-No… No quiero que sienta el compromiso de ir conmigo porque me “debe” algo- Y era verdad, él detestaba que las personas hicieran ciertas cosas solo por obtener algo a cambio, y aunque él era el principal manipulador a la hora de cobrar favores no le gustaba que las personas se sintieran obligadas a hacer algo por él. Los demás siempre habían hecho cosas por amor, por admiración, por el gusto de que Reggan se sintiera complacido, pero Elysian era extraña, parecía ser mas por obligación que por querer estar con él, era la primera vez que sentía un rechazo de este tipo y no sabía cómo reaccionar así que se ponía a la defensiva pero sin llegar a ser grosero o arrogante porque se trataba de ella, seguía siendo encantador pero de una manera seria. – Quiero que quiera estar conmigo porque le agrado, o de menos le soy tolerable- dio un par de pasos al frente apartándose de ella, tomando camino hacía donde fuera que sus pasos lo llevaran, y si ella estaba de acuerdo en acompañarlo lo seguiría, si no era libre de irse y dejarlo de lado haciéndole entender de una vez por todas si podrían seguir adelante o irse olvidando de la idea, de la esperanza que algún día la señorita Lutz supuso para el mayor.
Sus pasos lo guiaron hasta un complejo laberinto de escaleras que no hacían nada más que subir, iba a paso constante, sin mirar atrás, sin atreverse a ver si lo había seguido, solo hasta que llegó a la cima de la torre obscura, con el pulso acelerado por la intriga de tener que descubrir la realidad se giro para ver si seguiría amando a Ely o debería olvidarse de una vez por todas de ella.
La noche se cernía sobre el castillo, el atardecer poco a poco coloreaba el cielo de intensos tonos naranjas y violetas mientras el chico permanecía oculto en la obscuridad de las mazmorras de Slytherin, en su habitación terminando de enlistarse para la reunión de esta noche en compañía del resto de alumnos de la escuela, completos desconocidos para él, al menos esperaba encontrar a un par que llenará sus expectativas, o que fueran al menos un poco interesantes, pero sobre todo, tenía la ilusión de ver a la señorita Lutz.
No sabía si vestir demasiado formal o informal, sería una fogata pero no por eso podía relajarse y es que no sabía cómo era que vestían aquí, simplemente usaban uniforme el 90% del tiempo, era abrumador tomando en cuenta que Reggan jamás tuvo que usar, tenía un conflicto, porque era obligatorio llevarlo y aunque la primera semana pudo evitarlo estos nuevos días no podría pasarlo por alto, lo detestaba, era como si lo obligarán a ser como el resto de los plebeyos de este lugar.
Un último vistazo a su imagen en su espejo favorito, había traído una docena con él pero este, este era único en verdad, solía charlar a menudo frente a sí mismo, vaya que era un joven apuesto, pero ser solo una cara bonita no era suficiente, apretó los puños sin quitar su sonrisa encantadora de los labios y golpeo el vidrio con el puño, este se fragmento al instante en miles de pedazos, algunos cayeron al suelo, otros simplemente se clavaron en su piel que de inmediato comenzó a sangrar y un suave cosquilleo le recorrió todo el brazo. Puso los ojos en blanco, la sangre comenzaba a brotar de una manera escandalosa, no podía manchar su ropa o llegaría tarde. Un rápido movimiento de su varita y la herida estaba curada, su piel tan perfecta como siempre, sin un solo rasguño. La magia le había librado de tantas, los latigazos, las heridas en combate, sus simples placeres pasionales, todo eso hubiera dejado secuelas terribles en el cuerpo de cualquiera, incluso podría haberlo matado, afortunadamente esas cicatrices solo permanecían en su alma que desde hacía tanto estaba condenada al peor de los infiernos, a los castigos más atroces por la eternidad. Recobró su expresión cautivadora con un suspiro y salió de la habitación con camino al lago.
El paisaje era majestuoso, divino, como sacado de su libro de poesía favorito, aun mas que eso, de lo que sintió el autor cuando tuvo hizo tan esplendida creación, solo podría describirse como un sueño, pero era un mejor, porque era real. A lo lejos se percibió el inició de la hoguera, y se encamino a pasos tranquilos en aquella dirección. Al llegar todos los presentes comenzaban a divertirse, convivir, charlar, beber, uhm la cerveza no era su mayor deleite en cuanto a bebidas se refería, y mucho menos la cerveza de mantequilla que era demasiado dulce, demasiado agresiva para su gusto refinado. Esto era de lo más aburrido e inusual, nunca fue a una fiesta universitaria pero imaginaba que debía ser parecido solo que estos chicos tenían menos espíritu que un cadáver, y hasta cuando había cadáveres en sus fiestas privadas se sentían más vivos. Meditaba sobre la idea general de la “reunión” mientras recorría los alrededores hasta que sus ojos se posaron sobre lo más esplendido que sus ojos pudieran haber contemplado en toda su vida, o bueno, desde que la conoció:
-Señorita Lutz- Estaba lo más lejos posible de todos, retirada entre las sombras con el ligero resplandor del fuego que iluminaba su rostro, era preciosa. Se acerco a ella haciendo una elegante reverencia- ¿Una encantadora noche no le parece? – Exclamo colocándose a su lado para contemplar al resto de los mortales- No esperaba verla aquí pero mi mente y mi corazón anhelaban que pudiera venir, me acaba de otorgar el regalo mas privilegiado de todos: La oportunidad de disfrutar de su compañía- No podía dejar de ser tan galante con ella, y es que aunque ella lo rechazara él no quería darse por vencido, era una reacción natural de su ser cuando estaba junto a ella.
Parecía que trataba de agradecerle y al mismo tiempo su rostro inexpresivo parecía no entender como, era confuso, pero por sus expresiones tan poco presentes el mayor comenzaba a sacar demasiadas preguntas, sobre porque ella era así. Parecía un ángel y como tal no podía sentir dolor, o temor, pero al parecer tampoco amor, alegría. Pudo percibir un poco de timidez y pena en su voz pero solo eso, lo dejaba con un vació inexplicable por querer descubrir a la verdadera Elysian Lutz.
