#LetsMeet
PREFACIO:
“Detrás de todas las cosas exquisitas hay algo trágico”
Soy un joven Aristócrata. Un caballero de actitud refinada con costumbres antiguas pero con la mente abierta de la era contemporánea.
Me apasiona el arte, soy amante del placer –no solo físico, eh vivido en el pecado por tanto tiempo que ya no me llama el deseo carnal, más que nada lo busco en lo intelectual, espiritual y emocional- y el poder. De modales impecables y aspecto angelical, nadie sospecharía que alguien como yo guarda obscuros secretos que a cada instante condenan su alma a un tormento perpetuo en el más profundo de los abismos. Soy encantador, lo sé, puedo ser la mejor de las compañías o la peor de tus pesadillas, todo depende de ti y de cuán bien sepas comportarte, conoce tu lugar para no tener que recordártelo.
No temo hacer lo necesario para obtener lo que quiero, y siempre lo hago. Sínico, hipócrita… claro que sí, nunca me han llamado así pero cada quien sabe lo que es, las personas suelen amarme o mejor dicho, a lo que aparento ser. Eh hecho lo necesario para sobrevivir, y cuando lo conseguí comencé a vivir mi manera. No, no me atemoriza el futuro, por el contrario, nací con la “virtud” de poder mirar hacia él, yo lo llamo de otra manera “maldición” una maldición que no me permite esperar lo inesperado, yo no creo en las coincidencias, pero sé mejor que nadie que todo pasa por una razón, quizás por ello manipulo todo y a todos a mi antojo pero tranquilos se apreciar a aquellos que son leales sin buscar nada a cambio pero tampoco es que pueda confiar en alguien a la ligera, soy calculador y metódico, el lado más conveniente siempre será el mío y si no estás ahí estas en mi contra ¿Crees salir bien librado de ello? Toma tus precauciones y aléjate de mí o ven conmigo y entrégate a la obscuridad de una vida llena de placeres que ni en tus sueños más horridos pudiste haber conocido.
Reggan B. Stoker. Es un placer conocerlos.
Off: Lamento haber tardado tanto en publicar mi presentación que debió estar casi desde mi llegada pero tuve algunos problemas. Sin mas contratiempos, es un honor estar en Slytherin y poder formar parte de la mejor casa de Hogwarts.
||Privado|| Ajustando cabos sueltos ||París, Francia ||13/12/2016||
-¿Listos?- Todos asintieron- Reggan ¿Estás listo?- Ni siquiera le dio tiempo de recibir una respuesta cuando el menor golpeo con fuerza la puerta partiéndola a la mitad de una sola patada desapareciendo en el interior de aquel departamento que temporalmente le sirvió de refugio y nido de amor a su hermana y a su “enamorado”, de quien se encargaría ahora.
-¡Carajo! Siempre hace eso… ¡Vamos!- El joven Sherlock dio la orden y todos se abalanzaron al interior del lugar apuntando con sus varitas en todas direcciones, cubriendo el perímetro de cualquier amenaza que pudiera dañar a su amo quien se apresuró a subir las escaleras y sin pensarlo dos veces pateo la puerta de la habitación principal que no supuso ningún esfuerzo para él, seguido por su fiel escolta compuesta por dos de sus mejores mortifagos y maestros, fieles tutores de su infancia en quienes confiaba ciegamente para proteger su vida y claro, Abraham Sherlock un joven y talentoso aprendiz que tenía casi su edad y quien era su jefe de seguridad, era completamente opuesto a Reggan y aun así se entendían demasiado bien, como los mejores amigos, como si fueran hermanos.
-¡AH!- Catherine grito ante el estruendoso sonido de la puerta rompiéndose y Darío se levantó de la cama corriendo para intentar detenerlos pero Reggan fue más rápido y lo tomo por el cuello pegándolo contra la pared mientras las tres varitas a su espalda apuntaban amenazantes al menor.
-Hola, Jade…- Exclamó el mayor mirando a la joven en la cama en ropa ligera- ¿Te diviertes? – dijo con tono despectivo mientras regresaba su mirada al mayor analizándolo con detalle, era lo que las chicas llamarían “apuesto” y parecía encantador, aunque evidentemente era mucho mayor que ella.- Tu… y tu… ¿Tan fácil creíste que podías salirte con la tuya? Llevarte a mi hermana… ¿A caso le contaste de tus negocios con el conde Vlad? ¿Qué te contrataron para matarla?- Reggan tenía una mirada y una sonrisa perversas, disfrutaba esto. El mayor observo a Jade que estaba aterrada por que pudieran dañarlo pero aun más por las palabras de su hermano.
-¡SUELTALO! ¿Es cierto eso que dice? Darío…- Ambos tenía miradas confusas, el mayor comenzó a reír presa de lo descabellado de la situación y dejo el cuello del mayor quien cayó al suelo para levantarse inmediatamente queriendo hacerle daño pero no podía por la amenaza de los mortifagos que no dudarían en matarlo.
-Esto es mejor de lo que pensé, Darío Lutz te presento a Catherine Jade Stoker, tu objetivo, tu plan, tu contrato… Nuestro tío te pago para que te deshicieras de ella.
- Jade…- repitió el mayor mirándola detenidamente.
-¡N0 me importa!- Jade salió corriendo de la cama y lo abrazo- No me importa lo que haya pasado antes, yo no voy a permitir que hagas esto… Reggan.- Era la primera vez que se veían después de cinco años, ambos cambiaron muchísimo.
Él no estaba nada contento:
-No puedo creer que seas tan tonta…- La tomo por el brazo y la aparto con fuerza del mayor justo antes de golpearlo en el abdomen con fuerza.
-REGGAN! ALTO!- Grito la menor desesperada, se acercó hasta ella y la tomo del cabello.
