Hèron Cendrè By Vivienne Bellini

deje de pelearse con su cuerpo porque la única persona que va a salir perdiendo es usted

Porque te he dicho adiós cientos deveces de un portazo, y regreso ciento un veces con la cabeza gacha y al reposarme sobre tu hombro dices: «te lo dije» porque incluso quise quemar todas aquellas cosas sin darme cuenta de que, aún si lo hiciera, seguiría amándolas. —sé que me comporté como una tonta— porque me hice creer que no eras para mí y ahora que lo comprendo creo que nunca debí decidir algo cuando estaba de malas, y más si he renacido de ti. Sé que debo pedirte perdón, porque me conoces como nadie y me brindas calidez como a todos —o al menos a quien sale a buscarte— porque hay algo que sé con certeza, y es que quien se arropa de ti, amada ciencia, probablemente nunca tira de tu sábana y se va. Y yo soy una prueba viviente de ello.  https://www.instagram.com/p/BwN-YEbhk1g/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1jf3d71jytl2n

Elvira Sastre.

“Al hombre que aún soy le gusta la mujer que tú eres…”

— José Saramago

Frente a una taza con café se piensa, pero también se discute, se recuerda o se argumenta. Frente a la taza con café se columbra, se reflexiona, se sueña, se imagina, se escribe, se conversa, se enamora, se seduce, se rompe, se reconcilia, se halaga, se sugiere, se invita…Y el café, el misterioso café escucha, profetiza, atestigua, aconseja, da fe, observa, asiente, se ruboriza...

No cortes el lazo. Aguanta otro poco más. No estoy listo para que te vayas aún.

— erickknox

Hay que abrir los ojos del alma y desatarlo de definiciones banales, que nos llevan a pensar que es un sentimiento de una sola forma y que va en una sola dirección porque yo lo he visto desde el sur, y también lo he sentido en el vaivén de las olas. Yo lo he notado en la mirada de agradecimiento de alguien y en las lágrimas de quien echa de menos. He encontrado el amor en distintas maneras y sé que aún me faltan muchísimas más por descubrir.

M. Sierra VIllanueva

Ya nada tengo yo que sea mío: Mi voz y mi silencio son ya tuyos.

Recinto (Fragmento), Carlos Pellicer (via untransitardeideas)