Pero ella se apresuro a querer alejarse dejando todo eso en su mente que desde que la conoció era un caos constante, no quería que se fuera, esta vez no lo permitiría. Se adelanto estirando su mano para tomarla por la muñeca pero recordó que esto la molestaba así que se detuvo alcanzando solo a rozar sus dedos que temblaron ante el suave contacto de su fría y pálida piel.
-Ely… ahm… Señorita Lutz, por favor, no se vaya, quédese, vayamos a un lugar más tranquilo donde podamos charlar- Ella lo ponía nervioso, y lo admitía porque era notorio, su voz nunca solía tener aquella duda por decir lo que quería, deseaba o pensaba pero con ella se tomaba el cuidado de ser increíblemente cortés y amable. – No le quitaré mucho tiempo, solo… en lo que se relaja y en lo que todos olvidan lo sucedido.
|| Parte 2 || Privado || Dear Elysian || 1/10/2016 || #MGCMusicPlay#MGCActividad || Mazmorras de Slytherin ||
Breaking Benjamin - So Cold https://www.youtube.com/watch?v=MHwc-IWEipk
Sentado frente a su escritorio miraba fijamente el pergamino que permanecía en blanco a la espera de que la tinta plasmara en el hermosas palabras que hasta el momento Reggan no había pensado, claro que las sabía pero no sabía de qué manera expresarlas cuando de Elysian se trataba, todo en su cabeza era un lío cuando pensaba en ella. Ni siquiera una maldición imperio había tenido tanto control sobre él, se sentía en un sueño que creía pronto se convertiría en la peor de sus pesadillas, no se fiaba de si mismo, no confiaba en nadie y él no era la excepción, no podía caer de esa manera frente a nadie, y por otra parte estaba esa parte de él, muy en el interior que deseaba dejarse llevar por los encantos de la menor, rendirse a sus deseos y amarla, amarla como nunca había amado a nadie antes, estas con ella, cuidarla y protegerla contra cualquier pronóstico, renunciando a sus más preciadas promesas y juramentos, lo haría si ella se lo permitiera pero parecía cada vez más distante, se sentía confundido, atrapado entre lo que quería y lo que debía hacer. La pluma se deslizo ágilmente sobre el papel comenzando a dar forma a las confundidas palabras del chico que molesto expresaba su sentir mientras, a su vez recitaba una canción que le recordaba a ella, sin cantarla abiertamente, parecía más que estuviera declamando un poema que hacía que le doliera el pecho.
You're so cold Keep your hand in mine Wise men wonder while Strong men die Show me how it ends It's alright Show me how defenseless You really are Satisfied and empty inside That's alright Let's give this another try If you find your family Don't you cry In this land of make believe Dead and dry You're so cold But you feel alive Lay your hands on me One last time It's alright
|| Carta ||
Querida Elysian.-
No sé como comenzar a expresar lo que siento, aquello que aqueja mi alma desde el día en que llegue a esta escuela, desde el día en que te conocí. Y es que eres un constante pensamiento, un constante deseo en mi mente, y debo admitir que una constante tortura que no me deja ser egoísta como antes y es que, cuando estoy contigo quisiera cambiar todo lo que soy, mi naturaleza, mis pecados para ser digno de ti. Y no entiendo, te juro que no, el por que siento que cada vez me rechazas mas y mas, y soy un idiota por sentirme así, creo que se debe a que, nunca jamás nadie me había hecho sentir lo mismo que tu, eres la musa que espere toda mi vida y ahora que estas aquí la inspiración que llego a mi fue tal que me siento abrumado, me aterra pensar que puedo perderte aun cuando nunca has sido mía. Soy patético, lo sé, y sentirme así me enfurece, me siento como un niño inexperto cuando creí tener el mundo a mis pies viniste para demostrarme que todo en lo que creía fue una simple mentira.
Yo hubiera deseado que confiaras en mi, que me dijeras como esto iba a terminar bien, solo soy un chiquillo enamorado de alguien que valía la pena todos los riesgos pero no puedo obligarte a sentir lo mismo por mi…- Y en el pasado nada me habría costado forzarte a hacerlo pero yo deseaba que fuera diferente, que por primera vez en mi vida, alguien me amara realmente, conociendo mis demonios y aceptándolos, yo acepte todo de ti desde el día en que mis ojos se posaron sobre ti en un precioso atardecer en el lago, nunca olvidaré ese día, el día en que perdí realmente mi alma, el día en que te robaste mis sueños, cuando me volví tuyo completamente, el día en que elegí quien quería que me rompiera el corazón. Me alegra tanto que fuera alguien tan indiferente, porque así mi dolor estaría justificado… No sé si ignoraras mis notas pero lo hagas o no solo quiero decir que... espero que estés bien y que encuentres a alguien que te haga feliz. Lamentablemente no pude ser yo y mucho menos puedo ignorar el hecho de tu existencia en este mundo, así que, esta no es una despedida.
¿Quién en su sano juicio podría renunciar al amor de su vida?
Yo no soy un cobarde, no me rendiré tan fácilmente nena. Y es que eres el propósito más bonito de mi vida, Elysian Lutz, aceptame o rechazame pero nunca podrás hacer que te deje de amar, ni matándome terminarías con el juramento inquebrantable que le hice a mi alma de amarte.
https://66.media.tumblr.com/…/tumblr_mzpwvcG7tq1r5gmiko1_40…
Terminó de escribirla, tenía una amplia sonrisa en los labios y lagrimas en los ojos que cayeron por sus ojos, una única rosa blanca reposaba frente a él, junto al frasco lleno de mariposas esperando ser enviadas junto a una nota para ver sus días finalizar de una manera simbólica y hermosa. Doblo la carta metiéndola en su respectivo sobre y tomo el abrecartas que reposaba sobre la superficie de caoba obscura. Y con un ágil movimiento corto su muñeca que comenzó a sangrar de inmediato de manera dramática como si la superficie fuera más severa de lo que realmente era, la sangre se derramo cayendo sobre los pálidos pétalos que de inmediato se tiñeron de carmesí.