-Vaya, vaya, cuanto has cambiado ¿Cuan tonta crees que te ves ahora? Suplicándome por alguien como él.- Estaba llorando
-No me importa, yo… yo lo amo.-
-Tú no sabes que es el amor, tienes dieciséis años.- Se levantó y pateo al joven que había soportado aquel golpe justo en el mismo lugar.- Sherlock que había sido participe de innumerables actos de crueldad y tortura por parte de su amo no estaba nada tranquilo con lo que hacía. Una y otra vez siguió golpeándolo mientras Jade gritaba, se levantó y corrió hasta su hermano intentando frenarlo pero solo consiguió que se enojara más. La empujo con fuerza haciéndola caer al suelo donde se golpeó la cabeza y se desmayó. Darío al ver aquello se levantó, era un poco más alto que el menor y lo golpeo en el rostro con fuerza haciéndolo caer hacía atrás antes de correr hasta Cate tomándola en sus brazos.-
-Jade!- Reggan sintió la sangre en la boca y escupió mirando a sus acompañantes que estaban furiosos-
-Esperen…- Se levantó y camino hasta a pareja poniéndose en cuclillas frente a ellos.- ¿Por qué? Porque ella… porque tuviste que involucrarte con mi hermana… Una Stoker… tu objetivo ¿En verdad no sabías quién era? Y ahora que lo sabes ¿Qué piensas al respecto?
Si las miradas pudieran matar la de Darío ya lo habría asesinado diez veces.
-El amor no tiene explicación, Jade es diferente a ustedes, a los Stoker, ella cambió su apellido por el repudio que tiene a las personas como tú, yo no puedo creer que ambos vengan del mismo lugar, si decides matarme hoy habré muerto defendiendo a lo que más sentido le ah dado a mi vida, no me importa que fuera mi objetivo, me enamore y eso lo cambió todo para ambos…- De pronto algo se colocó en la garganta de Ree quien bajo la mirada encontrándose con la varita de Jade apuntándole al cuello.
-Uh… que atrevimiento hermanita ¿Serías capaz de asesinarme?
-Soy una Stoker, lo quiera o no, sería capaz de matar a quien yo quiera, y aún más a quien se atreve a amenazar lo que más amo de esta manera.
-Patética, igual que tu madre…-
-Lo único patético aquí eres tu, creyendo que tienes el derecho de hacer esto…yo nunca deje de amarte, eras lo único que me daba esperanza en esa familia, el único que no era tan despreciable después de todo, fuiste mi ángel, mi camino, mi guía y ahora viniste para mostrarme la verdad, podrás ser el jefe de una familia tan poderosa y aun así, jamás vas a conocer lo que es el amor, el cariño, el aprecio o la amistad verdaderas, yo siento lastima por ti.
Comenzó a reír nuevamente, una risa de descontrol:
-Amor… el amor es una basura, un sentimiento inútil y sin sentido, yo… me enamore de alguien como nunca creí poder llegar a hacerlo y… se acabó, todo por quien soy, por nuestra familia y nuestro propósito, renuncie a ella para protegerla y no permitiré que eso te pase a ti, tu vendrás con nosotros, estés viva o no.
Darió saco su varita alertando a la seguridad del menor, pero en lugar de apuntarlo a su enemigo lo apunto a la menor y ella a él.
-No nos vas a separar Ree… esta vez no voy a renunciar a lo que me hace feliz, esta vez no me quedaré mirando como vez que otros me lleven y no hagas nada, ya no soy la misma niña que hace cinco años. Avada queda…- El mayor no los dejo terminar cuando con un Expelliarmus les retiro las varitas a ambos de las manos y las recogió del suelo.
-Ustedes sí que son un caso perdido…mi hermana siempre tan romántica, debes dejar la literatura romántica por un tiempo. Levántense… tomaremos el té. – Bajo las escaleras y los espero, para cuando bajaron las heridas de ambos ya habían sido curadas.- El poder de la magia, es fascinante…- Aun no se fiaban del contrario, lo miraban con cautela pero sin sus varitas no podían hacer mucho para defenderse.
-Siéntense…- dijo mientras Sherlock servía el té, el mayor lo probo y una sonrisa apareció en sus labios.- Siempre haces maravillas con todo…-
-Bien… deben saber que la familia no está nada contenta, por una parte no saben nada de esto y sospechan que no estás muerta, los buscan sin descanso, agradezcan que yo los encontré primero. Segundo, pasaron mi prueba pero que drama se aventaron con su romance trágico novelezco, eso sí que me dio pena hasta a mí, tómenlo con calma, no llevan ni tres meses juntos. Me disculpo por los golpes y por las puertas, pero ya están reparadas, tranquilos, no me odien y… Si te atreves a lastimarla te matare… - Le dijo al mayor con una mirada encantadora.- Lo cual me lleva al siguiente terminó.- Jade, debes volver a casa una temporada, conmigo.
-Me niego.-
-No fue una petición, fue una orden, fuera no estas para nada segura.-
-Yo la protegeré.-
-Si amigo, no dudo de ello, tengo tu informe.- Uno de sus subordinados le entrego un pergamino que procedió a leer.
-Dario Lutz, 20 años, nació el 25 de Diciembre en Nueva York. creció en un orfanato hasta que cumplió la mayoría de edad, luego de eso se dedicó a ser un asesino a suelo con sus dos compañeras que al igual que él salieron del mismo lugar, se hacían llamar… blah, blah, blah, Ada y Elysian Lutz, después de eso y debido a los problemas mentales de la menor de las hermanas su grupo se disolvió y…- Se detuvo, pensando un momento en lo que acababa de leer y se quedó boquiabierto.
Se levantó de golpe dejando caer la taza de té que se destrozó en el suelo
-Elysian Lutz… ¿¡eres hermano de Ely!?- Era evidente que si pero él no podía creer lo pequeño que era el mundo para poner a su hermana y al hermano de su amor imposible en el mismo camino, en el amor.
-¿Tu que sabes de Ely?- Estaba tan sorprendido como él.
