Yo estoy haciendo silencio, pero a veces el sueño intempestuoso se termina y quedo en el aire. Y este se llena de unas ganas por querer hablar. Me salen las letras como lágrimas o risas, como estupefacientes que no me dejan saber lo que sucede… Y estoy tan entregada que, para sobrellevar la idea, me quedo durmiendo hasta la una de la tarde, a veces más, hasta que la misma emisora de radio suene, hasta que la luz toque mi ventana, hasta que el sonido de la mañana despierte, hasta que no haya música porque el vecino fue a parar quién sabe dónde, hasta que no haya noche porque la luna fue a parar a la antípoda de otros sueños.
Eloise, el cielo: ese otro rimar del corazón.
Dom., 20 de dic. de 2020
Voy a seguir diciendo recuerdo para evocar la infancia; seguir gritando te amo para espantar al miedo y no al amor. Voy a seguir deslizando mis pasos para dejar atrás todas las dudas y continuar esculpiendo con paciencia mi vida entera. Sé que voy a seguir hablando mucho sin tener que hablar realmente, aunque sepa que el mejor silencio es el que se descubre siempre en el corazón. Tan necesario, dulce y azul como la convergencia eterna de los mares. Sentir que empieza a cobrar fuerza la voz para no dejar ir lo que realmente importa; que se me escuche el quédate mientras continúo la senda de la vida, porque al adiós no le brillan tanto los ojos como a mí. Contigo interpreto mi mejor papel en la obra de la vida. contigo descanso del amor si es que resulta que tu historia y la mía... «no».
Vi. 6 de agto. de 2022
02:50 a. m.
Soy el agua y tú el roce inesperado; la que provoca esta desatadura del alma. Vida, comoquiera, surtes efecto en mí. Mi piel trastoca a vibración con la sugerente y sutil onda expansiva de tu tacto. Tiemblan labios, tiembla el alma, tiembla mi ser completo sin ti. Esto, tan nuestro, tan de nosotras, no tiene ningún equivalente exacto en el idioma del mundo. Basta decir locura, acaso obcecación. A diario, la memoria es una avenida y mi dirección eres tú, a pesar de los otros, a pesar de ti, de mí… Echo en falta que me pases tú. Cada día, cómo echo en falta que me pases tú.
Juev., 28 de jul. de 2022
6:50 a. m.
Hoy todo es lluvia o llovizna o, singularmente, tú. Perder la conciencia se parece a despertar en tus ojos. Y escribirte, a verte y sentirte con toda mi alma, a desarticular el pensamiento mientras la llovizna me atrapa, en medio del gentío, pensando en ti...
Tú surcas el mundo entero en cualidades inimaginables, el mundo no palidece si estás tú. Absorbes mi alma: ya no preciso engañarme. Exhalas vida de esos labios en la medida en que acentúas esa incesante fuerza expresiva del sentimiento que tanto me embelese…, esa que tanto admiro y amo. Admito que has hipnotizado cada “nada es para siempre” que ha salido de mi ingenua boca, pero no me agito, pese a que, en mi corazón, ya no hay quien le componga los latidos mejor que tú. Tú llegas y abrigas hasta el rinconcito más frío de la estancia. Dime… a quién le podría importar si fuera llueve o no, si el diluvio viene contigo y se va abrigando mi corazón.
Segundo recuerdo
... rumor de besos y batir de alas... (G. A. Bécquer)
También antes, mucho antes de la rebelión de las sombras, de que al mundo cayeran plumas incendiadas y un pájaro pudiera ser muerto por un lirio. Antes, antes que tú me preguntaras el número y sitio de mi cuerpo. Mucho antes del cuerpo. En la época del alma. Cuando tú abriste en la frente sin corona, del cielo, la primera dinastía del sueño. Cuando tú, al mirarme en la nada, inventaste la primera palabra. Entonces, nuestro encuentro...
Rafael Alberti, Tres recuerdos del cielo
Agosto de 2018
A veces, la impresión de un sueño dura toda la tarde.
Dom., 14 de agto. de 2022
08:20 p. m.
Por cada corazonada, tengo tallado un sentimiento; por cada encuentro, tallada una sonrisa; por cada paso sin ti, tallado un abrazo; y por cada dolor, iré tallando mi alma…, en sangre y músculo para ti.
24 de Octubre, 2020
1:21 a. m.
Sonido amigo, peculiar, imagen propia sin reflejo que habla por una misma, fragua de mi corazón, palabra silenciada, es decir, pensamientos con vuelo estacional hacia ninguna parte, libre, innegable, maresía de mi vida. Amor frugal de esta Lima antigua sin excesos, esto no respira ni resuena, ni voz tiene. Ocaso eterno, hace un día que no sueño, que no hablo y, sin embargo, no me callo nada.
Benjamin Prado
Ahora, no es más que un sueño que nunca protegió (…)