La sensación de la sangre brotando era deliciosamente placentera pero no quería desmayarse así que con un rápido movimiento de su varita la herida quedo en el pasado. Una pequeña mariposa negra, y la nota fue enviada, colocada con una precisión y belleza sobre la cama de la joven, sobre el pálido sobre color hueso reposaba una rosa bañada en sangre y sobre esta una pequeña mariposa que acababa de llegar al mundo esperaba, aleteando suavemente postrada sobre la sangre que aun seguía caliente. Sabía que ella lo entendería, la metáfora de cómo le entregaba una parte de su vitalidad, de su ser, su vida estaba puesta en manos de Elysian, hoy y para siempre.
-La amo…- Susurro contemplando al resto de las mariposas que revoloteaban impacientes dentro de la urna, en esta ocasión la que envió con la carta no moriría como muestra de su compromiso por ella.
Plantas, nunca había sido fan de ello, en casa no tenían jardines, solo un inmenso bosque que rodeaba todo el castillo condenado a un invierno perpetuo, literalmente, las únicas veces que podía apreciar un clima diferente era cuando su tio lo mandaba a hacer algún trabajo fuera o en sus reuniones en Rumania. Le gustaba, estaba acostumbrado al frio, por eso aun no se acostumbraba al clima de Londres. La clase de herbología sonaba interesante ya que no solo eran “plantas” comunes y corrientes, tendrían cualidades muy distintas a eso. De la misma manera, en casa había un invernadero pero no tenía permitido entrar ya que las plantas que ahí se cultivaban eran “letales” para la protección del lugar, había tantas locuras puestas para que fuera seguro que la verdadera amenaza se encontraba dentro del castillo. Como fuera, llego con tiempo perfecto al invernadero donde la clase con la profesora… Camila- repitió leyéndolo directo del trozo de pergamino que llevaba a mano, gracias a los datos que los cuadros le dieron. Solo para encontrar un anuncio –a los que ya se había acostumbrado entre tareas, profesores que no daban sus clases y ahora, profesores que cambiaban la clase de lugar, era una locura- Se apresuro por que ahora estaba retrasado y eso no era elegante ¡! ¿En cuál de los jardines? ¡!
Por lo menos para cuando los encontró aun no daba comienzo, el resto de los asistentes llegaron de la misma manera, corriendo y apresurados.
Sentados en el pasto Reggan intentaba encontrar una posición en la cual sentirse cómodo y alejado en lo más posible de los demás hasta que notó que cierta jovencita estaba ahí. Ely, se acerco a ella quedándose tranquilo a su lado con una amplia sonrisa de pronto cambiando todo el panorama, hasta el entusiasmo de la profesora le pareció encantador y se preguntaba si la niña a su lado sería su hija, era muy joven, que trágico.
Su vista paseaba por el jardín y luego se posaba en su ángel y luego nuevamente buscando plantas mágicas “No letales” imaginaba él, aunque herbología no era su fuerte dejo pasar la respuesta ya que el resto de los alumnos respondieron inmediatamente. Se preguntaba ¿Qué clase de practica llevarían a cabo?
El gran comedor permaneció en calma, cuando la directora anunció al ganador de la copa de este bloque todos se alzaron e aplausos y felicitaciones, los Slytherin quienes eran más reservados permanecieron apacibles en sus asientos alentando solo un poco con algunas palmas, Reggan sabía que no había podido hacerlo todo por que llegó a mitad del bloque, se perdió muchas clases y actividades, pero este bloque las recompensaría con mucho. La cena continuo con normalidad, bueno, dentro de lo que cabía decir “normal” en Hogwarts, la decoración de Halloween era perfecta, aun para el peculiar tono rosa de las calabazas de la mesa de las serpientes, los fantasmas volaban por la habitación, no había tenido oportunidad de charlar con el Barón Sanguinario o con cualquiera de los espíritus que ahí habitaban. Al menos con la mayoría… una estruendosa e irritante voz resonó por el lugar, todos alzaron la mirada y escudriñaron el lugar en busca del portador, una horrible criatura se materializo siendo el responsable de caras de miedo, sorpresa y enojo –por parte de algunos profesores- Él por su parte lo miraba inexpresivo, continuaba con su racha de cambió de humor, todos murmuraban mientras la criatura seguía lanzando constantes insultos, en especial contra la directora que furiosa intento atacarlo pero desapareció a través de la pared ¿Qué era eso? No importaba, al menos no por ahora por que antes de irse les dejo un pequeño obsequio, una broma de Halloween, bombas apestosas, era sumamente desagradable, la conmoción en el comedor fue inmediata, todos salieron de sus asientos intentando cubrir su olfato del terrible aroma, al menos no permaneció demasiado, el postre llegó pronto, todos se notaban impacientes por regresar a sus habitaciones a ponerse el disfraz para el baile, él solo quería ver a Ely.
Los murmullos y risas no se hacían esperar en los corredores, salas comunes, torres, en cualquier lugar al que pudiera ir el espíritu de juventud que recorría con jovial alegría el castillo. Hoy, la última noche del bloque, el cierre de un ciclo. El final secundario de lo que comenzó hace un par de meses que llego a Hogwarts, esta noche una casa se coronaría campeona sobre las demás demostrando su determinación y fuerza para sobresalir, para ser la mejor, por tener a los alumnos y miembros más destacados, con propósitos firmes que lograron cumplir. A simple vista podría parecer algo simple, una sana convivencia estudiantil, pero para Reggan en los momentos en que avanzaba hacía el gran comedor, con su impecable uniforme significaba mucho más… Todo había sido tan divertido, la convivencia, conocer a personas de su edad, magos admirables que demostraban que no era necesario pertenecer a una familia influyente o ser portador de una pureza de sangre que trascendía generaciones, eso era todo lo que necesitaba saber, que existían personas excepcionales que eran autenticas y únicas. Ely, Daría, Wen, Mía y a todos a los que aun no conocía. Siempre busco la belleza estética, los sentimientos eran algo pasajero, pero la experiencia vivida en los imponentes muros llenos de historia que se convirtieron en su nuevo hogar le demostró que las personas eran mucho más que objetos, como él los utilizo durante tanto tiempo, de formas y maneras inimaginables, dignas de un monstruo, eso era, un ser despreciable, lleno de odio e ira, carente de cualquier sentido de humanidad, quien dijera lo contrario estaría mintiendo, una mente brillante nublada por la creciente necesidad de aparentar algo que no era. Se daba cuenta de que todo lo que creyó haber vivido y la experiencia de la que presumía solo eran mentiras, su vida era una mentira, su sonrisa, su belleza, su personalidad, su familia, nada tenía valor. Todo perdía sentido mientras avanzaba con expresión vacía, entrando al gran comedor donde las risas se alzaban, las voces jubilosas de emoción ascendían dando buenos deseos, expresando las ideas más triviales y a la vez fascinantes, todos lucían radiantes, estaban de fiesta, había tantos motivos para ello.
