||Cerrado|| La calma que precede a la tormenta: Un último baile a nuestro favor, porque la poca cordura que me queda quiero perderla a tu lado. || Baile de Halloween/Copa de las casas || Después de la cena y el desastre causado por Peeves ||
El anunció había sido dado, una multitud de aplausos, gritos y expresiones de asombro, decepción y alegría se hicieron presentes a la par del cambio de color de las banderas que adornaban el gran comedor portando con orgullo el escudo de las águilas de Ravenclaw. Una sonrisa se poso sobre los labios del mayor, que estaba en un momento de claridad único, uno que nunca antes había experimentado, pensaba con emoción autentica, en sus amigos, compañeros, en su cita de esta noche, y en que aunque no hubiesen ganado se alegraba por los cuervos por su triunfo. Se sumó al aplauso, con el brillo que recobraron sus ojos que lucían tiernos, casi infantiles. Aun después del incidente que Peeves provoco y que los dejo a todos llenos de una desagradable, viscosa y olorosa sustancia verde de dudosa procedencia, aun a pesar de eso seguía de un excelente humor, sus cambios recurrentes eran una alerta de lo que vendría más adelante, pero por ahora, mientras había regresado a su habitación, mientras tomaba una ducha y mientras se ponía el disfraz elegido para esta noche, no pensaba en nada más, era como si su mente aislará todas las preocupaciones dejándolo ser un chico de dieciocho años común y corriente. El cabello corto le lucía bastante bien, dándole una nueva perspectiva, una nueva imagen a su atractivo rostro. Solo quería, que a Ely le gustara, solo podía pensar en ella de camino al gran comedor donde muchos de los estudiantes ya se estaba reuniendo, algunos con disfraces simples, otros con algunos más elaborados o extravagantes, cada uno único, por su parte el suyo podría describirse como, ajustado. Muy ajustado, marcaba todos los músculos y formas de su cuerpo, pero con la mascará nadie imaginaría que era él. Quería permanecer incognito un rato, en lo que encontraba a Ely, se estaba divirtiendo de una manera tonta. Entro al gran comedor buscando con la mirada, pero ella no estaba ahí, no habría que quedarse esperando aislado de todos, estaba eufórico, quería bailar, aprovechar el tiempo, el poco tiempo que le quedaba para ser estúpido, un adolescente, un chico que no temía o esperaba nada, así fue como las canciones pasaron volando, una a una como sus compañeros de baile, chicos, chicas, no importaba, no importo hasta que vio al ángel de ojos rasgados que había entrado en la habitación, quien sabe cuánto tendría observándolo, se sintió apenado, sus mejillas enrojecidas por al excitación y la vergüenza que le causaba ser tan despistado. Se aproximó a la menor, se quito la mascará y le sonrió de forma carismática, sensual y lo que no podría ocultar, su enamoramiento, estaba enamorado y quizás esta sería la última oportunidad de demostrarlo, su última noche de claridad, la quería pasar con su musa, con su primer y más grande amor, quería que ella lo comprendiera, antes de tener que dejarla para no lastimarla o hacerle daño, antes de apartarla de sus brazos, antes de romperse el corazón para no arrastrarla al abismo.
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-Señorita Lutz, ah venido… gracias por aceptar mi invitación para esta noche- su cumplido lo hizo reír de manera encantadora, él confiaba en que se veía sumamente bien, siempre fue muy seguro con su cuerpo, y la tela del traje se adaptaba perfecto, era como andar desnudo pero sin lo inmoral y representando a lo que el joven de la tienda de disfraces le dio a conocer como “superhéroe” algo completamente ajeno a él, y por eso lo eligió. - Espero que diferente sea bueno… usted luce preciosa- tomo su mano con suavidad, besando su dorso- Así es como debería verse una guerrera, fuerte y valiente, conservando la sutileza y la belleza… es simplemente, perfecto.- Acerco su mano al rostro de la menor, queriendo acariciar su mejilla pero se detuvo antes de tocar su piel, debía calmarse para no asustarla, estaba demasiado exaltado por toda la actividad de hacía unos minutos, bailar canciones lentas lo pondrían en sintonía.- Me concedería su primer baile? Y… todos los que vengan después.- La atrajo, en un movimiento casi seductivo, hacía la pista de baile donde se reunían las parejas una a una en una noche que era encantadora y romántica. El Halloween traía consigo algo mágico e inexplicable, esta noche sin duda planeaba hacer que Ely se divirtiera como nunca.
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Sus palabras eran dulces y desprevenidas, sumamente inocentes y a la vez peligrosas, le encantaba. -Me resulta sumamente placentera la manera en que lo expresa- Tomó su mano para llevarla a la pista de baile.- Nuestro primer baile escolar, me alegra tanto que usted sea mi acompañante, la compañera perfecta con la que quiero compartir esta y mas experiencias memorables, si me lo permite claro. Amaba la música, y bailar aunque su estilo podría resultar un poco obsoleto por ello adoraba las canciones lentas, ya que todas eran una variación del clásico vals y la pieza que comenzaba a sonar, además de llevar un ritmo tranquilo resultaba ser perfectamente romántica para su primer baile. https://www.youtube.com/watch?v=oiw7B-dFjhc Ahora se sentía tonto por no haber sido un príncipe, así abrían combinado a la perfección, ella parecía una princesa pero era genial como sus trajes contrastaban tanto y a la vez como ellos, sus personalidades, se complementaban a la perfección. Sus movimientos suaves, acordes a la música y la letra que describía el momento de ensueño, no pudo haberlo planeado mejor, no conocía la canción pero memorizo las palabras que sonaban por la habitación quedando enganchado de ellas: -No apartes tus ojos de los míos- comenzó a cantar solo para ella- Me prometes… que seguiremos bailando a donde quiera que vayamos? Es como un relámpago, así de raro es hallar a alguien como tu…Es una en un millón, la posibilidad de sentir lo que sentimos tu y yo… Y con cada paso que damos juntos todo sale cada vez mejor…No tengas miedo a caerte, sabes que te atrapare a pesar de todo… Nada podrá separarnos, porque mi corazón está donde tú estés…- Mientras exclamaba tan dulces palabras sus ojos la miraban con amor, ilusión y deseo de sellar la promesa que habían hecho aquella tarde en el café en Londres. Pero se mantenía firme, aun teniéndola tan cerca, aun deseando más que nunca hacerlo, no quería asustarla y romper todo lo que habían logrado.
|| Nota encantada en forma de serpiente + Investigaciones ||
Profesora Muniz:
Aquí entrego mi tarea para su clase, esta es mi primera semana y debo mencionar que su clase es la que más me entusiasma, me habría gustado tomarla desde el principio pero me adaptare rápido a sus métodos de trabajo. Un placer saludarla.
