortalece a diario con el corazón... ¿Por qué la gente no lo entiende?»
Kaguya Sama
“Eres como una ola. Una maldita ola gigante, pero siendo una ola, no lo eres. Eres los momentos que requiere esa ola para ser una ola. ¡En serio quisiera poder pintártelo! Imagina ese muro salado: toda la perfección que necesita para convertirse en un muro de agua que se sostiene en la nada tan sólo por un instante inimaginable. Toda esa perfección. Toda esa calma. Pero una ola no es sólo eso, necesita derrumbarse y agobiarte con su desplome implacable, con esa espiral extraña: una violencia con un sentido estético, pero sin consciencia, que te cae encima y te abruma con su voluta violenta que segundos, o menos que eso, era un muro perfecto. Después regresa… a formar parte del todo. Y tú, en este caso Yo, no tienes ni idea de qué te acaba de pasar, pero estás empapado. Y ya. La vida nunca volverá a ser igual, una ola te empapó, y ella, en este caso Tú, como si nada, porque simplemente esa es su naturaleza, eso es lo que hace.”
Ojalá no hubieras pasado nunca. Ojalá te hubieras quedado.
Elvira Sastre. Aquella orilla nuestra
5 de abr. de 2024
Por favor, escríbeme, dime hola o casa o marea o arena o foto o ausencia o hay alguien más y ya no pretendo seguir viéndote; abrázame las manos o cúbrelas de palabras para que no me falten como todo este tiempo me has faltado tú; entiérrame en ti o déjame ser la semilla que acarrea el viento, y asfáltame de una puta vez la pena, yo veré si quedo en paz o no(); no me dejes esperando en otoño lo que no seremos en primavera; ayúdame a ser valiente y muérdeme uno a uno los errores o huyamos de aquí a todos lados, es decir, a ninguna parte: a mi pecho que ya no será más el tuyo; depréndeme de tu boca y mi sed; cóseme a tu olvido; mátame, de ti. Porque si no lo haces hoy o mañana o pasado o el lunes... arrancaré mi propio corazón;
yo seguiré muriendo...,
pero ya no de ti,
sino de tu recuerdo.*
Miérc., 6 de jul. de 2022
7:20 p. m.
No será suficiente. Más aún: sé que verte nunca será suficiente. Hoy ya no es hoy, sino mañana. Hoy, no cruzo esa puerta si no es para ir a los cielos o, en su defecto, para irme de una bendita vez a los infiernos.
Dom., 19 de en. de 2020
Y la memoria atropelló al olvido (...) Así, yo iba sintiendo todo el cariño... expandiéndose sílaba por sílaba hasta tropezar con la repetida idea de que la había vuelto a querer como siempre.