El joven Slytherin se sentó a la mesa con una sonrisa inexpresiva en los labios, parecía que todo a su alrededor se movía en cámara lenta mientras uno a uno, sus compañeros se unían a la celebración, Reggan observaba a cada uno de ellos. Todo estaba preparado, estaba escrito que esta sería una noche mágica, sin embargo, el joven de ojos ausentes, mirada cansada por la última semana que paso sin dormir resultaba aterrador, se corto el cabello, su piel había palidecido más de lo común, el encantador misterio que lo rodeaba se convirtió en una alerta de peligro. La mueca en la que se había convertido aquello que se conocía como sonrisa se deformo aun más cuando el prefecto habló, sus primeras palabras resonaron en su mente y ensordecieron el resto:
- Es una noche especial, ¿no? – Su decimo octavo cumpleaños llegaría en tan solo unas horas, al timbre de la media noche, eso significaba varias cosas, sería mayor de edad, con ello vendrían más responsabilidades, no solo físicas, emocionales, si no legales, se convertiría en el líder de la familia Stoker, pero nunca imagino que la repercusión sería tan grande y estremecedora para su mente, entendía el por que hizo todo lo que hizo en el pasado, desde que perdió a sus padres, cuando se dejo llevar por la lujuría, los vicios, la sed de sangre, no se estaba entregando al destino de su familia, quería aplazar este momento en lo más posible, evitarlo ahogándose en sexo y alcohol, drogas y la muerte de inocentes para no aceptar que lo peor aún estaba por venir, que lo que le aterraba no era perder su belleza o su poder, si no… él mismo, su verdadero ser y de lo que era capaz, nunca estuvo preparado pero era una realidad, y esta noche, la llave que mantenía cerrada esa puerta y que creyó se había perdido no era necesaria, ya que el mal que estuvo recluido durante diecisiete años, once meses, cuatro semanas, dos días, Veinte horas, varios minutos y muchos segundos que no se detenían, saldría al filo de la doceava campanada del reloj, al filo de las dieciocho primaveras que se había sentido solo, en casa, con la esperanza de que todo cambiaría en algún momento. Funcionaba en automático, se puso en pie, su cuerpo rígido se movía involuntariamente imitando las acciones de los demás, alzo la copa brindando con sus compañeros mientras en su cabeza algo terminaba de romperse. El brillo de sus ojos no existía, y aunque su porte, hermoso y elegante, lucía como siempre, él ya no era el mismo, y no lo volvería a ser.
Una tenue luz de cordura ilumino la obscuridad que se cernía sobre su alma, solo un pequeño resplandor, hasta la media noche le permitiría disfrutar el par de horas que le quedaban, para ser joven, autentico, para divertirse… tomó el pequeño paquete que había frente a él en la mesa, era un collar con un significado entrañable, lo coloco en torno a su cuello, este resplandeció a la luz de las velas, antorchas y decoraciones halloweenescas que adornaban todo, parecía todo sacado de una historia en la que existían las brujas, los vampiros, hombres lobo, criaturas que atormentaban a los mortales en esta terrorífica y mágica noche, aquella en la que todos celebraban el comienzo de nuevas cosas, cercano a celebrar el día donde los espíritus caminaban entre nosotros, era tan extraño.
Solo un diente de león era lo que daba vida a la obscura y solitaria habitación en la que reinaba el silencio y la promesa de un futuro incierto. Reggan había tenido muchas visiones sobre Catherine anteriormente, había visto sus logros, sus problemas y momentos relevantes en su vida mucho antes de que ella imaginará que sucederían. Su “don” le permitía ser mas susceptible a los sentimientos de los demás y por lo tanto tener una sensibilidad mayor a la hora de tratarlos, lástima que su personalidad fuera tan egocéntrica y arrogante que esto nublaba su capacidad de pensar mas allá que en si mismo, eran pocas las personas realmente interesantes en su vida y aun mas pocas las que le importaban de verdad. Gracias a ello vivía recluido en si mismo aparentando no estarlo.
Sostenía la pequeña flor que había recogido en los días anteriores en los jardines que se mecía suavemente entre sus dedos y permanecía tan viva como el día en que fue arrancada del lugar que la mantuvo durante tanto tiempo, era muy extraño. Su visión de la vida se nublaba por su constante pensar de la muerte. Y ahora estaba aquí, en la sala común preguntándose qué sería del mañana.
Los días se volvían tediosos y aburridos, sin clases y sin ninguna de sus constantes actividades de diversión solo podía encontrar consuelo en dar paseos largos afuera y explorar el castillo, su lugar favorito era la biblioteca, había aprendido muchísimo sobre Hogwarts en las últimas semanas pero ahora, ahora solo quería regresar a su hogar. Salió de las mazmorras sin un rumbo fijo, solo quería caminar y perderse y no conocer el camino de vuelta, nunca regresar.
Su mirada permanecía fija en el suelo sin poner atención particular a nada o a nadie, los corredores solitarios a su paso eran presa de susurros por parte de los cuadros que le saludaban formalmente pero él no respondía, pasando de largo.
Hoy era un día típico en el que no pasaría nada interesante hasta que de pronto sintió un suave contacto seguido de un empujón que lo hizo trastabillar hacía atrás, alzó la mirada viendo a una jovencita que estaba de espaldas hacía él y que grito en el momento en que las escaleras comenzaron a moverse, estaba demasiado cerca y solo la sujeto de los hombros para evitar que lo empujara de nuevo y evitar que se callera en su temor por el movimiento que pronto se detuvo, ahí le quedo más que claro que era una nueva estudiante.
