Tengo algo bueno. Sí, tengo una gran virtud: hago determinadas cosas increíblemente rápido. Cocino rápido, tardo un suspiro en comprar en el súpermercado; antes de que pestañees ya estoy duchado, perfumado y vestido. Recoger la mesa después de comer, poner un lavavajillas, ir de sitio a otro andando. Soy un puto rayo. Es mi súper poder.
Miérc., 13 de jul. de 2022
2:46 a. m.
Eres la utopía de mis ojos; la dulzura que funde las entrañas de la bestia; la melodía preferida de todos los dioses; la tierra extranjera de todos mis deseos. Castígame con el carácter que desbordas. Yo necesito escarmentar en tus labios, no pasar insensibles penitencias. Tus besos son los bálsamos que ni Dionisio, vuelto en vida, alcanzaría a probar. Cuentan que esa fue su tragedia. La mía es no poderte enamorar. Cambiaste la directriz y me encasillaste a tu religión. Ahora calas en lo más hondo de mis convicciones. A veces, me enojo con la vida y luego te lloro. Tú remontas mi vuelo, conmocionas mi centro, salvaguardas todos mis incendios, con tu voz. Muero en ti, ardo en ti, soy un obstinado de ti.
"El niño observaba con detenimiento la muerte de Dios, con lágrimas en los ojos, mientras todos a su alrededor gritaban y corrían sin sentido. Junto él yacían sus padres, inertes. Las oscuras nubes nocturnas, manchadas con el rojizo del fuego que inundaba la ciudad, empezaron llorar junto a él; el humo y agua saturaron el aire. Las calles se llenaron de ríos de lodo y sangre. Sostenía las manos de aquellos que alguna vez lo amaron. Un hombre que huía de los monstruos que aterraban a todo el pueblo, se detuvo e intentó llevarlo consigo tomando la mano del pequeño. iVamos! Están muertos... -Dijo. -Todos lo están, Dios ha muerto- respondió el niño levantando la mirada hacia la iglesia al final de la calle, cubierta de llamas y derrumbándose lentamente ante el peso de la cantera caliente. El hombre asustado ante la declaración, intentó forzar al niño y justo cuando lograba alejarlo de los cadáveres, un silbido surcó el aire atravesando el pecho del niño. La oscuridad rojiza fue lo último que vio el pequeño, y en su mente resonó la frase: "Dios ha muerto, y el frío que lo envolvió lo hizo saber que él también.»
Erick Centeno
Dom., 14 de agto. de 2022
08:20 p. m.
Por cada corazonada, tengo tallado un sentimiento; por cada encuentro, tallada una sonrisa; por cada paso sin ti, tallado un abrazo; y por cada dolor, iré tallando mi alma…, en sangre y músculo para ti.
Vi. 6 de agto. de 2022
02:50 a. m.
Soy el agua y tú el roce inesperado; la que provoca esta desatadura del alma. Vida, comoquiera, surtes efecto en mí. Mi piel trastoca a vibración con la sugerente y sutil onda expansiva de tu tacto. Tiemblan labios, tiembla el alma, tiembla mi ser completo sin ti. Esto, tan nuestro, tan de nosotras, no tiene ningún equivalente exacto en el idioma del mundo. Basta decir locura, acaso obcecación. A diario, la memoria es una avenida y mi dirección eres tú, a pesar de los otros, a pesar de ti, de mí… Echo en falta que me pases tú. Cada día, cómo echo en falta que me pases tú.
“Todo aquello que no soportamos en este mundo, un día lo encontramos en una persona, y lo amamos de golpe.”
— Djuna Barnes, Nightwood
Diciembre de 2020
Elijo reclamar. Reclamo a plena voz y con firmeza. Con todo el amor del mundo... Y con la mirada más iluminada que alguna vez tuve que ocultar de los que aún nada pueden entender del mundo. Reclamo mi voz y mis pasos. Y desde este preciso momento, estoy jugándole, a la vida, mi corazón.
Vier., 25 de dic. de 2022
Especiales los días porque especiales las personas, especial tu corazón y los pasajes solemnes, indefinibles e incorruptibles del amor. Yo, sentada desde esta orilla, espectadora, con el viviente espíritu del corazón enamorado digo esto: ¿nos volveremos a encontrar? (…)
“Tres mil latidos y doscientos litros de sangre”
Si pudiera multiplicarme pasearía contigo dándote las dos manos. Quiero decir, si pudiera ser dos yo, yo dos veces -entiéndeme- un alma repetida (…) colonizaría tu hoy y tu mañana, te esperaría donde estarías y donde querrías estar; te extrañaría viendo cómo tus besos crean goteras en mis pestañas (...) Si pudiera estar aquí y allá estaría en ti y en ti, prendería fuego a Troya mientras te regalo París, te miraría dormir y al mismo tiempo soñaría contigo (…) Si pudiera ser la misma en dos mitades, amor (…) limaría mis errores para que el tropiezo fuera suave y sería a la vez precipicio e impulso de todos tus miedos y sueños. Si pudiera, mi amor, convertiría todo lo que ahora es singular en plural. Pero no puedo, así que has de conformarte con lo único que puedo hacer: quererte -no el doble, ni por dos, ni al cuadrado, sino con la fuerza de un ejército de tres mil latidos y doscientos litros de sangre que queriéndote dar más de lo que tiene te da todo lo que es-.
Elvira Sastre, Baluarte
Juev., 7 de nov.de 2024
00:43 a. m.
Se abrieron las puertas de mi pequeño infierno y ¿empecé? a amarte a través de todas las mujeres del mundo. Ya lo que no puedo escribir(te) lo lloro…
Mi amor, verbalizo mis lágrimas porque no entiendo lo que dicen, pero hoy parecen sonreír.
Otra noche en la que me rindo y cuelgo mi corazón en el perchero para que lo notes, pero no estás. Mañana será otro día. Todo continuará como siempre menos como n o s o t r a s. He aceptado esa realidad haciéndome cada vez más borrosa en esta; y tú… , que siempre encuentras el arcoíris y sonríes, estás bañada de una tenue dulzura mientras educas al mundo.
Tú no lo escuchas porque es absurdo, pero puede que mañana ya no sea otro día. ¿Cómo terminé acá otra vez? Qué haces asomándote sobre mi corazón e incendiando mi noche.
No entiendo las palabras de este mundo. Tres flechas impactaron en mi sangre y una sola envenenó mi corazón con ternura. No hay afán. Escucho tu voz. Llama mi sangre. Pero es porque estoy enferma. Tres: no puede ser coincidencia.
Miérc., 16 de dic. de 2020
Cuando tú, al mirarme en la nada, inventaste la primera palabra… R. Alberti
Viviría en el temblor de los recuerdos para encontrarte en la soledad más humana. Y cuando parezca utópico el encuentro, el mirar del cielo para encontrarnos en libertad.