-Oh por mi padre… haberlo dicho antes, se va a molestar mucho cuando le cuente lo que paso… en verdad lamento este malentendido, una disculpa Darío, soy Reggan B. Stoker, yo salgo con tu hermana o… lo hacía. –Se mordió los labios al recordar las palabras que le dijo a la menor para romper su corazón que no tenía nada de culpa en las situaciones que estaba pasando en su vida.- Debo hablar con ella, de hecho eso debería estar haciendo en lugar de estar aquí…-
-Catherine… Escúchame bien, aun no estoy del todo convencido de esto… de tu y este chico mucho mayor que tú- le lanzo una mirada inquisitiva a Darío.- Pero… ¿Estas segura de que es lo que realmente quieres? ¿Y que realmente lo amas?
-Lo estoy Ree… nunca quise nada con tantas fuerzas en mi vida.-
- ¿Y tú?
-Yo pertenezco completamente a Jade, la amo y la protegeré con mi vida-
-De acuerdo, pero no estarán a salvo ¿Lo entienden? Sherlock asígnales una escolta temporal hasta que arregle todo esto, que nadie los moleste…- El chico asintió- Ustedes me recuerdan a mi… y lo que debo hacer, debo arreglar las cosas con ella, decirle lo que siento y que la amo-
-¡HABLAME DE ELLA!- Se le abalanzo en un abrazo de panda-
-No! Aun no, te lo contaremos juntos, después, solo puedo decir que ella es maravillosa, que la amo y que defenderé lo nuestro aun a pesar de que nuestra familia se oponga completamente a la unión entre puros y mestizos.
-Ah! Ella es mestiza!?- Si bien Jade también creció con la misma mentalidad no lo aceptaba del todo pero era sorprendente que alguien como su hermano se atreviera a romper la ley principal por la que se regían los Stoker y también por la cual él mato al amante de su madre.- Yo solo quiero que seas feliz y ¡¡que la próxima vez que vengas a visitarnos tengas la decencia de tocar antes de andar partiendo puertas!! IDIOTA!- le dio un golpe en la cabeza y Sherlock comenzó a reír- Yo estaba a punto de hacer lo mismo señorita. Los tres habían crecido prácticamente juntos y él no dejaba de ser guardia de ambos.
-Lo siento, lo haré, recuerda lo que dije, al menos una temporada debes regresar a casa, un par de días para que vean que no vas a doblegarte y huir. Quiero que todo cambié… pero no es sencillo, sabes cuán grande es nuestra familia, cuantos aliados tenemos y cuál es su mentalidad, debe ser lento y desde adentro, aunque sea el jefe y todos me respeten sabes que no aceptaran algo tan radical. Requiere tiempo y mucho trabajo, te necesito.
-Está bien, me recuerdas a mamá, debes descubrir quien la mato… y lo mataremos- Le dio un beso en la mejilla con una amplia sonrisa.- Ahora ve por Ely y dile que eres idiota.
-¿Cuándo te volviste tan rebelde?
-Soy una Stoker y tu hermana, era cuestión de tiempo-
-Ten cuidado Darío- dijo mirándolo divertido.
-Lo haré-
Salieron de ahí, con rumbo a Londres nuevamente. Reggan buscaba las palabras para disculparse con Ely, entendía si ella aun lo rechazaba pero más que nada quería expresar cuanto la amaba, cuanto la necesitaba y lo mucho que la extrañaba. Cuando llegó a salvo sus escoltas lo dejaron, para cuando llego a Londres una suave brisa anunciaba el comienzo de una tormenta, era momento de buscarla.
“The beauty is in my life. The pleasure is in my hands. The darkness in my soul “
El artista es creador de belleza. Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte. El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía. Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza. Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza. No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo. La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo. La aversión del siglo por el romanticismo es la rabia de Calibán al no verse la cara en un espejo. La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar. El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable amaneramiento de estilo. Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo. Pensamiento y lenguaje son, para el artista, instrumentos de su arte. El vicio y la virtud son materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor. Todo arte es a la vez superficie y símbolo. Quienes van más alla de la superficie, se exponen a las consecuencias. Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias. Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida. La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo. A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil.
||Cerrado|| La calma que precede a la tormenta: Un último baile a nuestro favor, porque la poca cordura que me queda quiero perderla a tu lado. || Baile de Halloween/Copa de las casas || Después de la cena y el desastre causado por Peeves ||
El anunció había sido dado, una multitud de aplausos, gritos y expresiones de asombro, decepción y alegría se hicieron presentes a la par del cambio de color de las banderas que adornaban el gran comedor portando con orgullo el escudo de las águilas de Ravenclaw. Una sonrisa se poso sobre los labios del mayor, que estaba en un momento de claridad único, uno que nunca antes había experimentado, pensaba con emoción autentica, en sus amigos, compañeros, en su cita de esta noche, y en que aunque no hubiesen ganado se alegraba por los cuervos por su triunfo. Se sumó al aplauso, con el brillo que recobraron sus ojos que lucían tiernos, casi infantiles. Aun después del incidente que Peeves provoco y que los dejo a todos llenos de una desagradable, viscosa y olorosa sustancia verde de dudosa procedencia, aun a pesar de eso seguía de un excelente humor, sus cambios recurrentes eran una alerta de lo que vendría más adelante, pero por ahora, mientras había regresado a su habitación, mientras tomaba una ducha y mientras se ponía el disfraz elegido para esta noche, no pensaba en nada más, era como si su mente aislará todas las preocupaciones dejándolo ser un chico de dieciocho años común y corriente. El cabello corto le lucía bastante bien, dándole una nueva perspectiva, una nueva imagen a su atractivo rostro. Solo quería, que a Ely le gustara, solo podía pensar en ella de camino al gran comedor donde muchos de los estudiantes ya se estaba reuniendo, algunos con disfraces simples, otros con algunos más elaborados o extravagantes, cada uno único, por su parte el suyo podría describirse como, ajustado. Muy ajustado, marcaba todos los músculos y formas de su cuerpo, pero con la mascará nadie imaginaría que era él. Quería permanecer incognito un rato, en lo que encontraba a Ely, se estaba divirtiendo de una manera tonta. Entro al gran comedor buscando con la mirada, pero ella no estaba ahí, no habría que quedarse esperando aislado de todos, estaba eufórico, quería bailar, aprovechar el tiempo, el poco tiempo que le quedaba para ser estúpido, un adolescente, un chico que no temía o esperaba nada, así fue como las canciones pasaron volando, una a una como sus compañeros de baile, chicos, chicas, no importaba, no importo hasta que vio al ángel de ojos rasgados que había entrado en la habitación, quien sabe cuánto tendría observándolo, se sintió apenado, sus mejillas enrojecidas por al excitación y la vergüenza que le causaba ser tan despistado. Se aproximó a la menor, se quito la mascará y le sonrió de forma carismática, sensual y lo que no podría ocultar, su enamoramiento, estaba enamorado y quizás esta sería la última oportunidad de demostrarlo, su última noche de claridad, la quería pasar con su musa, con su primer y más grande amor, quería que ella lo comprendiera, antes de tener que dejarla para no lastimarla o hacerle daño, antes de apartarla de sus brazos, antes de romperse el corazón para no arrastrarla al abismo.