Que tenga una linda noche.
|| Reggan B. Stoker ||
Investigación: La magia en la civilización Egipcia:
https://www.facebook.com/notes/reggan-b-stoker/-dcao-investigaci%C3%B3n-1-/146059035850057
Investigación: Maldición Inferio: https://www.facebook.com/RegganBStoker/posts/146074389181855
En realidad esperaba una reacción completamente distinta a la que tuvo cuando se le acerco, esperaba que lo rechazara, pero no fue así. La mano sobre su pecho era cálida,, contrastando con su piel, era reconfortante. La miraba con admiración, aun a pesar de todo lo cometido ella era tan noble al concederle la oportunidad de poder estar juntos de nuevo. No se la merecía, definitivamente. Su otra mano se deslizo por su mejilla acariciándola con ternura al escuchar el breve poema que recito con su melodiosa voz, que le dolía y al mismo tiempo lo hacía emocionarse.
Luego vino aquel abrazo que lo hizo desarmarse, la rodeo por la cintura sintiendo el calor de su piel.- Te amo…- susurro quedando fascinado por su sutil amenaza, en caso de que volviera a comportarse como un idiota.- Ely… nunca fue mi intención dejarte y nunca lo haré, eres todo para mí y yo solo quiero estar contigo y hacerte muy feliz.
Estaba a punto de besarla cuando esta se desplomo sobre la cama, la observo y se horrorizo al verla temblar de aquella manera ¿Qué le pasaba? ¿Podía arreglarla con magia? Su primera idea fue que tenía frío, el era experto en ver el sufrir de los demás, no en ayudar, se acostó a su lado, abrazándola y cubriéndose a ambos con las sabanas.
-Tranquila… estoy aquí…-
||Privado|| Charlemos sobre amor: Conozcamonos mejor ¿Qué es lo que realmente sientes por mí? || Elysian Lutz || 5/10/2016 || Londres || 7:00 pm. ||
¿Cómo puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo más parecido a un ángel cuando te sonríe?
Interesante ¿cierto?
Eso no fue lo que pensé el día en que conocí a Elysian, quizás porque no la conocía en realidad, por su parte ella no sabía nada acerca de mi, y con ello me refiero a nada de lo que verdaderamente influye a la hora de considerar dejar de lado a alguien peligroso, una mala influencia en tu vida.
Evidentemente eso era lo que él menos quería, que ella se alejara por considerarlo una persona inestable emocionalmente, alguien a quien temer, se podría decir que nunca en su vida, desde su nacimiento existió en su ser un sentimiento más puro como el que esa niña le evocaba, incluso haciéndolo desear jamás haber cometido tales atrocidades, pero estaba hecho, lo hizo, mato a mas personas de las que alguien común podría recordar y no planeaba detenerse, disfrutaba de ello y de los placeres mas depravados que la mente humana era capaz de materializar en su entorno. Oh si que le gustaba aquello, pero Ely, ella estaba prohibida para todo eso, con ella podía mantenerse tranquilo e incluso de avergonzaba de si mismo –cosa que en sus diecisiete años de vida jamás le paso ni por un segundo-
Esta noche, después de leer su nota había elegido convertirse en su propio verdugo, aquel que tiraría la cuerda de la guillotina que lo mandaría a una muerte segura. Ya podía sentir la navaja cortando su cuello, como si esos instantes pasaran en cámara lenta viendo a la piel abrirse, la sangre brotar y prolongando la agonía en lo más posible. Una idea que habría parecido tentadora en el pasado y que ahora lo llenaba de una sensación nueva, temor, miedo. Estaba nervioso aunque no lo demostrara de camino al lugar establecido para su encuentro, su imagen seguía siendo elegante, seductora y misteriosa aunque por dentro se preparaba para ser épicamente rechazado por ser una persona desagradable, no había vuelta atrás, la cita estaba en puerta y a unos cuantos minutos para que ella llegara, no sería el único en hablar sobre sus secretos pero sabía que en comparación los de Ely serían mínimos, aunque se llamo a sí misma asesina sabía que las mujeres solían exagerar muchas veces sus palabras, no esperaba llevarse aquella sorpresa conforme avanzaría la noche.
Sentado junto al ventanal contemplaba a la única vela que adornaba la mesa rodeada de rosas blancas, nada mas apropiado para esta noche, porque hasta el ambiente romántico y tranquilo resultaba encantador, imaginaba que no había podido elegir mejor el lugar donde le romperían el corazón.
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Su mirada era captada por todas las cosas a su alrededor, cuando la lluvia comenzó a caer se dijo a si mismo que todo iba a estar bien, que no tenía por qué tener miedo, lo peor que podía pasar era ser rechazado, épicamente, si eso sucedía podía volver a su vida común, sintiéndose aun mas vació que antes, se estaba dando por vencido antes de enfrentarlo y ese no era su estilo, algo lo regreso de golpe a la realidad, se puso de pie casi al instante en que la suave y melodiosa voz de Elysian lo saludo, volteo a mirarla y se quedo sin palabras, como si todo lo que hubiera planeado se desarmara cuando sus ojos se cruzaron con los de aquel ángel. La seguridad de la que alardeaba se vio súbitamente convertida en dudas que eran demostradas con el temblar de su voz que tardo un poco en aclararse, se veía tan hermosa. -Eh… Ely… ahm… Ely… ¡Señorita Lutz!- sus mejillas se ruborizaron de golpe- Gracias por haber aceptado mi invitación de esta noche- una sonrisa tímida que nunca antes hubiera esbozado naturalmente frente a alguien apareció mientras iba del otro lado de la mesa para correr la silla permitiendo que la señorita Lutz se sentara- Por favor, tome asiento…- regreso a su lugar y sentándose con elegancia se quedo contemplándola, como si esperara que ella dijera algo pero recordó que estaban ahí por su causa así que: -Señorita Lutz… Elysian, debes estarte preguntando por que te cite aquí esta noche, recibiste mi nota y agradezco que te tomaras en tiempo de responderla, tus palabras son lo más hermoso que alguien me había dicho prácticamente en toda mi vida, y digo esto porque sé que esas palabras eran autenticas, yo lo sentí así y confió en ello, por lo tanto, confío en ti… Y sé que debo parecer un lunático por decir eso pero créeme que nunca eh estado mas cuerdo en mi vida. Por ello estoy aquí, para confesarte, contarte todo de mi, la prueba de que estas dispuesta a escucharme es que… viniste, aun cuando tenías la opción de no hacerlo- La miraba con ternura, emoción, ilusión y si creyera en ello diría que esperanza.- ¿Me permites contarte sobre mis demonios, Elysian?
