Te Entiendo...

Te entiendo...

Amas profundamente. Tu alma se expande cuando haces felices a los demás. Te complace complacer. Deseas estar en las buenas y en las malas, acompañar, abrazar, sostener... y eso no está mal.

Tú no tienes un problema por ser "demasiado bueno". El verdadero problema es que al mundo le hacen falta más almas como la tuya.

Nos enseñan desde niños a endurecernos, a defendernos siendo "duros" cuando lo que realmente deberíamos enseñar es empatía, generosidad, amor…

Pero como vives en este plano, tienes que aprender a no dejar de ser tú, sin perderte en los demás. Aprender que tu esencia no es para todos, que tu luz no puede alumbrar cualquier rincón sin medida. Que no es tu responsabilidad salvar a quienes no desean ser salvados.

Tu amor, tan intenso y honesto, no es para cualquiera. No todos saben recibirlo. No todos están listos para amar a esa profundidad. Y eso también está bien.

Debes comprender que el camino de cada alma es único. Antes de encarnar, se nos entrega un mapa, una misión. En ese trayecto, nos cruzamos con otros seres:

algunos caminarán a nuestro lado durante un tramo, otros por toda una vida, y algunos solo estarán por un instante, para enseñarnos algo valioso.

A veces, esos encuentros parecen eternos, pero solo vinieron a impulsarte hacia algo más grande. Porque el amor puede ser incondicional, pero tu presencia no lo es. Los seres "incondicionales" rara vez son elegidos, pocas veces amados con total honestidad, y casi nunca valorados a tiempo. Hasta que llega el día en que el mapa señala que es hora de tomar caminos distintos.

Y ahí es donde se revela la verdadera lección: que tú, el que lo da todo, también mereces recibir. Que no cualquiera es digno de tu entrega, y que quienes no supieron valorar tu amor. algún día entenderán que tuvieron frente a ellos algo que ni siquiera sabían que existía.

Quizás el mapa los cruce de nuevo, cuando estén listos. O quizás no. Quizás esa lección solo era la antesala para encontrarte con alguien que sí esté preparado para amarte como mereces.

Pero nunca te sientas mal por haber amado de verdad, por haber entregado lo mejor de ti. El mundo necesita más almas como la tuya. Tú siembras una semilla sagrada, de esas que, aunque no veas florecer hoy, crecerán en otras tierras, en otros corazones, en otros tiempos. Por eso eres importante, aunque a veces no lo sientas así. Aunque no te devuelvan lo que das, aunque sientas que estás solo, aunque parezca que nadie te ve...

Tu misión es divina: esparcir amor sincero. Y eso, amor mío.. lo cambia todo. Tu misión es divina: esparcir amor sincero. Sigue amando, sin perderte. Sigue dando, sin vaciarte. Sigue siendo tú, porque tú... eres luz.

— Nayrin Abril 16, 2025