*
-Señorita Lutz, ah venido… gracias por aceptar mi invitación para esta noche- su cumplido lo hizo reír de manera encantadora, él confiaba en que se veía sumamente bien, siempre fue muy seguro con su cuerpo, y la tela del traje se adaptaba perfecto, era como andar desnudo pero sin lo inmoral y representando a lo que el joven de la tienda de disfraces le dio a conocer como “superhéroe” algo completamente ajeno a él, y por eso lo eligió. - Espero que diferente sea bueno… usted luce preciosa- tomo su mano con suavidad, besando su dorso- Así es como debería verse una guerrera, fuerte y valiente, conservando la sutileza y la belleza… es simplemente, perfecto.- Acerco su mano al rostro de la menor, queriendo acariciar su mejilla pero se detuvo antes de tocar su piel, debía calmarse para no asustarla, estaba demasiado exaltado por toda la actividad de hacía unos minutos, bailar canciones lentas lo pondrían en sintonía.- Me concedería su primer baile? Y… todos los que vengan después.- La atrajo, en un movimiento casi seductivo, hacía la pista de baile donde se reunían las parejas una a una en una noche que era encantadora y romántica. El Halloween traía consigo algo mágico e inexplicable, esta noche sin duda planeaba hacer que Ely se divirtiera como nunca.
*
Sus palabras eran dulces y desprevenidas, sumamente inocentes y a la vez peligrosas, le encantaba. -Me resulta sumamente placentera la manera en que lo expresa- Tomó su mano para llevarla a la pista de baile.- Nuestro primer baile escolar, me alegra tanto que usted sea mi acompañante, la compañera perfecta con la que quiero compartir esta y mas experiencias memorables, si me lo permite claro. Amaba la música, y bailar aunque su estilo podría resultar un poco obsoleto por ello adoraba las canciones lentas, ya que todas eran una variación del clásico vals y la pieza que comenzaba a sonar, además de llevar un ritmo tranquilo resultaba ser perfectamente romántica para su primer baile. https://www.youtube.com/watch?v=oiw7B-dFjhc Ahora se sentía tonto por no haber sido un príncipe, así abrían combinado a la perfección, ella parecía una princesa pero era genial como sus trajes contrastaban tanto y a la vez como ellos, sus personalidades, se complementaban a la perfección. Sus movimientos suaves, acordes a la música y la letra que describía el momento de ensueño, no pudo haberlo planeado mejor, no conocía la canción pero memorizo las palabras que sonaban por la habitación quedando enganchado de ellas: -No apartes tus ojos de los míos- comenzó a cantar solo para ella- Me prometes… que seguiremos bailando a donde quiera que vayamos? Es como un relámpago, así de raro es hallar a alguien como tu…Es una en un millón, la posibilidad de sentir lo que sentimos tu y yo… Y con cada paso que damos juntos todo sale cada vez mejor…No tengas miedo a caerte, sabes que te atrapare a pesar de todo… Nada podrá separarnos, porque mi corazón está donde tú estés…- Mientras exclamaba tan dulces palabras sus ojos la miraban con amor, ilusión y deseo de sellar la promesa que habían hecho aquella tarde en el café en Londres. Pero se mantenía firme, aun teniéndola tan cerca, aun deseando más que nunca hacerlo, no quería asustarla y romper todo lo que habían logrado.
Estaba ahí, postrado frente a un paraíso en la tierra, de un momento a otro se encontró de cuclillas sobre el suelo admirando todo desde otra perspectiva hasta que la calma fue interrumpida y el soplar suave del viento se vio opacado por el dulce aroma y la hermosa presencia de una joven que lo hizo salir de su zona de confort.
Era un sueño de belleza en momentos de reflexión que lo tomo por sorpresa, no se dio cuenta de su llegada hasta notar que se alejaba de él. Era exquisita, un hermoso ser con piel de porcelana y ojos inexpresivos que llamaba a lo más profundo de su ser, el deseo y la impaciencia de conocerla se centraron en él, se puso de pie recobrando su elegante postura y como si se deslizara sobre la arena se dirigió hacia ella. Paso a su lado avanzando aun mas por enfrente antes de girarse mirándola con la intensidad de una mirada curiosa que escudriña algo por primera vez, examinándola. Era pequeña y lucía demasiado joven como para haber pasado de la mayoría de edad, se veía como un ser inocente, intocable, casi divino pero sus ojos y su falta de rasgos sensitivos alejarían a cualquiera que se atreviera a mirarla con detenimiento, pero por el contrario, esto aumento el interés del mayor quien dio un par de pasos delante acercándose un poco pero aun quedando a una distancia respetable. De cerca sus rasgos parecían tan intensos que creyó que el corazón se le saldría del pecho de lo fuerte y rápido que latía. Era tan pálida, como si los rayos del sol jamás hubieran acariciado su piel como él quería llegar a hacerlo. El delicado vestido de encaje pálido contrastaba dulcemente con su piel hecha de ilusiones y deseos prohibidos, resaltando su delicada figura. Un suspiro de satisfacción solo de contemplarla salió de entre sus labios antes de pronunciar una palabra rompiendo el mágico momento que aun permanecía, como si todo a su alrededor se hubiera detenido y solo estuviera este ángel frente a un demonio que estaba listo para hacer un pacto, de que le entregará su alma y fueran a los infiernos mas profundos buscando el placer: -Disculpe mi atrevimiento, pero no eh podido ignorar su presencia, es un placer presentarme frente a tan exquisita criatura. Hola, soy Reggan B. Stoker, acabo de llegar y creo que estoy algo perdido- Dijo con una sonrisa encantadora que resaltaba sus facciones, por el contrario seguía perdido en ella, su cabello elegantemente recogido con un moño, ondeaba al soplar del viento, sus hipnotizantes movimientos lo hicieron perder el aliento hasta que recordó donde estaba y salió de ello esperando una respuesta.
