Sumapaz: Between Life and Death
In my opinion, the Paramo is the most representative ecosystem of Colombia. For many years, it was a place of violence in Colombia. Nowadays, other issues, such as extensive cattle farming and deforestation have endangered the Paramo. But what is a Paramo? Well, I will not use a biogeographic term to describe the Paramo, because this could be extensive. However, I can say that one of its…
View On WordPress
Hablemos de esas oportunidades únicas en la vida, aquellas que quizás no vuelvan a suceder. Y es que la verdad, hoy en día, no me importa. He aprendido que las decisiones se toman no para lamentarnos en un futuro, sino para aprender y construir sobre el camino. Nada esta escrito y todo es impredecible. De que me voy lamentar si soy lo que soy gracias a mis errores y mis aciertos. Nadie puede saber lo que hay detrás de las montañas hasta que por fin algún día esta ahí. Mientras tanto no queda más sino disfrutar del camino, levantarse despues de cada caída y seguir caminando. Las tales “únicas oportunidades” no existen, solo hay oportunidades, van y vienen todo el tiempo, esta en cada quien decidir cual tomar y cual dejar seguir.
D.R.
Hasta seis.
Ella conocía como tenían que ser las cosas, primero el mantel después la cesta de panes y por último los huevos a medio cocer.Una vez ponía los platos en la mesa ella contaba hasta 6.1 él se bajaba del taxi, 2 él buscaba las llaves, 3 él maldecía su vida, 4 él abría la puerta, 5 se quitaba los zapatos y caminaba hacia el comedor y 6 ella servia el chocolate caliente en la mesa.Una rutina perfecta.Y precisamente hacía mucho que la rutina había matado el interés de cada uno por saber como estuvo el día del otro.
-El chocolate esta demasiado caliente.
Ella no contestó nada.
-¿qué?¿no vas a decir nada?
Ella no respondió.
-¿Y Tomás? ¿No está?... ah no, hoy es viernes, está donde la abuela.- se respondió él solo.
- ¡ Perra!... ni hacer un chocolate sabes.
- ¡Callase esa geta, puto!. No mereces ni que te mire, mi vida se ha desperdiciado a tu lado.Yo no te quiero, eres mi infierno. Me da asco tu aliento, detesto el ruido que haces al masticar, tu risa de estúpido y cada mentira que dices para quedar bien ante los demás. Sí , eres un mentiroso asqueroso, ya no sabes que inventarte para que nadie venga a nuestra casa y se den cuenta de nuestra realidad, de tu fracaso y de la miserable mujer que tienes como esposa. Dices que trabajas y que gracias a ti es que lo tenemos todo. MENTIRA... hace rato que no pones ni un peso a la casa, soy yo quien me mato consiguiendo dinero para los servicios y para el colegio del niño.¿por qué no te largas con una de tus amantes? vete de esta casa que es más mía que tuya. Yo ya no te quiero ver.¿Qué ?¿No te has ido? que te vayas gordo asqueroso, vete ya o sino te lo echo encima. Odio mi vida, soy una imbécil por haberte aguantado por tanto, pero ya no aguanto más esta mierda... me largo yo, y donde me busques te mando la policía, puto.- un silencio abrumador se apodero por unos minutos del comedor.
-si, lo siento mi amor..- reaccionó después de unos segundos de silencio- ya te preparo otro mejor.-dijo a ella rogando a su dios para que sus días estuvieran contados y ya no tuviera que vivir más su infierno.
Ambisiniestrismo.
Quizás este abusando del idioma, pero ya que siempre le damos importancia y ensalzamos a los virtuosos, a aquellos que se destacan en algún campo o ciencia o en varias, es decir, aquellas escasas personas a las que les rendimos pleitesía por su polimatía, por su poliglotismo, o por su “ambidiestrismo” por qué no hacerlo con el mayor denominador de la población, los sin gracia alguna, los torpes , los buenos para nada, los que valen un cero a la izquierda para la sociedad, los “ambisiniestros”, esos que a duras penas sobreviven por la compasión de otras personas más evolucionadas, más de tercer mundo.
Estas personas carentes de todo, de educación, de salud, de buenos modales, de grandes riquezas, estas personas tal vez no sea tan ineptas ni tan torpes como se piensa, tal vez sin ellos el mundo estuviera peor de lo que ya está. Estas personas que desconocen tanto de todo, que de su propio poder no se han dado cuenta, son ambisiniestros porque ni con la derecha ni con la izquierda, ellos escriben su vida con su alma todos los días, sacrificándose por sus familias mientras unos megalómanos que viven como sátrapas se aprovechan de la profunda ignorancia de ellos, y demuestran su perfidia al incumplir lo que alguna vez, por un voto, les prometieron.