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Hablar primero le daba la ventaja de que ella pudiera desenvolverse, confiar en él, en caso de que lo entendiera, en caso de que no lo hiciera le daba la ventaja de que se alejaría lo más pronto posible de su lado evitando mayor interacción, haciendo que el proceso de olvidarla fuera mara rápido, o quizás no. Fuera lo que fuera había tomado la elección de decirlo, al mal tiempo darle prisa. Pero lo que ella dijo a continuación quedaría grabado en su alma eternamente: -Sería para mi un honor escucharla y guardar esos susurros para siempre en mi al igual que su aceptación y todo lo que siento por usted.- Una sonrisa radiante en sus labios dio paso a una mirada pensativa, preguntándose por donde debía comenzar, el principio resultaba ser lo mejor, sus ojos sobre los contrarios no se apartarían ni un segundo de ahora en adelante, esto era lo que era, fuera malo, terrible o peor era su realidad, así que no se avergonzaría de ello. -Me llamo Reggan B. Stoker, tengo 17 años, nací en Transilvania, en Rumania, el 31 de octubre de 1998, vengo de una familia de clase alta y no sé si decir lo mejor o lo peor: De sangre pura, una familia que se enorgullece de ello y que conserva las tradiciones de toda familia de nuestro nivel, al menos para una familia de magos tenebrosos de nuestro tipo. – Analizo su expresión antes de continuar, se relajaba mas con cada palabra que exclamaba, eso era bueno- Mis padres eran…adecuados, no eran las personas más cariñosas del mundo pero funcionaban, al menos al principió, al menos hasta que mi madre cometió… la falta más grave: Relacionarse sentimentalmente con un impuro, y un mestizo de la clase más baja, si bien ella no era una persona mala o despreciable, se gano el rechazo de todos por ello, en especial de mi padre, comenzó a golpearla recurrentemente, y su rechazo hacía mi hermana fue igual, no solo l sospechaba que Catherine podría no ser su hija, fue un desastre total, en menos de un año desde que se descubrió todo, mis padres murieron, ambos. Crecí rodeado de lujos, sin restricciones, sin reglas, asediado constantemente por el peligro, educado por mortifagos, nuestro tutor intento matarnos varias veces para reclamar la herencia de mis padres, como no lo consiguió me aparto de mi hermana y me mantuvo recluido en el castillo donde mi vida se transformo a partir de que se descubrieran mis “habilidades” como vidente, y comenzarán a usarme como su bola de cristal, no solo eso, comenzaron a entrenarme como miembro de la orden, los abusos físicos no me importaban, fue cuando comenzaron los asesinatos que algo en mi cambió, hasta ese punto yo tenía sueños, esperanzas, era alguien muy distinto, pero probar la sangre y tener la vida de alguien en mis manos, manipulándola a voluntad me cambió, para mal, pude haberme opuesto pero decidí no hacerlo, me entregue a la obscuridad a un mundo de excesos, un mundo de placer, lujuría, de crimen, de condena, de pecados, que se encargaron de contaminar mi alma, pero lo peor de todo fue que lejos de volverme un ser ruin y despreciable y de que todo en mi reflejara eso, todos parecían amarme más y más, como si con cada atrocidad que cometía algo en mi se volviera aun más angelical, como si me quedará con la vitalidad de cada persona que matará, como si los sueños y esperanzas de esas personas me dieran fuerza y belleza, podría sonar trágico pero yo me volví ambicioso, egoísta, narcisista, un manipulador de primera que no temía usar todo eso para conseguir lo que deseaba, para deshacerse de quien quería sin importar a cuantos pudiera dañar en el proceso, nunca tuve un amigo o persona que realmente apreciará, me volví frio y solitario, un actor perfecto para tantas mentiras perfectas siempre desempeñando mi papel a la perfección, siempre elegante, encantador, nunca libre, siempre con deseo de más, con deseo de sangre y muerte. Al menos hasta que te conocí Ely…- Susurro aquello último con una mirada particularmente intensa, personal, que decía mucho más que solo una serie de palabras bien expresadas. -
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Era uno de los halagos poco halagadores más significativo que alguien haya podido expresar, decir que le gustaba como la llamaba hizo aparecer en sus labios una sonrisa conmovida, como si hubiera recibido un regalo exquisito, y así había sido, recibió palabras de aceptación y el rubor de las mejillas contrarias que reformo por completo su significado de la belleza y la inocencia, si habría que describir aquellos términos en una persona, sin duda sería Elysian en cuerpo y alma. Sus manos posadas sobre la mesa se deslizaron solo un poco hacía el frente al igual que el cuerpo del mayor que se inclino ligeramente, para volver aun más privadas, intimas, aun mas especiales las palabras que en un suave susurro, con su melodiosa y seductora voz exclamó: -Señorita Lutz… Elysian, Ely… se que quizás aun estés asimilando mis palabras, y por supuesto que quiero escuchar las tuyas, pero quiero que sepas que cuando te conocí te elegí como mía, y no hablo de poseerte, aunque soy amante del egoísmo contigo tomó un nuevo significado esa palabra, se volvió una inspiración, te volviste mi musa, el nuevo significado de mi vida, y yo deje de pertenecer al mundo, a la realidad en la que viví prácticamente toda mi vida, me entregue a ti sin que te enterarás y estoy aquí, confesándolo, pidiéndote que me mates, de una manera lenta y dulce, las crueles mentiras del amor me seducen contigo y en ese momento supe que estaba perdido, que no tenía esperanza, que no podría dejarte nunca, jamás abandonaría todo aunque fuera una simple fantasía de mi parte. Sin importar lo que digas o suceda esta noche, esa es mi decisión… Cuéntame, sobre ti, sobre todo aquello que aqueja tu alma, sobre tus pesadillas, sobre tus sueños, sobre lo que es relevante y lo vano, sobre lo principal y lo secundario, quiero saber todo sobre ti, todo lo que tú quieras contarme, todo lo que haga que me enamore más de la enigmática joven que es Elysian Lutz. || OST:https://www.youtube.com/watch?v=nPSRPwzarMY ||