Los murmullos y risas no se hacían esperar en los corredores, salas comunes, torres, en cualquier lugar al que pudiera ir el espíritu de juventud que recorría con jovial alegría el castillo. Hoy, la última noche del bloque, el cierre de un ciclo. El final secundario de lo que comenzó hace un par de meses que llego a Hogwarts, esta noche una casa se coronaría campeona sobre las demás demostrando su determinación y fuerza para sobresalir, para ser la mejor, por tener a los alumnos y miembros más destacados, con propósitos firmes que lograron cumplir. A simple vista podría parecer algo simple, una sana convivencia estudiantil, pero para Reggan en los momentos en que avanzaba hacía el gran comedor, con su impecable uniforme significaba mucho más… Todo había sido tan divertido, la convivencia, conocer a personas de su edad, magos admirables que demostraban que no era necesario pertenecer a una familia influyente o ser portador de una pureza de sangre que trascendía generaciones, eso era todo lo que necesitaba saber, que existían personas excepcionales que eran autenticas y únicas. Ely, Daría, Wen, Mía y a todos a los que aun no conocía. Siempre busco la belleza estética, los sentimientos eran algo pasajero, pero la experiencia vivida en los imponentes muros llenos de historia que se convirtieron en su nuevo hogar le demostró que las personas eran mucho más que objetos, como él los utilizo durante tanto tiempo, de formas y maneras inimaginables, dignas de un monstruo, eso era, un ser despreciable, lleno de odio e ira, carente de cualquier sentido de humanidad, quien dijera lo contrario estaría mintiendo, una mente brillante nublada por la creciente necesidad de aparentar algo que no era. Se daba cuenta de que todo lo que creyó haber vivido y la experiencia de la que presumía solo eran mentiras, su vida era una mentira, su sonrisa, su belleza, su personalidad, su familia, nada tenía valor. Todo perdía sentido mientras avanzaba con expresión vacía, entrando al gran comedor donde las risas se alzaban, las voces jubilosas de emoción ascendían dando buenos deseos, expresando las ideas más triviales y a la vez fascinantes, todos lucían radiantes, estaban de fiesta, había tantos motivos para ello.
El joven Slytherin se sentó a la mesa con una sonrisa inexpresiva en los labios, parecía que todo a su alrededor se movía en cámara lenta mientras uno a uno, sus compañeros se unían a la celebración, Reggan observaba a cada uno de ellos. Todo estaba preparado, estaba escrito que esta sería una noche mágica, sin embargo, el joven de ojos ausentes, mirada cansada por la última semana que paso sin dormir resultaba aterrador, se corto el cabello, su piel había palidecido más de lo común, el encantador misterio que lo rodeaba se convirtió en una alerta de peligro. La mueca en la que se había convertido aquello que se conocía como sonrisa se deformo aun más cuando el prefecto habló, sus primeras palabras resonaron en su mente y ensordecieron el resto:
- Es una noche especial, ¿no? – Su decimo octavo cumpleaños llegaría en tan solo unas horas, al timbre de la media noche, eso significaba varias cosas, sería mayor de edad, con ello vendrían más responsabilidades, no solo físicas, emocionales, si no legales, se convertiría en el líder de la familia Stoker, pero nunca imagino que la repercusión sería tan grande y estremecedora para su mente, entendía el por que hizo todo lo que hizo en el pasado, desde que perdió a sus padres, cuando se dejo llevar por la lujuría, los vicios, la sed de sangre, no se estaba entregando al destino de su familia, quería aplazar este momento en lo más posible, evitarlo ahogándose en sexo y alcohol, drogas y la muerte de inocentes para no aceptar que lo peor aún estaba por venir, que lo que le aterraba no era perder su belleza o su poder, si no… él mismo, su verdadero ser y de lo que era capaz, nunca estuvo preparado pero era una realidad, y esta noche, la llave que mantenía cerrada esa puerta y que creyó se había perdido no era necesaria, ya que el mal que estuvo recluido durante diecisiete años, once meses, cuatro semanas, dos días, Veinte horas, varios minutos y muchos segundos que no se detenían, saldría al filo de la doceava campanada del reloj, al filo de las dieciocho primaveras que se había sentido solo, en casa, con la esperanza de que todo cambiaría en algún momento. Funcionaba en automático, se puso en pie, su cuerpo rígido se movía involuntariamente imitando las acciones de los demás, alzo la copa brindando con sus compañeros mientras en su cabeza algo terminaba de romperse. El brillo de sus ojos no existía, y aunque su porte, hermoso y elegante, lucía como siempre, él ya no era el mismo, y no lo volvería a ser.