Esta es la triste realidad de un país como Colombia, en donde el gobierno, ausente por conveniencia en algunos casos, deja en una anarquía caustica a muchas poblaciones que el día en que se empiecen a azuzar entre ellas, hombres y mujeres se darán cuenta que no son ni torpes ni unos buenos para nada como le hicieron creer de antaño. Los grandes vítores serán para los que despierten y no cíen nunca, los que se tengan fe y no se dejen denostar por nadie. Los ambisiniestros pueden llegar a ser siniestros si no creen ni en discursos ni en tamales baratos.
David Reyes.
No se sana de la noche a la mañana.
Hubiera querido que el mar se llevara mis tristezas o que la brisa refrescara mi mente para no tener que recordar tus memorias, pero no fue así. Sigues presente, pero de una manera diferente. He aprendido a seguir adelante sin tus abrazos, sin tu sonrisa, sin tus mensajes. Cada segundo de estos dos años ha sido un desafío, pero lo he logrado. He vuelto al lugar donde todo terminó, dispuesto a comenzar de nuevo, con mucha más motivación. He descubierto la belleza de vivir y sé que mi lugar es el que yo mismo construyo.
Siempre estarás en mí, en lo que soy hoy y en lo que seré en el futuro, y te lo agradezco profundamente, pero no vuelvas nunca, porque nos separamos porque así lo quiso el destino, y es lo mejor para ambos. Espero no cruzarme nunca más en tu vida y que tú tampoco lo hagas en la mía.
Fuiste mi universo, pero ahora serás algo más infinito: mi nada.
- ¿ A dónde voy? sigues junto a mi... te escucho, te veo, te siento, pero no estás. Solo queda el dolor, la tristeza y la lucha diaria para no rendirme. El tiempo no está sanando nada.
No hay nadie en este planeta que no tenga precio, y si se atreviese a afirmar lo contrario es porque seguramente no le han ofrecido lo suficiente. Es por eso que en nuestro país abunda la corrupción, pasamos por encima de los derechos de los demás y vendemos a nuestro familiares y amigos como si fueran mercancía, y por otro lado todos tenemos un precio, sino basta con buscar a un sicario y preguntar cuanto cobran por "hacernos una vuelta" , seguramente si usted lee esto no es un senador o un mafioso cuya cabeza pueda costar más de 10 palos, es decir usted no esta al nivel de un Londoño (ex.ministro que hace pocos días en mi país fue victima de un atentado ) o de un "pulpo" (narcotraficante de mi ciudad natal que mucha gente llama bajo eufemismos comerciante ).
En un mundo de egoísmo, de competencia desleal, de no confiar ni siquiera en nuestros pantalones, aparece un amigo que nos pinta el mundo ideal; el dinero, el que solucionara todos nuestro problemas, el que nos pone por encima de los demás. Todos sabemos que hay dos caminos para acumular riquezas y ser alguien en esta "suciedad" , el camino fácil y el camino difícil. decidir cual tomar va en cada quien, según sus principios y según sus aspiraciones basadas al nacer en un pais subdesarrollado.......
David Reyes.
Aprendí que jamás se debe responder que las cosas no van bien, sin importar las circunstancias por las que uno atraviese. Quizás la vida no vaya como quisiéramos que fuera, pero eso no significa que no cambie y que en un futuro entendamos por qué vivimos momentos difíciles. Y es que sencillamente no se podría disfrutar de lo bello de la vida sino se conociera el lado difícil y hostil que alguna vez hemos vivido y que deseamos jamás volver a experimentar.
David Reyes
La culpa NO es de lo "genes"!
De pequeño me contaron en alguna clase de historia, de aquellas de las que nunca me gustaron quizás por mi incapacidad de aprenderme fechas, que durante la conquista y posterior colonización de América Latina solo llegó lo más pútrido de la sociedad de ese tiempo, algo así como ladrones, asesinos, piratas ,y obviamente los colonizadores auspiciados por los reyes y grandes terratenientes de la época, en fin, Latinoamérica era algo así como un “antropo-vertedero” según mis conclusiones de esas clases. Por ende, el profesor preconizaba la vaga idea de que los colombianos somos una mezcla sobresaturada de los genes de nuestros antecesores y esto explicaba la manifestación fenotípica de nuestro comportamiento corrupto, delincuencial sádico y haragán. Si bien para algunos parece una tesis descabellada, no lo es para la mayoría.