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Era una chica directa, y eso más que nada le gustaba, Ree solía ser melodramático de manera poética, era perfecto como aquellas palabras decían demasiado, y aun más fascinante era poder escucharla hablar tanto, añoraba el día en que pudieran hablar durante horas de temas sin importancia solo por el placer de disfrutar de su compañía mutua. Mientras tanto, aquello que le contaba hacía que su mirada pensativa se enalteciera, tenía tantas dudas y a la vez estaba satisfecho de saber más sobre Elysian. No menciono a sus padres o su vida antes del hospital mental, a quienes se refería como “Nosotros” suponía que eran sus hermanos, y salvo por detalles que le habría gustado escuchar todo le parecía sumamente exquisito. No el hecho de que ella tuviera que sufrir tanto, eso lo hacía sentirse en desacuerdo, Ely era la clase de joven que parecería haber crecido en una buena familia de costumbres estrictas, pero su falta de afecto y emociones demostraba algo mucho más severo, tal como acababa de contarlo. El antecedente de sus enfermedades mentales también llamó su atención, pero el hecho de que “ellos” hicieran por dinero lo que él hacía por placer fue lo mejor de todo, porque sabía que eso no era el único factor que lo provocaba, había algo más, matar no era sencillo para las personas que tenían ciertos sentimientos y valores que podían ser alterados por factores como locura, estrés o instinto de supervivencia, pero para otro tipo de individuos, un grupo muy reducido, aquello resultaba ser un “estilo de vida” ambos eran la prueba viviente, porque Reggan que comenzó por obligación ahora lo hacía por gusto y Ely no parecía tener remordimiento, ella era fascinante y le gustaba cada vez más, aun a pesar de su pasado tormentoso se mantenía más o menos estable o eso era lo que aparentaba. Sus manos avanzaron un poco más, quedando a unos escasos centímetros de las contrarias. -Entiendo… se que crecimos en mundos completamente diferentes pero lo comprendo muy bien- Alcanzo a rosar apenas los dedos contrarios sintiendo el frió de su piel- Yo crecí siguiendo las normas de mi familia, obligado a cometer atrocidades, a seguir mi “naturaleza” que poco a poco fui aceptando, tú te viste obligada a seguir la tuya hasta que se volvió parte de ti, y aunque aun no lo sepa todo, estoy seguro de que nada de lo que puedas decirme cambiará en mayor o menor medida lo que siento por ti, sé que mis sentimientos son egoístas y que hasta podrían resultar abrumadores para quien entiende poco o nada de ellos, pero así soy. Es algo que no puedo, y no quiero cambiar. Tu. – Con lo que le dijo de pronto una pregunta llegó a su mente, una que estaba obligado a aclarar antes de seguir hablando- Ely… no me has hablado del origen de tu familia, y no quiero que lo hagas si no estás segura de ello, pero quiero que respondas algo… ¿Eres pura? Me refiero a… tu sangre, tus antecedentes, eran magos puros o…- se aclaro la garganta antes de pronunciarlo en voz alta- Mestizos.
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Tenía razón, su pregunta le causo gracia. Demasiada como para tomársela enserio, una risa divertida se escapo de sus labios hasta que cayó en cuenta de que hablaba en serio. Recordó el día en clase de pociones que pregunto quién era Lord Voldemort, la reclusión en el mundo muggle ahora tenía sentido. Abrió los ojos demasiado, en una expresión de sorpresa y pena por su reacción: -Ahm, nunca me habían preguntado eso. Puedes notarme un poco contrariado y es que, en realidad nadie comprende muy bien estos términos, veras….Es el nombre que se le asigna a los magos que poseen una ascendencia completamente mágica, alguien de mi clase. En mi familia solo ah habido magos, para explicarlo mejor, nunca ah habido una relación con otros descendientes inferiores, llamémosles, muggles, mestizos o magos nacidos de muggles, por ello se arreglan los matrimonios entre familias de nuestro circulo, o incluso entre nosotros mismos. Los Stoker son una dinastía regida por hombres desde su nacimiento hace trescientos años, nunca nació una mujer al menos no hasta que mi hermana vino a cambiar esa tradición, fui educado para mantener el linaje de mi familia, tal como lo hizo mi padre y su padre, así por más de veinte generaciones. Eso da a entender el por qué de mi pregunta Ely…- Esta vez tomo su mano con delicadeza y al mismo tiempo con firmeza haciéndola comprender lo que implicaba todo aquello- No quiero que de ninguna manera pienses que eres culpable de algo que no sabes, y creo que ese es el mayor problema para la gente como yo- Ahora comprendía muchas cosas- Yo soy de la idea de mantener una mente abierta y una actitud positiva ante casi todo, Elysian, si me dices que uno de tus padres era un muggle o una persona no cien por ciento mago yo… es algo difícil de asimilar pero no imposible porque…- su mirada se poso sobre los ojos de la menor con un temor que no podía ocultar- Ahora comprendo a mi madre… - susurro con vos temblorosa- Lo que quiero decir es que…- Su voz era casi inaudible, volvió la mirada alrededor asegurándose de que nadie los miraba o que al menos nadie conocido, como algún miembro de la orden, estaba ahí.- No me importaría si fueras mestiza…- Podría ser ejecutado de inmediato si alguien de la familia se enteraba de aquello, era una de las reglas principales: No te relacionarás con nadie en casta y pureza de sangre inferior a nuestra familia. Pero aun a pesar de todo, el temor en sus ojos, más que ser por él mismo, era por ella. Solo dos veces en su vida había dejado de ser egoísta, una, cuando renuncio a su hermana y dejo que se la llevaran y dos, cuando se dio cuenta de que estaba dispuesto a cambiar todo aquello en lo que creía y dispuesto a perderlo todo solo por ella.-
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La manera en que pronuncio aquellas palabras lo hizo estremecerse por que comprendía el por qué lo evitaba, la vida no era fácil para nadie pero con Ely fue más que eso. -Tranquila- apretó su mano suavemente tomándola entre sus manos, acariciándola con cariño, le encantaba sentir el contraste de las temperaturas de su piel, la mano de Ely era tan fría, como si no tuviera vida y al mismo tiempo, no podía creer la cantidad de terminaciones nerviosas que existían, que lo hacían desear no soltarla jamás. -La vida es cruel, la manera en que afrontemos eso es lo que nos hace ser quienes somos, Ely… ambos hemos sobrevivido, de maneras distintas pero lo conseguimos, nadie imaginaría todo eso que me acabas de contar, pero no sabes lo valiente y fuerte que eres.- En lugar de sentir temor, desprecio o cualquier sentimiento negativo, se sentía cautivado por la chica que había sufrido tanto y que ahora podía hablar de ello, de una manera tan vivida que le aterraba pensar que alguien pudiera lastimarla de nuevo. – Los padres no siempre son los mejores ejemplos de nuestras vidas, se que crees que quizás tomaste el camino incorrecto pero cada quien elige quien quiere ser… Yo soy un narcisista con aires de grandeza, despiadado, sin sentido de la compasión, y pude haber sido diferente pero no lo quise, así que… nada podría cambiar mi forma de pensar sobre ti. Yo… quiero, deseo poder hacer que esos sentimientos cambien, hacerte feliz de la manera en que tu lo has hecho conmigo desde que te conocí.
