LO QUE JUAN DICE DE PEDRO, DICE MAS DE JUAN QUE DE PEDRO

LO QUE JUAN DICE DE PEDRO, DICE MAS DE JUAN QUE DE PEDRO

Me gusta mi casa! 

Mi casa es agradable, y tiene la naturaleza de lo que se respira vivo. 

El aire que se respira, es el aire de mi casa. 

En mi casa las ideas florecen, se llenan de ese oxigeno que permite a las flores crecer, a las plantas reverdecer, a los arboles florecer.

 De repente, a la idea modernista se le aparece alguna que otra idea gótica, garigoleada, y al ambiente de Picasso se sobrepone en algún otro lugar un Pablo Rubbens, y entonces la mezcla estética en el ambiente cambia, como que no hay forma, lo corrijo, compro otro cuadro, busco la armonías en la imagen, en el espacio, en el contorno.

Despues llega Pancho, el vecino, con las tortas grasosas y la Coca Cola, en lugar de un Fetuccini Alfredo y un vino tinto francés en las manos; viene Lola con los frijoles y las papas con huevo, en lugar de las frutas y las verduras y los granos.

Adoro a Pancho, adoro a Lola, no me gusta lo que comen, pero como con ellos lo que traen, porque somos amigos, les doy un abrazo y les agradezco mas que todo su presencia, su tiempo, su dedicación, su entrega hacia mi y su decision de pasar un buen tiempo conmigo, en mi espacio y en mi tiempo.

 Amigos somos y en el camino andamos.

Despues de partir entro a mi computadora, entro a FB, y veo correr toda una voragine de imagenes que pasan como en un highway a 80 millas por hora. Y las ideas pictografías, de miles de seres pasan como cuando vas en la carretera, que miras los objetos corriendo uno detrás de otro y desvanecerse después, como para preguntarse que dijo? porque los mensajes también corren de manera vertiginosa que es difícil agarrar uno, a menos que represente las ideas del conductor, y como son conductores diferentes, cada quien agarra lo que le acomoda.

Pero sobresaturan el camino, algunos tiran basura personal abriendo las ventanas de los carros, que ya repentinamente miras el paisaje, y se empieza a poner sucio, desagradable, pestilente; pero soy respetuoso de lo que quieren arrojar, no me gusta, y me reconforta saber que cerrando la computadora, empiezo a respirar los aires que me gustan.

Los de mi casa. Con mis olores. Con mis aromas. El lugar que escogí para desarrollarme, para educarme, para vivir feliz!

Mi hogar, mi dulce hogar!

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