Una vez estables en un punto fijo retrocedió apartándose un poco- Una disculpa, no estaba prestando atención – Hizo una leve reverencia disculpándose con una mirada inexpresiva.
|| Parte 1 || Privado || Respuestas de media noche || Media noche || 1/10/2016 || Bosque Prohibido ||
Poco a poco el humo del cigarrillo se disperso mientras las pequeñas gotas de agua comenzaban a caer, era solo cuestión de tiempo para que una copiosa tormenta callera sobre Hogwarts y Reggan estaba demasiado expuesto pero le encantaba, disfrutar de una noche fría y nublada como esta, le recordaba a casa y últimamente era el lugar en el que deseaba estar. Refugiarse en su propio mundo de perdición y no volver a salir, desaparecer en la más profunda obscuridad. El por qué se sentía así aun era confuso, en parte fue por que conoció el amor verdadero y este se encargo de pisar sus sentimientos de una manera cruel y despiadada, y vaya si él sabía de crueldad. Estaba en un lugar desconocido, rodeado de personas desconocidas, todas con costumbres diferentes a las del lugar en que él fue criado y con mentalidades sumamente complejas o simples dependiendo de quién se tratará, se sentía abrumado por la cantidad de personas a su alrededor y aun mas por la cantidad de información a la que constantemente estaba expuesto, como si el monstruo que era la sociedad actual lo tuviera acorralado, sin una salida clara. Esto era lo que debía hacer, enfrentar el hecho de socializar y convivir con personas de su edad y por decir algo de su “estatus” en cuestión de ser un estudiante, intentar integrarse, hacer amigos de manera tradicional. No era sencillo y no esperaba que lo fuera, lo enfrentó con la frente en alto como la mayoría de situaciones en su vida pero sinceramente ahora prefería las masacres y atrocidades en lugar de tener que sonreír hipócritamente a personas que no eran interesantes y aun más, a personas que se ganaron su devoción y apreció y ni siquiera lo notaban.
Suspiro pesadamente mientras vislumbraba la obscuridad a su alrededor acompañada de un silencio casi sepulcral, era aterrador pero para él era relajante, y extrañaba no poder fumar libremente como en casa, normas estudiantiles, no parecían más que basura hecha para hacer que personas completamente distintas se comportaran de una manera “adecuada” ¿Qué era adecuado en realidad? Todos habían sido educados de maneras distintas, era retrograda suponer que clase de comportamiento era el establecido a seguir, era una tontería, pero como debía cumplir el protocolo con tal de ver a su hermana lo más pronto posible se arriesgaría, y siempre podía escaparse en ciertos momentos para disfrutar de pequeños momentos como este. El silenció se vio abruptamente irrumpido por una ráfaga de viento y un ruido que causo un leve estruendo entre las ramas de los arboles que de entre sus ramas torcidas dejaron escapar el sonido de los apresurados aleteos de decenas de cuervos que se precipitaron al cielo nocturno iluminado por una inmensa luna que brillaba con mas intensidad que nunca, al menos para alguien que constantemente la había apreciado a través de ventanales cubiertos de nieve, solo una vez la vio con tal esplendor, una noche llena de sangre y un frío invernal que casi los mata. Pero esos eran recuerdos para otra noche, su melodiosa y seductora voz resonaron suavemente atrayendo la mirada del joven que de pie en medio del claro lo contemplo con admiración, respeto y la vez familiaridad.
-Criaturas fascinantes ¿No crees?
-Señor…- una elegante reverencia y Reggan puso los ojos en blando- La escuela le sienta de maravilla a mi parecer, luce esplendido esta noche.
-Ahorrémonos los cumplidos ¿Cómo va todo en el castillo?
El chico que solo le llevaría algunos años de más a su joven amo asintió- Todo ah seguido una rutina normal a excepción de las constantes reuniones de su tío con los miembros del consejo hablando sobre herencias, testamentos, contratos, etc. Incluso planes para destituirlo como heredero…-
-Lo típico- irrumpió el más joven concentrándose en el humo mientras sus pensamientos divagaban en la información que no era particularmente nueva.-
-Y…- Esa única letra, lanzada al aire con un propósito lo hizo fijar la mirada en los ojos de Sherlock.-
-¿Y?- su voz se volvió amenazante y calculadora, cuando el contrario lo percibió se enderezo y hablo sin pensarlo más.-
-Su tío recibió la visita de un joven foráneo que no conocemos y no parece tener relación con nadie en la mansión o en la orden. Un completo desconocido, y lo impresionante fueron las medidas de seguridad que se tomo a la hora de hablar con él, no pudimos averiguar nada sobre lo que charlaron o que asuntos trataron, las escoltas y los guardias custodiaron la habitación que tenía hechizos de protección de todo tipo, demasiado meticuloso para tratarse solo de la hora del té en el salón principal. Me disculpo porque nuestros esfuerzos no fueron los suficientes para averiguar que planeaban.
-Déjalo, las disculpas no me dirán de que se trataba- estaba molesto pero más que eso, pensativo sobre la nueva información preguntándose si aquello estaría ligado a la visión que tuvo sobre Catherine los días anteriores- Puede tratarse de un nuevo miembro de la orden pero en todo caso me habrían notificado y al resto de los concejales, debe ser algún trabajo personal que solo él necesita saber.-
-Señor… Si se tratara de un asesinato… dirigido hacía usted-
-No lo creo, no sería idiota como para mandar solo a un “chico” subestimarme jamás ah sido su estilo, sabe la clase de mago que soy y sospecha la clase de aliados que tengo, si se atreviera a tocarme un solo cabello se enfrentaría a algo peor que la muerte, es por eso que me mando aquí.-
-Tiene razón, nada relacionado con la orden o con usted, eliminar amenazas directas a sus propósitos podría ser el motivo, no contamos con el apoyo de todas las familias de magos élite en el país, podría tratarse de eso-
-Sigue siendo muy arriesgado, puede que ese joven sea extraordinario y ni aun así pasaría las primeras filas de peones en el tablero de familias como la nuestra. Quiero que revises las bóvedas en Gringotts , la mía, la de Catherine, la de mis padres, enviaré una nota que recibirás solamente tu, en caso de que alguien más la vea se incinerará automáticamente así que asegúrate de recibirla, irá en clave revelando la verdadera nota a los duendes en Gringotts, autorizándote para que hagas lo que te eh pedido. El bosque norte, justo donde la nieve deja de caer y comienza el prado de la muerte donde nadie se atreve a ir, ahí esperarás a Amelia a la media noche, toma todas las precauciones necesarias, ninguna está de más, una vez en el banco cuenta todo, en especial los galeones, los únicos que tenemos acceso a esas bóvedas somos mi tío, mi hermana y yo, Catherine nunca ah estado en alguna de ellas, yo no eh retirado nada, veamos que movimientos ah hecho el conde Vlad, soy quien conoce las cantidades exactas. ¿Qué hicieron después de hablar?