|| ¿Esta es la despedida? || La nota había sido enviada. El lunes había quedado como día libre en el nuevo horario de clases, y el joven Slytherin no había dejado de pensar ni un solo momento, desde que comenzó su viaje a Rumania, hasta su regreso, en la señorita Elysian Lutz. Aunque no de la misma manera que solía hacerlo, como un colegial enamorado de la única mujer que había logrado conquistarlo en cuerpo y alma. Y a quien ahora debía alejar de su lado, esperando poder hacerlo de la mejor manera, aunque pensándolo bien, con lo que habían vivido, con las palabras que él uso tan desprevenidamente prometiéndole el sol y las estrellas y que ahora debía romper todas y cada una de sus promesas por mantenerla a salvo. Se sentía tal como el día en que Catherin fue arrancada de su lado, y ahora había recibido una nota de su hermana menor que lo hizo sentir como la peor persona del mundo, y en realidad lo era, un ser despreciable que nunca mereció el amor de nadie, en especial el de Ely. Estaba ansioso, en extremo nervioso, nunca estuvo en una situación similar que lo hiciera sentir tan incomodo y que lo llevara a cambios de humor tan extremos, estaba deprimido, y a la vez se alegraba porque era lo correcto, pero en el fondo de su corazón sabía que esto no solo lo destrozaría a él si no a ella y no sabía si podría soportar verla llorar. Se odiaba tanto por tener que hacer las cosas así. Cuando recibió la última respuesta su corazón dio un brinco en su pecho, quería posponer el momento todo lo posible pero quizás fuera mejor hacerlo lo más pronto posible. Afuera quizás el día estaba encantador, pero para él hacía frió, estaba nublado y era deprimente. Avanzaba con paso apesadumbrado hacía el lago, con la vista fija al frente sin prestar atención a nada a su alrededor que parecía ir en cámara lenta. Minutos que le parecieron una eternidad, no quería llorar pero sus ojos amenazaban con traicionarlo conforme la imagen de Ely apareció frente a sus ojos, lucía preciosa, como un ángel hermoso y perfecto pero eso no era todo, denotaba alegría y vitalidad, se acerco cada vez mas lento hasta que se detuvo frente a ella: -Hola… gracias por venir- Su voz era rígida y seria, suspiro un momento para calmarse un poco, ella lo hacía sentirse tranquilo, aun en una situación como esta.
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-Ah…- No se esperaba las flores, era claro que Ely tenía una idea distinta del por qué se habían reunido- Gracias son… muy lindas- Las tomo observándolas por un momento con dolor. Cada una de sus palabras eran como una puñalada, como un sectumsempramultiplicado por un millón de ataques recibidos al mismo tiempo, no podía expresar su sentir, era como si su aliento poco a poco fuera consumido por el momento, no podía respirar, se sentía débil, estaba pálido a comparación de la menor, que bajo aquella preciosa sonrisa, aquella que Reggan siempre deseo ver de forma natural en sus labios y que ahora obtenía, no podía apreciar de la manera que le gustaría por estar cegado por el miedo. Habría preferido negarse a su petición, decirle que no quería verla más pero no lo hizo, en cambió asintió dándole permiso de hablar primero. Sus ojos se encontraron con los de ella, la ilusión, la alegría, el amor eran latentes en su mirada, mordió su labio inferior para contener sus gritos de agonía, al principio suave mientras aguardaba escuchar algunas de las últimas palabras que se dirían.
*
Si tuviera un deseo en ese momento sin duda sería morir de inmediato, sin tener que decir lo que debía decir. Sin tener que romper los sueños e ilusiones de la menor, sin tener que arrancarle las alas de la forma más cruel posible, preferiría arrancarse los ojos, la lengua, quitarse la vida, pero eso tendría que esperar. Un par de lagrimas se escaparon de sus ojos, jamás lloró frente a nadie pero ahora todo se derrumbaba a su alrededor. No quería alejarla, pero era su deber. -Ely…- alcanzo a articular con la voz entrecortada- Tu no… no me amas, no puedes amarme, no debes.- Se inclino ligeramente hacía ella y le susurro lo más suave posible al oído esperando pudiera entender sus palabras con detenimiento. –Sígueme la corriente, no es seguro hablar aquí, te lo explicaré todo después pero por ahora, por favor solo reacciona a lo que te diré y perdóname.
Se aparto mirándola con temor, nunca sus palabras le parecieron tan cuestionables y peligrosas: -No puedes amarme porque yo no puedo amarte, Nunca estarías a salvo a mi lado porque, no somos iguales, yo soy puro y tú eres… una mestiza sin valor.- Se mordió el labio con tanta fuerza que dolía demasiado pero no más que el dolor que se estacionaba en su pecho, ese dolor que le causaba tener que ser arrogante con la persona más importante para él- Así que quiero que te alejes de mi, y ya no me busques porque si pensamos en algún momento que podíamos estar juntos, estábamos tan equivocados, además no tengo tiempo de estar jugando a los enamorados, no lo lamento, fue hermoso mientras duró pero ahora, todo carece de sentido, mi vida ahora mismo es demasiado complicada como para atreverme a pensar si quiera en tener una relación sentimental y si fuera el caso… no sería contigo. – Su labio comenzó a sangrar de la presión que ejercían sus labios pero aquello no se comparaba con lo que su interior gritaba, quería disculparse, besarla y quedarse a su lado toda la vida pero no lo haría. – Así que…
*
“The beauty is in my life. The pleasure is in my hands. The darkness in my soul “
El artista es creador de belleza. Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte. El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía. Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza. Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza. No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo. La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo. La aversión del siglo por el romanticismo es la rabia de Calibán al no verse la cara en un espejo. La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar. El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable amaneramiento de estilo. Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo. Pensamiento y lenguaje son, para el artista, instrumentos de su arte. El vicio y la virtud son materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor. Todo arte es a la vez superficie y símbolo. Quienes van más alla de la superficie, se exponen a las consecuencias. Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias. Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida. La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo. A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil.