Una tenue luz de cordura ilumino la obscuridad que se cernía sobre su alma, solo un pequeño resplandor, hasta la media noche le permitiría disfrutar el par de horas que le quedaban, para ser joven, autentico, para divertirse… tomó el pequeño paquete que había frente a él en la mesa, era un collar con un significado entrañable, lo coloco en torno a su cuello, este resplandeció a la luz de las velas, antorchas y decoraciones halloweenescas que adornaban todo, parecía todo sacado de una historia en la que existían las brujas, los vampiros, hombres lobo, criaturas que atormentaban a los mortales en esta terrorífica y mágica noche, aquella en la que todos celebraban el comienzo de nuevas cosas, cercano a celebrar el día donde los espíritus caminaban entre nosotros, era tan extraño.
||Privado|| Sala común Slytherin || 2:00 am. || 20/09/2016 || Charlas de media noche con los demonios: Los recuerdos pueden ser tan imprevistos. || #MGCActividad #MGCMusicPlay
La navaja se deslizo suavemente sobre su muñeca, dejando a su paso un ligero corte del que la sangre brotaba, contrastando con su pálida piel que permanecía insensible, preguntándose si debía cortar más profundo para poder sentir un poco de dolor, lo hizo hasta sentir un cosquilleo suave, era interesante como después de todo lo vivido su piel había perdido la sensibilidad por las sensaciones desagradables, pero en cambio, las caricias, los besos, los suaves roses de la piel contraria le resultaban agobiantes, estremecedores y sumamente placenteros.
Las suaves llamas de la chimenea iluminaban una parte de la amplia habitación que en su mayoría permanecía sumida en las sombras dando el ambiente perfecto para las horas de meditación que Reggan llevaba sentado sobre uno de los sofás de piel de la Sala común de las serpientes.
First Song: Nine Inch Nails: Every day is exactly the samehttps://www.youtube.com/watch?v=-i_jpgZN39s
♫I believe I can see the future Cause I repeat the same routine I think I used to have a purpose But then again That might have been a dream I think I used to have a voice Now I never make a sound I just do what I've been told I really don't want them to come around Every day is exactly the same Every day is exactly the same There is no love here and there is no pain Every day is exactly the same I can feel their eyes are watching In case I lose myself again Sometimes I think I'm happy here Sometimes, yet I still pretend I can't remember how this got started But I can tell you exactly how it will end ♪ I'm writing on a little piece of paper I'm hoping someday you might find Well I'll hide it behind something They won't look behind I'm still inside here A little bit comes bleeding through I wish this could have been any other way But I just don't know, I don't know what else I can do♪
Era impresionante lo que podía llegar a hacer por sus propios meritos, nunca se había acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo, sus sirvientes, sus acompañantes, sus amigos y amantes temporales lo hacían todo por él. Pero esta tarde que paso en Hogsmeade pudo descubrir una pequeña parte del mundo del que estuvo apartado por tanto tiempo. Había comprado algo que seguramente sería su mayor confidente durante su estancia en este lugar. El tocadiscos tocaba una de sus canciones favoritas y una que a la vez le traía recuerdos de sus días aburridos en casa cuando solía ser un “chico bueno” donde asistía a las reuniones sociales en Rumania, fiestas exclusivas, desayunos, comidas y cenas en las mejores mansiones, con las mejores familias, en los mejores bailes, siempre hablando de política y sociedad, siempre siendo alagado, amado y venerado por todos, siempre lo mismo. Tan aburrido, tan vano… Oh, como llego a odiar la vida en esos días, sin Catherine en casa solo podía charlar con los libros, expresarse con la música y sus diarios.
¿Cuándo es que todo eso cambio? Cuando la orden decidió aceptarlo. Cuando comenzó a liberar toda esa represión con sus víctimas, cuando toco el cielo cometiendo los actos y crímenes más reprochables y perversos. La canción terminó y comenzó otra, vaya que le gustaba ese disco. La música en vinil sonaba tan autentica que se relajo notoriamente llevando el whisky a sus labios a la par que recitaba la letra de la canción sumiendo sus recuerdos en la obscuridad.
Second Song: Nine Inch Nails – Closer: https://www.youtube.com/watch?v=A4nhl9j-Fsc
Castillo Vlad, 2014: El aroma de la sangre invadía todo el lugar, los cuerpos parecían danzar con suaves movimientos, desde el vestíbulo hasta la habitación principal en el ala este. La nieve caía lentamente afuera, pero dentro, el calor se apoderaba de todo. La a sangre aun brotaba de las heridas de cinco cuerpos inertes tirados sobre el suelo, mientras los otros tres se desbocaban sobre las sabanas ensangrentadas en un acto de deseo y perversión pura.
Definitivamente uno de los mejores encuentros durante una de sus fiestas privada que había tenido, las chicas eran preciosas, le alegraba haberlas dejado vivas y verlas en varias ocasiones después.
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Una canción que develaba todos los pecados que había cometido y por que lo había hecho, para darle un motivo a su vida, un propósito en lo que era mejor, hacer sufrir a los demás. Y al mismo tiempo pensaba en Elysian¿Qué opinaría ella de todo eso? No tenía ni una semana de que se había apartado de ese ritmo de vida tan poco común y no estaba seguro de poder mantenerse alejado, aunque la constante de orgías en su mansión habían terminado por volverse una nueva rutina que comenzaba a aburrirle, su nuevo interés era esa joven, pero nada le garantizaba que ella comprendería y al mismo tiempo que aceptaría que tuvo un pasado tormentoso, todo era una cadena de eventos que comenzó a formarse desde el instante en que respiro por primera vez, y con Ely no quería tener secretos, no podría ocultarle la verdad de lo que era aunque terminará odiándolo, ella sería por el resto de su vida la única mujer a la que llego a amar de esa manera. Aunque no sabría como tomar su rechazo definitivo, quizás esta fuera en conjunto, una de las pocas veces en su vida que haya considerado terminar con su vida. Encendió un cigarrillo, el humo se esparció por la habitación mientras una tras otra las canciones develaban nuevos recuerdos.