-El joven ah permanecido en casa desde entonces, lo monitoreamos constantemente pero parece estar esperando igual que nosotros-
-Quiero una fotografía, solo eso necesito y que me notifiques en cuanto salga de ahí, a donde se dirige, que hace, quiero que lo vigilen y lo sigan a donde sea…-
-Así será mi señor…-
-Y… ¿Como están Victoria, Diana y Elizabeth?- dijo con una voz mucho más relajada, pasando de ser un comandante en jefe a un joven aristócrata de sentimientos melancólicos y recuerdos que cada vez se volvían mas lejanos-
-Las señoritas han estado impacientes, lo extrañan demasiado y pasan los días tal como usted lo ordeno-
-Ya veo, dales mis saludos y… que te lo agradezcan de mi parte, eres quizás la única persona en quien puedo decir que confío un poco, piensa en ello y medita mientras te relajas en su compañía esta noche, Gringotts abre hasta mañana temprano así que, diviértete.
-Gracias Reggan- Susurro el mayor aun sin acostumbrarse a llamarlo así, aunque le dio la opción de hacerlo desde hace mucho.-
-Y… trata bien a mis chicas, ellas me darán cualquier queja sobre ti, y te haré pagar- una sonrisa en sus labios le indicó que podía irse, ya habían terminado con la charla—
-Le aseguro que así será, pronto recibirá toda la información pertinente, la traeré en persona-
-No, eso es arriesgado, salir tanto del castillo levantaría sospechas, envía una lechuza, una nueva que nadie identifique. Ten cuidado-
-Sí, cuanto antes, esto es para usted…-extendió un bulto de cartas sujetas con listón-
-La señorita Catherine ah estado escribiéndole, aun no sabe que usted esta en Londres, por eso no le habían llegado-
-Me encargaré de eso-
-Las guardó en su saco
-Y…- saco una pequeña urna de cristal cubierta por una manta de terciopelo rojo, al ser removida la cristalina superficie reflejo la pálida silueta de la luna.
-Son perfectas…-
-Solo las mas hermosas…- susurro el joven haciendo otra reverencia antes de desaparecer en la obscuridad que lo vio surgir hace menos de treinta minutos atrás. Dentro del contenedor una decena de mariposas revoloteaban agitadas como presintiendo que una inesperada muerte les aguardaba próximamente, una de ellas, una con bellísimos reflejos plateados en las alas de un turquesa intenso le hizo pensar en Elysian, tal vez era hora de escribirle una carta, una que seguramente no podría ignorar.
|| Primer Acto || Abierto || Afrontar la realidad es más difícil de lo que pensé, pero no todo puede ser tan malo || 13/09/2016 || 7:00 pm. || Lago Negro ||
En cuanto puso un pie en el castillo se dio cuenta de que ya estaba muy lejos del lugar al que había llamado “casa” por tantos años, donde prácticamente vivió recluido desde que nació pero le gustaba, se había acostumbrado a no salir salvo por los mandatos de su tío pero ahora, ahora estaba por su cuenta.
El sirviente que lo acompaño le comentó que sus pertenencias ya estaban en su habitación en las mazmorras de Slytherin que era la “casa” a la que el sombrero seleccionador lo había enviado. No tenía idea de que hacer ahora, lo que le tomó por sorpresa ya que prácticamente tenía el orden de todo en su vida, la cuestión era que toda su vida estudiantil se desarrollo en casa, los tutores privados iban e impartían las clases en la biblioteca del castillo Vlad, ni si quiera sabía cómo relacionarse con los chicos en el entorno estudiantil y más en una escuela tan vasta como esta, todo eso resultaba abrumador. Suspiro profundamente buscando la calma, estresarse no era bueno para su piel. Se despejo admirando el imponente castillo que se cernía frente a él, tantas historias ocultas tras aquellas paredes, esperando a que él las conociera y quedara fascinado con sus nuevos conocimientos, pero por alguna razón solo quería aire fresco, estar fuera, mas ahora que el atardecer se cernía sobre el castillo y la noche estaba próxima, su momento favorito del día era cuando terminaba.
Avanzo por los amplios jardines encantado con el aroma de las rosas que con su suave fragancia parecían darle la bienvenida. Aun no conocía las normas y protocolos de la escuela pero por lo desolado del lugar dedujo que debía haber toque de queda o que no podían salir de noche, que aburrido resultaba, un punto en contra pero eso era lo de menos.
Sus pasos lo llevaron hasta una vista majestuosa en donde los colores jugaban en el cielo con formas únicas creando patrones perfectos que le robaban el aliento a cualquiera que tuviera el detenimiento de apreciarlos, era bellísimo. Sobre el lago se reflejaba todo creando un paisaje de ensueño que rápidamente lo atrapo e hizo desaparecer todas sus dudas y preocupaciones.
Esto, esto era lo que necesitaba, de un momento a otro la inspiración llego a él, quería tocar el piano, cantar, quería escribir tantos versos que habían sido ahogados en la tinta, recitar tantas poesías que carecían de sentido y que ahora tenían las más profundas interpretaciones, llegaron a su mente las letras más perfectas para las canciones más increíbles que pudieran haberse realizado antes o después, pero no podía moverse, se había enamorado de la naturaleza una vez más, el lugar perfecto para un comienzo ideal, o al menos eso esperaba.