Plantas, nunca había sido fan de ello, en casa no tenían jardines, solo un inmenso bosque que rodeaba todo el castillo condenado a un invierno perpetuo, literalmente, las únicas veces que podía apreciar un clima diferente era cuando su tio lo mandaba a hacer algún trabajo fuera o en sus reuniones en Rumania. Le gustaba, estaba acostumbrado al frio, por eso aun no se acostumbraba al clima de Londres. La clase de herbología sonaba interesante ya que no solo eran “plantas” comunes y corrientes, tendrían cualidades muy distintas a eso. De la misma manera, en casa había un invernadero pero no tenía permitido entrar ya que las plantas que ahí se cultivaban eran “letales” para la protección del lugar, había tantas locuras puestas para que fuera seguro que la verdadera amenaza se encontraba dentro del castillo. Como fuera, llego con tiempo perfecto al invernadero donde la clase con la profesora… Camila- repitió leyéndolo directo del trozo de pergamino que llevaba a mano, gracias a los datos que los cuadros le dieron. Solo para encontrar un anuncio –a los que ya se había acostumbrado entre tareas, profesores que no daban sus clases y ahora, profesores que cambiaban la clase de lugar, era una locura- Se apresuro por que ahora estaba retrasado y eso no era elegante ¡! ¿En cuál de los jardines? ¡!
Por lo menos para cuando los encontró aun no daba comienzo, el resto de los asistentes llegaron de la misma manera, corriendo y apresurados.
Sentados en el pasto Reggan intentaba encontrar una posición en la cual sentirse cómodo y alejado en lo más posible de los demás hasta que notó que cierta jovencita estaba ahí. Ely, se acerco a ella quedándose tranquilo a su lado con una amplia sonrisa de pronto cambiando todo el panorama, hasta el entusiasmo de la profesora le pareció encantador y se preguntaba si la niña a su lado sería su hija, era muy joven, que trágico.
Su vista paseaba por el jardín y luego se posaba en su ángel y luego nuevamente buscando plantas mágicas “No letales” imaginaba él, aunque herbología no era su fuerte dejo pasar la respuesta ya que el resto de los alumnos respondieron inmediatamente. Se preguntaba ¿Qué clase de practica llevarían a cabo?
-¡Ely… Elysian!- La menor se había quedado inmóvil, como absorbiendo todas sus palabras, intentando ser fuerte, ignorarlo y es que si alguien le hubiera dicho lo mismo, sin duda lo habría matado pero si hubiese sido alguien tan importante como ella lo era para él, estaría destrozado.
Lo más prudente era irse, alejarse y dejarla sola, para que lo odiara, para que se olvidará de lo que una vez tuvieron, de sus promesas, del amor que aun le profesaba pero que ya no podía ser.
Se alejo de ella soltando sus pequeños hombros que temblaron ligeramente.
Ahora mismo solo quería matar algo, hacer mucho daño, lastimarse. La lluvia llego para hacer frente a las lagrimas que poco a poco caían por sus mejillas, desde hacía cinco años no había llorado, ni una sola lagrima por nadie, desde que Jade se fue, cuando su familia se desvaneció, y ahora acababa de terminar con la única situación que lo había hecho enteramente feliz. Le rompió el corazón a quien confió en él, no merecía perdón ni misericordia, sus nudillos golpe a golpe se lo recordaban mientras la pared de su habitación poco a poco se teñía de sangre, hasta que el dolor era insoportable, entonces la magia hacía su trabajo, sanaba sus heridas solo para volver a comenzar, después del primer par de horas dejo de sentir dolor, eso le recordó todo lo que tuvo que pasar para dejar de tener tantas sensaciones físicas y emocionales comunes, tantos años reprimiéndose, era cuestión de tiempo para volver a ser así… O quizás no.
“Hasta el más valiente de entre nosotros se teme a sí mismo”
Yo siempre eh sido directo a la hora de decir las cosas, también me caracterizo por siempre enaltecerme en mis historias, al momento de contar mis experiencias, siempre siendo un héroe o en mi caso el villano principal. Aquel que sin temor o culpa puede cometer los actos más cuestionables y salirse con la suya o no tener consciencias que no sean gratas o geniales. Pues este no es el caso, ya que la pócima de la desesperación fue un conjunto de todas esas cosas que no cuento de mi, por que quiera admitirlo o no aun tengo un lado humano que me condena constantemente, que no me permite ser completamente inmune a los sentimientos que nos caracterizan. Y precisamente eso fue lo que me hizo reflexionar esta practica, las experiencias que me llevaron a ser la persona que soy ahora. El tiempo en que yo era un niño inocente, con sueños, esperanzas y propósitos que se encaminaban a la plenitud emocional y espiritual, a vivir una vida, si bien no ideal pero una que me llenaría casi por completo. Fui educado para seguir las normas y tradiciones de una familia conservadora de clase alta, una familia de magos de una linea pura de sangre, y me parecía genial, siempre eh admirado sus ideales y lo que hacían, propósitos como los nuestros siempre han sido cuestionados por su moralidad pero causan el mismo impacto hasta en el más abnegado. No era que fuera conformista, solo me gusto la vida que fue elegida para mi.
¿Cuando fue que eso cambió? Beber de la desesperación me recordó ese momento.
