Cada despedida me envejece una vida, me forma surcos en los dedos y me empuja hacia los lados en un vaivén que trato de ignorar. Cada despedida, también, me dibuja un nuevo sol, un sol distinto, armado de nuevo, capaz de encontrar luz entre todos mis años. Las despedidas son una salida y he aprendido a no tenerles miedo, a no evitarlas. Las abrazo como el que se agarra a un trozo de madera en mitad del océano. Conozco su significado. No me da miedo decirte adiós, haberte dicho adiós; lo que me asusta es no poder hacerlo, no poder haberlo hecho. Y hoy, después de tantos años, me pregunto si esta nostalgia, si esa aceptación inevitable, si aquel silencio ante nuestro auxilio, no es más que mi (tu) boca, tapada por tus (mis) manos, suplicando una despedida que nunca llega, que nunca llegó.
Elvira Sastre. Aquella orilla nuestra
Gian Franco Huacache
Estrofas para música
No digo - No esbozo - No respiro vuestro nombre, Hay pesar en el sonido - habría culpa en la fama; Pero la lágrima que ahora arde en mi mejilla puede dar cuenta Del profundo pensamiento que habita en ese silencio del corazón.
Demasiado cortas para nuestra pasión, demasiado largas para nuestra paz, Fueron aquellas horas, ¿puede cesar su alegría o su amargura? Nos arrepentimos - abjuramos - deseamos romper nuestra cadena; Debemos separarnos - debemos volar a - unirla otra vez.
¡Oh! Vuestra sea la alegría y mía sea la culpa, Perdonadme adorada - abandonadme si lo deseáis; Pero el corazón que porto expirará sin haber sido rebajado, Y los hombres no lo quebraran - sea lo que sea que podáis vos.
Y firme ante el altivo, pero humilde ante vos, Habrá de ser mi alma en su más amarga oscuridad; Y nuestros días han de ser más rápidos - y nuestros momentos más dulces, Con vos a mi lado - que con el mundo a nuestros pies.
Una visión de vuestro dolor - una imagen de vuestro amor, Habrá de cambiarme o confirmarme, de castigar o reprobar; Y los sin corazón podrán maravillarse de tanto a lo que renunciamos, Vuestro labio no habrá de responder a ellos - sino al mío.
Lord Byron
Observarla era como escuchar mi canción favorita en directo.
-Elvira Sastre ✨
Lun. 18 de jul. de 2022
12:20 a. m.
Ahí donde mis ojos veían revolución, te veían siempre a ti.
Lun., 21 de dic. de 2020
Hoy quiero cantar la esencia inmutable del amor, la ilusión claroscuro de las dunas teñidas y trazadas por el azul del mar, corazones descargando sus latidos bajo el regazo de la felicidad. Niña infinita, arcoíris triple del cielo, nunca dejes de brillar.
Smiley (2022)
Anaomi Alayo
A partir de ese momento Luciano piensa que el amor jamás está de su lado porque él siempre parece estar desenvolviéndose por el lugar que no le corresponde. Ahora, por ejemplo, se siente fuera de sitio, se imagina lo que María piensa de él y prefiere desconectar el sonido, no escuchar y verla a abrir y cerrar la boca para gesticular un montón de silencios sobre los que él superpone, con una comodidad increíble, sus pensamientos. Ya no tratará de complacerla, pero sigue sabiendo que le gustaría encontrársela de noche, conocer su cuerpo y hablar de todas esas maravillosas estupideces que dos almas relajadas intentan expresar una vez que sus cuerpos ya se han expresado mucho mejor que ellas. Esos momentos son tan buenos como las más altas ilusiones y los mayores sueños de heroísmo. Siempre ha pensado que los sueños simplemente confunden; ahora le agrada esa misma confusión porque hace que uno sienta con intensidad no se sabe qué y tampoco importa qué. A veces tomar las cosas con un poco más de tranquilidad ya es poesía: esperar encontrar un día en que el mar no sea tan grande, el día en que uno se pueda erguir sobre las orillas de esta tierra y verse desde el mar, desde su alma gemela que navega en el mar; presentir que uno se puede quedar dormido bajo la corteza terrestre y, a través de un sueño, apuntar directamente una flecha, hecha del sentimiento que a uno le sigue quemando, al corazón de María; calcular que se puede esperar y escoger un futuro que valga la pena. Esperar, presentir, calcular lo que no es otra cosa que potencialidades. Decide que es mejor volver a conectar el sonido antes que ella se dé cuenta que está pensando en locuras en vez de escucharla.
Melvin Ledgard. Los sentimientos de Luciano.
Junio de 2018
(...) Pero si de distinciones hablo, no sería correcto olvidarme de las voces de la naturaleza que han colmado mi alma de espera. Estuve llorando plegarias para que no llegaran demasiado tarde, para que no callaran todos sus anhelos.