Una sonrisa encantadora apareció en sus labios y embelesado dio un par de pasos al frente, casi al borde del agua quedo atrapado por la silueta dibujada sobre el agua, esto hacía aun más perfecto todo, lucía fantástico, se mordió los labios y la sonrisa se amplió dejando a la vista su latente emoción. Comenzaba a alegrarse de haber venido, solo faltaba que las personas lo arruinaran.
“Era tan extraño, no tenía sentido, pero nada en su vida lo tendría, a partir de hoy. “
||Privado|| Flashback || El día en que perdí lo único que me mantenía cuerdo || #NaturalMGC #TagAnimalesFantásticos #TagMágico ||
Día 2: Basilisco.
En mi familia, nunca había nacido una mujer. Esa fue una tradición que nos precedió desde hacía trescientos años, desde las primeras generaciones hasta las actuales. Por ello, hace dieciséis años, cuando Catherine, mi hermana menor, nació, todo se volvió un completo lío para nuestra familia.
Un hijo, un heredero, el primogénito legítimo y nada más. Los matrimonios eran arreglados entre familias de nuestra clase, buenas esposas, fieles a la causa. Todo eso cambió cuando llegó mi madre; Lilith Lioncourt. Si bien los Lioncourt eran una familia de magos tenebrosos, ella era distinta en muchas maneras, ella no predicaba la magia tenebrosa, era una bruja que adoraba la magia de la naturaleza, aquel poder antiguo que siempre había gobernado nuestro mundo.
Una bruja natural de su tipo, adoraba la belleza legitima de las cosas, ella me enseño todo lo que se sobre arte, música, tocaba el piano, el chelo y el violín de una manera tan brillante y hermosa, ella fue mi musa por mucho tiempo, incluso antes de saber que significaba aquella palabra, fue la persona a quien más cercano eh sido prácticamente toda mi vida. Solo ha habido dos personas así, ella y mi hermana, Catherine. Mi padre se la pasaba viajando, eran raras las veces que estaba en casa y esos días solo pasaba el día dándome lecciones sobre magia, nunca tuvimos una relación fuera de las practicas, y aquello sucedía con mi madre, se la pasaba trabajando, por ello la noticia de mi hermana nos tomo a todos por sorpresa, yo estaba feliz, pero era el único, comenzaron a haber sospechas que fueron comprobadas mucho después, fue la época en que mi padre comenzó a pasar más tiempo en casa, solo para repartir golpes e insultos contra ella, era terrible tener que ver a la mujer que era mi heroína volverse una persona sumisa y retraída, algo completamente distinto a su naturaleza, pero comenzó a temer por su vida, era comprensible. Lo que me mantuvo al margen durante todo ese tiempo para no intervenir, vamos, era un niño de ocho años, poco había que pudiera hacer entre esos dos, pero había alguien a quien podía ayudar, mi hermana menor, que sufría, por la falta de nuestra madre que se pasaba los días enteros encerrada en su habitación y porque mi padre la despreciaba enormemente, la ignoraba completamente y dejo de preocuparse por ella, era aterrador. Se volvió mucho más estricto y severo conmigo. Unas semanas después de que los azotes comenzaron nos dieron la noticia de que mi madre estaba muerta. Nos hicieron caminar tras el ataúd, un paramo solitario y nevado mientras nuestros parientes más despreciables y cercanos, sin ninguna clase de dolor o tristeza solo se deshacían de un problema, me tomo mucho tiempo comprender que había sucedido, pero aquella frase que ella me dijo solo unos días antes se quedo conmigo para siempre: Si algo me pasa, tu padre es el responsable.
No paso mucho para que él también fuera asesinado, antes de morir me confesó que él no había sido responsable. Yo nunca le creí, creo que si aun viviera yo mismo lo mataría con mis propias manos. Todo resulto ser un caos, al parecer Lilith lo estuvo engañando desde poco después de que se casarán, un par de años para ser exactos, con alguien que no era de nuestra estirpe, un mestizo, el peor insulto para nuestra familia y la de ella, pero eso no era lo peor, se creía que Catherine había sido el resultado de esa unión prohibida, por lo que la niña comenzó a ser aborrecida por todos, y ella lo sabía, lo sentía, creía que nunca debió de haber nacido, Ree, sin saberlo la protegía de todo y todos, muchas veces trataron de matarlos, y todas las evitó cuando quedaron a cargo de su tío, hermano de su abuela. Personas despreciables que constantemente los asediaban. Se tomó una decisión, al no poder deshacerse del “problema” al menos lo alejarían.
-¡REE! ¡NO DEJES QUE ME LLEVEN!- El niño de pie junto a la escalera contemplaba la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, Catherine tiraba con fuerza de la mano de una de las sirvientas, pataleaba y gritaba en medio del llanto, intentando soltarse de su agarre, una pequeña maleta reposaba a su alrededor, hacía poco acababan de celebrar su cumpleaños número once, solos en su habitación, entre risas y canciones, solo se tenían el uno al otro y ahora se la estaban llevando, sin saber a dónde. Ella no tenía miedo de a donde pudieran llevarla, temía por que la estaban alejando de la única persona que había sido buena con ella en toda su vida, de su hermano. Pero Reggan no se movió, ni siquiera dijo algo para despedirse.
Hacía solo unos minutos antes su tío se acerco a él, le planteo una idea, una remota idea de lo que la estancia de su hermana en aquella casa significaba y significaría a largo plazo. Él no pensaba en sí mismo, si no en lo que sería mejor para la pequeña Cate, quien aun estaba a tiempo para vivir una vida lejos de este lugar, alejada del desprecio, de la indiferencia y el dolor, él se quedaría, siendo el heredero legitimo si intentaba escapar ella también moriría, renunció a quien era su razón de mantenerse firme ante las adversidades, la única persona que lo entendía, quizás la única a quien llegaría a amar de aquella manera en su vida, su hermana, su mejor amiga.
La nieve se colaba por la puerta principal que permanecía abierta mientras la sacaban por la fuerza. Siempre viví en Transilvania, el castillo Vlad había sido maldito con un invierno perpetuo y nunca antes en mi vida había tenido tanto frío como ese día.