Nadie creería que alguien como yo ah hecho todo lo que yo eh hecho, es algo que me lleva a detestar aun más a las personas. Que te juzgan por lo superficial y no se atreven a ver mas allá de una apariencia de joven refinado e inocente, no se si para bien o mal siempre supe como aprovechar esa estúpida fijación por las apariencias. Siempre tan sensible y carismático. ¿El corazón de un poeta en tiempos modernos? No, un poeta tiene sentimientos, yo utilizo la poesía para intentar demostrar que los tengo. Primero que nada debo aclarar que no esperaba que la pócima me llevara de vuelta hasta mi niñez, creí que me llevaría a la primera vez que maté a alguien por placer, o a cuando cada una de mis venganzas egoístas y personales se materializaron sin importarme cuantas familias o vidas destroce en el proceso, esos actos crueles y sin sentido de la humanidad que cumplen con su propósito de serlo, por ello cuando estuve ahí fue uno de esos momentos que conllevan a una mayor reflexión. El decir ¿Por que esto es más fuerte o significativo que lo otro? Por que el hecho de ver a mi padre golpeando a mi madre por primera vez fue más relevante en mi vida que el hecho de torturar a tantos mestizos por el hecho de no ser puros, sin siquiera importar sus vidas, si eran personas buenas o no. He aprendido a amar los secretos. Parecen ser lo único capaz de prestarle cierto misterio o fantasía a la vida moderna. Lo más banal resulta delicioso con sólo esconderlo. Y para mi se volvió como un credo, nunca oculte el apellido de mi familia, pues ya tiene una reputación formada pero tampoco hable o conté algo más de lo que todos sabían, para mantenerme como algo peligroso pero atrayente. Todos esos actos ruines tienen un encanto prohibido si no son revelados.Hoy en día, la gente tiene miedo de sí misma. Han olvidado su principal deber, el deber que uno tiene consigo mismo. Naturalmente, son caritativos. Dan de comer al hambriento y de vestir al mendigo. Pero privan de alimento a su propia alma y están desnudos. Se pierden a si mismos por llevar acabo una serie de actos que le dan una paz falsa a sus consciencias. Creyéndose capaces de juzgar de inmorales aquellos actos que nunca se atrevieron a realizar por temor a lo mismo, a ser juzgados: La única forma de librarse de una tentación es ceder ante ella. De resistirse, el alma enfermará anhelando aquellas cosas que se ha prohibido, deseando lo que sus monstruosas leyes han convertido en terrible e ilícito. Los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en la mente. Y es también en la mente, sólo en la mente, donde se cometen los grandes pecados. Yo decidí llevar a cabo todas esas ideas y me condené a vivir en un abismo de depravación. El pecado es el único elemento de color que le queda a la vida moderna. Debe estarse preguntando por que le eh contado todo esto, haciendo de este un ensayo demasiado largo solo para dar una explicación sobre los efectos de una pócima, bueno, yo me veo obligado a decir que dicho brebaje me puso a pensar en todo esto, y fue una experiencia aterradora, increíble y devastadora, me recordó el por que me volví como me volví, me recordó que todos los monstruos también son humanos, y que detrás de lo exquisito de este mundo siempre se oculta una tragedia. Los fantasmas de mi pasado regresaron, tan vivos y reales que volví a ser el temeroso niño de ocho años que se vio obligado a crecer sin sus padres en una jerarquía en la que sus superiores lo usaron de peón hasta que se revelo para ser el próximo rey. Hay venenos tan sutiles que para conocer sus propiedades es preciso enfermar por su causa. Hay males tan extraños que es necesario pasar por ellos para comprender su naturaleza. Y sin embargo, ¡qué gran recompensa se recibe a cambio! ¡Qué maravilloso lugar se vuelve el mundo! Conocer la extraña y dura lógica de la pasión y la rica vida emocional del intelecto, observar dónde coinciden y se separan, cuándo están en armonía y cuándo en discordia... ¡Es una delicia! ¿Qué importa cuál sea el precio? Nunca se paga un precio lo bastante alto a cambio de una sensación. Y por eso estoy agradecido, fue difícil, pero muchas de las cosas que valen la pena en la vida lo son, son duras, te desgarran el alma quedándose con una pequeña parte de ti pero lo valen. Nada nunca me hizo sentir tan vivo como la desesperación a flor de piel, sentimientos auténticos producto de una poción creada para la magia tenebrosa, para dañar y producir dolor, fascinante en verdad.
“Nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y el pecado que un día cometimos con pesadumbre de nuevo lo cometeremos muchas otras veces, y con alegría”
||Reggan B. Stoker || Slytherin ||
#SlytherinRoyalty ||Privado|| Practica de serpientes: Compulsum, DCAO || 16/11/2016 ||
¿Qué sentido tenía la vida? Si ahora mismo muriera a nadie le importaría, bueno, si, a demasiada gente pero aun así ¿eso aliviaría su dolor? Se discutía todo aquello mientras Luana daba sus instrucciones sobre el hechizo que practicarían hoy.
Reggan solo estaba odiando al mundo hasta que se menciono la práctica. Alzo la mirada de golpe, por cómo se sentía ahora mismo, si le decían que matará a alguien, lo haría sin dudarlo y hasta con sus propias manos, pero sería algo más apto para todos, algo que si se hacía bien y con la intensión podía lastimar a alguien ¿Pero quién sería la victima? Sus ojos pasearon por los alrededores encontrándose con Ely, eso hizo que se le revolviera el estomago y le doliera el pecho, suspiro desviando la mirada hasta el otro lado del campo donde varios chicos se veían unos a otros como idiotas intentando encontrar pareja, eran tan infantiles.
Suspiro y se acerco a la primera chica que vio sola, tenía cara de tonta, pero al menos eran de la misma casa aunque nunca la había visto, debía ser nueva, perfecto, así aprendería una valiosa lección desde el primer día, que Hogwarts no era un lugar tan seguro como se decía y… que nadie debería subestimar a un oponente aunque se tratase de una práctica escolar, aunque ella no le hubiera hecho nada.
-Hey…tu- ni siquiera tenía ánimos de ser educado o formal- Soy Reggan Stoker, trabajarás conmigo, así que… muévete.- Dijo dándole la espalda para avanzar hacia el centro del campo, sabía que lo seguiría, no estaba en posición de discutir o negarse, la amenaza de que quien no consiguiera pareja se enfrentaría a Lu era suficiente como para hacerla trabajar con él.
Una carrera en el aire con el objetivo de derribar a tu compañero, sonaba sencillo tomando en cuenta que era bueno con la escoba y tenía una excelente puntería, pero ¿Y ella? Quizás podría sorprenderlo, no se dio cuenta de que se había quedado mirándola.
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Estaba alistándose para subir a su escoba, se coloco sus guantes de cuero negros para no dañarse las uñas, estaba cansado de que desde su llegada sus manos habían pasado por demasiados maltratos que lo obligaban a hacerse manicuras más y más constantes. La ropa no era la apropiada pero lo haría igual de bien que siempre, en especial por ser un combate, su especialidad eran los ataques. De un momento a otro, la chica con la que haría pareja para la actividad vino hacía él reprochándole sus palabras, él la miro de arriba hacía abajo y se burlo con una de sus encantadoras sonrisas: -Querida, creo que tú no tienes idea de con quién estás hablando, yo le hablo como quiera a quien quiera y es Stoker niña tonta, si tuvieras cerebro sabrías que debes guardarle respeto a ese apellido y aun más… agradece que estamos en la escuela, porque si no, no seguirías viva por venir a decirme que no tengo educación, yo soy un millón de veces más educado y refinado que todos en esta escuela juntos.- Uh si, ella lo hizo enojar, lo peor no era que pudiera ser peligroso o amenazante, si no que su complejo de superioridad lo volvía odioso y arrogante- Sígueme el paso… si es que puedes.- Dijo inclinándose suavemente hacía el frente, elevándose sin problemas- Llevemos esto a alturas interesantes ¿o tienes miedo?- exclamó yendo más de un par de metros sobre el suelo.- Cuando guste “señorita”-
-No… No quiero que sienta el compromiso de ir conmigo porque me “debe” algo- Y era verdad, él detestaba que las personas hicieran ciertas cosas solo por obtener algo a cambio, y aunque él era el principal manipulador a la hora de cobrar favores no le gustaba que las personas se sintieran obligadas a hacer algo por él. Los demás siempre habían hecho cosas por amor, por admiración, por el gusto de que Reggan se sintiera complacido, pero Elysian era extraña, parecía ser mas por obligación que por querer estar con él, era la primera vez que sentía un rechazo de este tipo y no sabía cómo reaccionar así que se ponía a la defensiva pero sin llegar a ser grosero o arrogante porque se trataba de ella, seguía siendo encantador pero de una manera seria. – Quiero que quiera estar conmigo porque le agrado, o de menos le soy tolerable- dio un par de pasos al frente apartándose de ella, tomando camino hacía donde fuera que sus pasos lo llevaran, y si ella estaba de acuerdo en acompañarlo lo seguiría, si no era libre de irse y dejarlo de lado haciéndole entender de una vez por todas si podrían seguir adelante o irse olvidando de la idea, de la esperanza que algún día la señorita Lutz supuso para el mayor.