Llevándolo al pasado, y de pronto al futuro, sus visiones tan nítidas, tan reales, le atemorizaban cada vez mas, se levanto de golpe dejando caer el vaso al suelo que se hizo trisas al estrellarse con la fría superficie:
-Catherine...!-
|| ¿Esta es la despedida? || La nota había sido enviada. El lunes había quedado como día libre en el nuevo horario de clases, y el joven Slytherin no había dejado de pensar ni un solo momento, desde que comenzó su viaje a Rumania, hasta su regreso, en la señorita Elysian Lutz. Aunque no de la misma manera que solía hacerlo, como un colegial enamorado de la única mujer que había logrado conquistarlo en cuerpo y alma. Y a quien ahora debía alejar de su lado, esperando poder hacerlo de la mejor manera, aunque pensándolo bien, con lo que habían vivido, con las palabras que él uso tan desprevenidamente prometiéndole el sol y las estrellas y que ahora debía romper todas y cada una de sus promesas por mantenerla a salvo. Se sentía tal como el día en que Catherin fue arrancada de su lado, y ahora había recibido una nota de su hermana menor que lo hizo sentir como la peor persona del mundo, y en realidad lo era, un ser despreciable que nunca mereció el amor de nadie, en especial el de Ely. Estaba ansioso, en extremo nervioso, nunca estuvo en una situación similar que lo hiciera sentir tan incomodo y que lo llevara a cambios de humor tan extremos, estaba deprimido, y a la vez se alegraba porque era lo correcto, pero en el fondo de su corazón sabía que esto no solo lo destrozaría a él si no a ella y no sabía si podría soportar verla llorar. Se odiaba tanto por tener que hacer las cosas así. Cuando recibió la última respuesta su corazón dio un brinco en su pecho, quería posponer el momento todo lo posible pero quizás fuera mejor hacerlo lo más pronto posible. Afuera quizás el día estaba encantador, pero para él hacía frió, estaba nublado y era deprimente. Avanzaba con paso apesadumbrado hacía el lago, con la vista fija al frente sin prestar atención a nada a su alrededor que parecía ir en cámara lenta. Minutos que le parecieron una eternidad, no quería llorar pero sus ojos amenazaban con traicionarlo conforme la imagen de Ely apareció frente a sus ojos, lucía preciosa, como un ángel hermoso y perfecto pero eso no era todo, denotaba alegría y vitalidad, se acerco cada vez mas lento hasta que se detuvo frente a ella: -Hola… gracias por venir- Su voz era rígida y seria, suspiro un momento para calmarse un poco, ella lo hacía sentirse tranquilo, aun en una situación como esta.
*
-Ah…- No se esperaba las flores, era claro que Ely tenía una idea distinta del por qué se habían reunido- Gracias son… muy lindas- Las tomo observándolas por un momento con dolor. Cada una de sus palabras eran como una puñalada, como un sectumsempramultiplicado por un millón de ataques recibidos al mismo tiempo, no podía expresar su sentir, era como si su aliento poco a poco fuera consumido por el momento, no podía respirar, se sentía débil, estaba pálido a comparación de la menor, que bajo aquella preciosa sonrisa, aquella que Reggan siempre deseo ver de forma natural en sus labios y que ahora obtenía, no podía apreciar de la manera que le gustaría por estar cegado por el miedo. Habría preferido negarse a su petición, decirle que no quería verla más pero no lo hizo, en cambió asintió dándole permiso de hablar primero. Sus ojos se encontraron con los de ella, la ilusión, la alegría, el amor eran latentes en su mirada, mordió su labio inferior para contener sus gritos de agonía, al principio suave mientras aguardaba escuchar algunas de las últimas palabras que se dirían.
*
Si tuviera un deseo en ese momento sin duda sería morir de inmediato, sin tener que decir lo que debía decir. Sin tener que romper los sueños e ilusiones de la menor, sin tener que arrancarle las alas de la forma más cruel posible, preferiría arrancarse los ojos, la lengua, quitarse la vida, pero eso tendría que esperar. Un par de lagrimas se escaparon de sus ojos, jamás lloró frente a nadie pero ahora todo se derrumbaba a su alrededor. No quería alejarla, pero era su deber. -Ely…- alcanzo a articular con la voz entrecortada- Tu no… no me amas, no puedes amarme, no debes.- Se inclino ligeramente hacía ella y le susurro lo más suave posible al oído esperando pudiera entender sus palabras con detenimiento. –Sígueme la corriente, no es seguro hablar aquí, te lo explicaré todo después pero por ahora, por favor solo reacciona a lo que te diré y perdóname.
Se aparto mirándola con temor, nunca sus palabras le parecieron tan cuestionables y peligrosas: -No puedes amarme porque yo no puedo amarte, Nunca estarías a salvo a mi lado porque, no somos iguales, yo soy puro y tú eres… una mestiza sin valor.- Se mordió el labio con tanta fuerza que dolía demasiado pero no más que el dolor que se estacionaba en su pecho, ese dolor que le causaba tener que ser arrogante con la persona más importante para él- Así que quiero que te alejes de mi, y ya no me busques porque si pensamos en algún momento que podíamos estar juntos, estábamos tan equivocados, además no tengo tiempo de estar jugando a los enamorados, no lo lamento, fue hermoso mientras duró pero ahora, todo carece de sentido, mi vida ahora mismo es demasiado complicada como para atreverme a pensar si quiera en tener una relación sentimental y si fuera el caso… no sería contigo. – Su labio comenzó a sangrar de la presión que ejercían sus labios pero aquello no se comparaba con lo que su interior gritaba, quería disculparse, besarla y quedarse a su lado toda la vida pero no lo haría. – Así que…
*
Reegan habría deseado tomar esta clase desde mucho antes, le gustaba el aire libre y la manera en que la profesora se expresaba del tema, se notaba que lo disfrutaba, ella era interesante. Lo que no sabía era que una planta tan común como un frágil diente de león tuviera propiedades mágicas para la elaboración de varitas. Eso sí que le llamaba la atención pues si bien no le interesaba dedicarse a la elaboración de dichos instrumentos, si que le interesaba saber cómo fortalecer algo tan importante como lo era Amethyst. Y personalmente disfrutaba de las infusiones, de conocer nuevas cosas en especial si derivaban en sensaciones placenteras como probar y conocer algo nuevo.