He escuchado este mismo análisis miríadas ocasiones, y muchos suelen acompañarlo con mohines, algo molestos en mi opinión, y como si se tratase de axiomas no les tiembla la lengua decir cosas como: “es que hace parte de nuestra malicia indígena” o “esta es la idiosincrasia colombiana “. Me pregunto ¿realmente conocemos a nuestros indígenas para vilipendiarlos de tal forma? , o ¿tan sólo nos importan cuando obstaculizan las zonas de rico potencial minero? Seguramente ellos son menos malvados que nosotros los hombres de “civilización”. El asunto va en que la exegesis hecha a estas teoría no puede fundamentar nuestro comportamiento, la culpa no es de los genes, la genética es un campo maravilloso pero algo abstruso, lo que realmente interfiere a la hora de que un ” gen de comportamiento” se manifieste es su estimulación, así que importa un ardite ser descendiente de Mozart o de un Hitler, si jamás he vivido en un ambiente ya sea musical o político respectivamente, no lograré llegar a sus talones.
Pero en Colombia, quizás si existan estos estímulos para que se manifiesten dichos genes y generen nuestra propia putrefacción de la sociedad. Ser criminal, ser corrupto, ser traqueto paga en nuestro país, y de que manera. No se puede cambiar el pasado y evitar que nos ultrajen o se reproduzcan con nosotros, pero si algo se puede hacer en esta ubérrima nación es no perder la esperanza y recordar que con crisparnos ante la desigualdad no solucionamos nada, son las acciones, las que NO se venden en los mercados bursátiles, las que realmente empujan al desarrollo sostenible de una nación.
David Reyes.
NO LOGRARÁS.
Puede que por ti vuelvan a trasnochar
Y que tu cuerpo el éxtasis vuelva a encontrar,
Que te susurren al oído que tu hermosura no tiene igual
Y que se te olvide que en el mundo existe el mal.
Puede que hoy, trémulo me encuentre,
Pero a las adversidades hay que hacerles frente,
Y es que día a día mi alma debe pugnar
Para en algún momento llegarte a olvidar,
Mientras yo sé, que dueño soy de tu suspiros
De tu presencia alardean aquellos gaznápiros
Con los que hoy intentas mi recuerdo borrar,
Lamento decirte, jamás lo vas a lograr.
David Reyes.
Silencios que matan.
Si a veces una imagen vale más que mil palabras, entonces el silencio no tiene precio. Y es que el silencio no solo es la carencia de sonido, sino que es la bruma que oculta cientos de historias abrumadoras, pasionales, irracionales, que se nutren diariamente y que luchan por ser libres y multiplicarse, pero siempre llega un ser detestable y les va mutilando sus piernas de forma sádica, y pese a que se arrastran, dejando atrás un camino de sangre, muchas de estas historias jamás conocerán la libertad. Morirán y alimentarán de placer a nuestro vil asesino de historias que callamos. ¡Que callamos!, porque todos nosotros lo hacemos, nos volvemos cómplices o más bien patronos del verdugo, somos suicidas, matamos a nuestras propias historias, las asfixiamos justamente en ese último suspiro fruto de razonamiento de :"lo digo o no lo digo", se nos crece el ego y preferimos reservarnos celosamente la custodia de las palabras que son la puerta hacia la libertad de nuestras masacradas victimas.
¿Pero cómo podemos ser consientes del crimen que esta ocurriendo?El silencio no es del todo silencioso, ni el asesino es el asesino perfecto, siempre habrá una lagrima, una mano temblorosa, una mirada ida, una piel erizada, un abrazo fugaz, un tartamudeo o un breve escrito, que son en realidad la última pataleta, un grito desesperado, de nuestras historias pidiendo auxilio, son un pedazo de nuestra vida deseando emerger y ser reconocida por alguien que sea digno de conocerla. De no pasar, de no escuchar esos gritos, dos serán las victimas fatales, la primera o las primeras quedarán en el olvido, escondidas en la bruma del silencio, y la otra o las otras las mataran sus miedos, sus fantasmas, sus propias manos o las de otro que el silencio siempre protegió.
David Reyes.