Sus pasos lo guiaron hasta un complejo laberinto de escaleras que no hacían nada más que subir, iba a paso constante, sin mirar atrás, sin atreverse a ver si lo había seguido, solo hasta que llegó a la cima de la torre obscura, con el pulso acelerado por la intriga de tener que descubrir la realidad se giro para ver si seguiría amando a Ely o debería olvidarse de una vez por todas de ella.
La noche se cernía sobre el castillo, el atardecer poco a poco coloreaba el cielo de intensos tonos naranjas y violetas mientras el chico permanecía oculto en la obscuridad de las mazmorras de Slytherin, en su habitación terminando de enlistarse para la reunión de esta noche en compañía del resto de alumnos de la escuela, completos desconocidos para él, al menos esperaba encontrar a un par que llenará sus expectativas, o que fueran al menos un poco interesantes, pero sobre todo, tenía la ilusión de ver a la señorita Lutz.
No sabía si vestir demasiado formal o informal, sería una fogata pero no por eso podía relajarse y es que no sabía cómo era que vestían aquí, simplemente usaban uniforme el 90% del tiempo, era abrumador tomando en cuenta que Reggan jamás tuvo que usar, tenía un conflicto, porque era obligatorio llevarlo y aunque la primera semana pudo evitarlo estos nuevos días no podría pasarlo por alto, lo detestaba, era como si lo obligarán a ser como el resto de los plebeyos de este lugar.
Un último vistazo a su imagen en su espejo favorito, había traído una docena con él pero este, este era único en verdad, solía charlar a menudo frente a sí mismo, vaya que era un joven apuesto, pero ser solo una cara bonita no era suficiente, apretó los puños sin quitar su sonrisa encantadora de los labios y golpeo el vidrio con el puño, este se fragmento al instante en miles de pedazos, algunos cayeron al suelo, otros simplemente se clavaron en su piel que de inmediato comenzó a sangrar y un suave cosquilleo le recorrió todo el brazo. Puso los ojos en blanco, la sangre comenzaba a brotar de una manera escandalosa, no podía manchar su ropa o llegaría tarde. Un rápido movimiento de su varita y la herida estaba curada, su piel tan perfecta como siempre, sin un solo rasguño. La magia le había librado de tantas, los latigazos, las heridas en combate, sus simples placeres pasionales, todo eso hubiera dejado secuelas terribles en el cuerpo de cualquiera, incluso podría haberlo matado, afortunadamente esas cicatrices solo permanecían en su alma que desde hacía tanto estaba condenada al peor de los infiernos, a los castigos más atroces por la eternidad. Recobró su expresión cautivadora con un suspiro y salió de la habitación con camino al lago.
El paisaje era majestuoso, divino, como sacado de su libro de poesía favorito, aun mas que eso, de lo que sintió el autor cuando tuvo hizo tan esplendida creación, solo podría describirse como un sueño, pero era un mejor, porque era real. A lo lejos se percibió el inició de la hoguera, y se encamino a pasos tranquilos en aquella dirección. Al llegar todos los presentes comenzaban a divertirse, convivir, charlar, beber, uhm la cerveza no era su mayor deleite en cuanto a bebidas se refería, y mucho menos la cerveza de mantequilla que era demasiado dulce, demasiado agresiva para su gusto refinado. Esto era de lo más aburrido e inusual, nunca fue a una fiesta universitaria pero imaginaba que debía ser parecido solo que estos chicos tenían menos espíritu que un cadáver, y hasta cuando había cadáveres en sus fiestas privadas se sentían más vivos. Meditaba sobre la idea general de la “reunión” mientras recorría los alrededores hasta que sus ojos se posaron sobre lo más esplendido que sus ojos pudieran haber contemplado en toda su vida, o bueno, desde que la conoció:
-Señorita Lutz- Estaba lo más lejos posible de todos, retirada entre las sombras con el ligero resplandor del fuego que iluminaba su rostro, era preciosa. Se acerco a ella haciendo una elegante reverencia- ¿Una encantadora noche no le parece? – Exclamo colocándose a su lado para contemplar al resto de los mortales- No esperaba verla aquí pero mi mente y mi corazón anhelaban que pudiera venir, me acaba de otorgar el regalo mas privilegiado de todos: La oportunidad de disfrutar de su compañía- No podía dejar de ser tan galante con ella, y es que aunque ella lo rechazara él no quería darse por vencido, era una reacción natural de su ser cuando estaba junto a ella.
Parecía que trataba de agradecerle y al mismo tiempo su rostro inexpresivo parecía no entender como, era confuso, pero por sus expresiones tan poco presentes el mayor comenzaba a sacar demasiadas preguntas, sobre porque ella era así. Parecía un ángel y como tal no podía sentir dolor, o temor, pero al parecer tampoco amor, alegría. Pudo percibir un poco de timidez y pena en su voz pero solo eso, lo dejaba con un vació inexplicable por querer descubrir a la verdadera Elysian Lutz.
Pero ella se apresuro a querer alejarse dejando todo eso en su mente que desde que la conoció era un caos constante, no quería que se fuera, esta vez no lo permitiría. Se adelanto estirando su mano para tomarla por la muñeca pero recordó que esto la molestaba así que se detuvo alcanzando solo a rozar sus dedos que temblaron ante el suave contacto de su fría y pálida piel.
-Ely… ahm… Señorita Lutz, por favor, no se vaya, quédese, vayamos a un lugar más tranquilo donde podamos charlar- Ella lo ponía nervioso, y lo admitía porque era notorio, su voz nunca solía tener aquella duda por decir lo que quería, deseaba o pensaba pero con ella se tomaba el cuidado de ser increíblemente cortés y amable. – No le quitaré mucho tiempo, solo… en lo que se relaja y en lo que todos olvidan lo sucedido.