Por otra parte parecía ser que las clases en este lugar eran demasiado… ¿liberales? ¿Poco elaboradas? En el poco tiempo que llevaba aquí le daba dicha sensación. Aunque había escuchado que la semana anterior los alumnos de DCAO fueron de viaje a Egipto para aprender mas sobre historia y maldiciones antiguas, como le habría gustado asistir, lástima que ese fue el día que llego y no tuvo tiempo de organizar nada ni de pedir los permisos necesarios. Pero aun mas frustrante que eso, no se dio cuenta de que se había pasado la charla completa de la profesora, observando a Elysian que permanecía atenta y al mismo tiempo estaba ausente, en otro sitió, su mente no estaba presente, se preguntaba que ocurría en su mente, dudaba mucho que estuviera pensando en la propiedades de los dientes de león, la melancolía en sus ojos lo decía. Cuando la clase “finalizo” la mayoría de los estudiantes se quedaron en el jardín como la señorita Andrade lo indicó, Reggan por su parte no podía aunque hacía una tarde preciosa, observo a Ely alejarse rápidamente volviendo al castillo, él por su parte debía ir a Londres a arreglar algunos asuntos personales.
¿Cómo era posible que aquel ser fuera tan hermoso? No podía explicarlo pero el tono de su voz era suave, exquisito, parecía acariciar su piel y dejarlo con un sentimiento de desear mas, podría pasar horas y horas escuchándola. Aun mas con un nombre como ese que formaba parte del misterio que era ella y lo dejaban con cientos de preguntas.
-Señorita Lutz, es un placer conocerla…- hizo una suave reverencia, sabía bien que debía guardar su distancia aunque esto hiciera que le doliera el pecho ya que estaba acostumbrado a que las chicas interactuaran con él de una manera más… intima. Se notaba muy tensa, pero resultaba fascinante como era que lo miraba, como examinando cada parte de su cuerpo a la vez que él deseaba que hiciera lo mismo con su alma. Su proximidad era tan tentadora que si ahora se encontraran en su castillo en Rumania, sin dudas no la dejaría irse nunca. Pero estaban en Hogwarts, una escuela con normas, reglas y profesores de magia experimentados que sin duda intervendrían si intentaba hacer algo extraño, debía irse con cuidado y calcular bien su estrategia, ya que estaba seguro de que ella le pertenecería tarde o temprano, todas lo hacían, aunque tenía la esperanza de que fuera diferente de una manera que lo complementara con una perfección irreal, por que en los defectos uno encontraba un equilibrio, Elysian Lutz parecía no tenerlos a simple vista, sus movimientos elegantes, su belleza de ensueño, sus labios que parecían haber hecho un pacto perpetuo de silencio, todo ese conjunto ocultaba muchas cosas, y Reggan no se detendría hasta descubrir todas y cada una de ellas, y amarla, hacer que lo amara con deseo y desesperación, que se enamorara de sus peores defectos, de su alma corrupta y de su vida en el pecado, que lo acompañara.
¿Podía permitirse arrastrarla al infierno con él? Definitivamente. O eso era lo que pensaba el mayor en ese momento, aun siendo el niño egoísta y caprichoso que había sido en los últimos años, antes de descubrir a aquel ángel que sostenía una rosa que contrataba con su pálida piel, de una fragancia inusual como su mirada que vacía permanecía apacible mientras poco a poco se revelaban cosas entre ambos.
-No pude escoger día más perfecto para llegar que el que el destino me tenía preparado, solo para conocerla…- Su mano vacilo en tocarla pero se contuvo solo sonriéndole con ternura, una ternura genuina que tenía cuando encontraba algo que le gustaba, algo que quería y deseaba. – Sería más divertido si juntos conocemos el lugar ¿No lo cree? ¿Podría acompañarla el resto de la tarde a pasear por los corredores descubriendo la “magia” de este lugar?
-¡! ¿Qué? ¡! ¿Alguien hará una fiesta en este lugar? – El joven se incorporo asomando la cabeza entre los arbustos, había pasado toda la mañana mirando el cielo, constantemente permanecía inspirado y por eso pensativo la mayor parte del día, resultaba abrumador y aburrido de cierta manera porque esta clase lejos de esta sometido a un régimen estricto de clases y entrenamientos como en casa aquí los profesores faltaban libremente a sus clases y todo era un absoluto descontrol. Se sentía agobiado y eso no era bueno para su salud, el estrés era terrible para la piel, te envejecía bastante, respiraba para mantenerse tranquilo justo antes de escuchar aquello por parte de la joven del cabello lila a quien desconocía por el momento aunque su particular acento resultaba sumamente encantador y elegante. Pero más que eso, sus palabras, era la primera “reunión” que anunciaban aquí desde su llegada y básicamente se estaba volviendo loco por la abstinencia a la que estaba siendo sometido desde que llego a aquel lugar y que solo era soportable con el recuerdo constante de Elysian. Pero ahora, esta era su oportunidad de relajarse y distraerse, de liberarse por un rato, aunque claro imaginaba que las fiestas por aquí en este caso “reuniones” serían muy distintas a las que acostumbraba pero inevitablemente, al escuchar la palabra fogata recordó aquel verano en el que las doncellas bailaban alrededor de la hoguera, desnudas y en pleno éxtasis con seductores movimientos, un día de celebración por la victoria en la batalla, los restos de sus adversarios yacían ardiendo en el fuego, era todo lo propicio para una velada inolvidable, luego de eso se fue a la cama con las cinco jóvenes, pero como fuera, igual a la mañana siguiente fue como si nada hubiese pasado. Una cama y una casa vacías. Eso dejo de importarle dese hacía tanto pero ahora tenía la inquietud de saber cómo era que celebraban los chicos de Hogwarts. Y esperaba que su precioso ángel estuviera ahí, eso haría de cualquier momento algo perfecto.