Los ojos del menor se llenaron de lagrimas, pero permaneció inmóvil, con la mirada fija en los ojos azules llenos de miedo que ya no estaban, la puerta se cerró de golpe dejando un silencio absoluto en la estancia, las lagrimas caían pero no se movió, estaba petrificado, hasta el anochecer que regresó a su habitación en la que duró una semana encerrado, sin comer, sin hacer nada más que pensar en que todo aquello había sido lo mejor para Catherine, aunque lo odiará después nunca podría perdonarse a sí mismo que siguiera sufriendo en aquel lugar lo que ahora él tomaría como un estilo de vida. Ese día perdí todo lo que me volvía humano, lo que mantenía aquella parte de mi alma que no era tan mala, dándole paso a mi verdadera naturaleza, mi verdadera y terrible realidad.
“The beauty is in my life. The pleasure is in my hands. The darkness in my soul “
El artista es creador de belleza. Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte. El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía. Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza. Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza. No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo. La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo. La aversión del siglo por el romanticismo es la rabia de Calibán al no verse la cara en un espejo. La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar. El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable amaneramiento de estilo. Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo. Pensamiento y lenguaje son, para el artista, instrumentos de su arte. El vicio y la virtud son materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor. Todo arte es a la vez superficie y símbolo. Quienes van más alla de la superficie, se exponen a las consecuencias. Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias. Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida. La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo. A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil.
“Hasta el más valiente de entre nosotros se teme a sí mismo”
Yo siempre eh sido directo a la hora de decir las cosas, también me caracterizo por siempre enaltecerme en mis historias, al momento de contar mis experiencias, siempre siendo un héroe o en mi caso el villano principal. Aquel que sin temor o culpa puede cometer los actos más cuestionables y salirse con la suya o no tener consciencias que no sean gratas o geniales. Pues este no es el caso, ya que la pócima de la desesperación fue un conjunto de todas esas cosas que no cuento de mi, por que quiera admitirlo o no aun tengo un lado humano que me condena constantemente, que no me permite ser completamente inmune a los sentimientos que nos caracterizan. Y precisamente eso fue lo que me hizo reflexionar esta practica, las experiencias que me llevaron a ser la persona que soy ahora. El tiempo en que yo era un niño inocente, con sueños, esperanzas y propósitos que se encaminaban a la plenitud emocional y espiritual, a vivir una vida, si bien no ideal pero una que me llenaría casi por completo. Fui educado para seguir las normas y tradiciones de una familia conservadora de clase alta, una familia de magos de una linea pura de sangre, y me parecía genial, siempre eh admirado sus ideales y lo que hacían, propósitos como los nuestros siempre han sido cuestionados por su moralidad pero causan el mismo impacto hasta en el más abnegado. No era que fuera conformista, solo me gusto la vida que fue elegida para mi.
¿Cuando fue que eso cambió? Beber de la desesperación me recordó ese momento.
Nadie creería que alguien como yo ah hecho todo lo que yo eh hecho, es algo que me lleva a detestar aun más a las personas. Que te juzgan por lo superficial y no se atreven a ver mas allá de una apariencia de joven refinado e inocente, no se si para bien o mal siempre supe como aprovechar esa estúpida fijación por las apariencias. Siempre tan sensible y carismático. ¿El corazón de un poeta en tiempos modernos? No, un poeta tiene sentimientos, yo utilizo la poesía para intentar demostrar que los tengo. Primero que nada debo aclarar que no esperaba que la pócima me llevara de vuelta hasta mi niñez, creí que me llevaría a la primera vez que maté a alguien por placer, o a cuando cada una de mis venganzas egoístas y personales se materializaron sin importarme cuantas familias o vidas destroce en el proceso, esos actos crueles y sin sentido de la humanidad que cumplen con su propósito de serlo, por ello cuando estuve ahí fue uno de esos momentos que conllevan a una mayor reflexión. El decir ¿Por que esto es más fuerte o significativo que lo otro? Por que el hecho de ver a mi padre golpeando a mi madre por primera vez fue más relevante en mi vida que el hecho de torturar a tantos mestizos por el hecho de no ser puros, sin siquiera importar sus vidas, si eran personas buenas o no. He aprendido a amar los secretos. Parecen ser lo único capaz de prestarle cierto misterio o fantasía a la vida moderna. Lo más banal resulta delicioso con sólo esconderlo. Y para mi se volvió como un credo, nunca oculte el apellido de mi familia, pues ya tiene una reputación formada pero tampoco hable o conté algo más de lo que todos sabían, para mantenerme como algo peligroso pero atrayente. Todos esos actos ruines tienen un encanto prohibido si no son revelados.Hoy en día, la gente tiene miedo de sí misma. Han olvidado su principal deber, el deber que uno tiene consigo mismo. Naturalmente, son caritativos. Dan de comer al hambriento y de vestir al mendigo. Pero privan de alimento a su propia alma y están desnudos. Se pierden a si mismos por llevar acabo una serie de actos que le dan una paz falsa a sus consciencias. Creyéndose capaces de juzgar de inmorales aquellos actos que nunca se atrevieron a realizar por temor a lo mismo, a ser juzgados: La única forma de librarse de una tentación es ceder ante ella. De resistirse, el alma enfermará anhelando aquellas cosas que se ha prohibido, deseando lo que sus monstruosas leyes han convertido en terrible e ilícito. Los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en la mente. Y es también en la mente, sólo en la mente, donde se cometen los grandes pecados. Yo decidí llevar a cabo todas esas ideas y me condené a vivir en un abismo de depravación. El pecado es el único elemento de color que le queda a la vida moderna. Debe estarse preguntando por que le eh contado todo esto, haciendo de este un ensayo demasiado largo solo para dar una explicación sobre los efectos de una pócima, bueno, yo me veo obligado a decir que dicho brebaje me puso a pensar en todo esto, y fue una experiencia aterradora, increíble y devastadora, me recordó el por que me volví como me volví, me recordó que todos los monstruos también son humanos, y que detrás de lo exquisito de este mundo siempre se oculta una tragedia. Los fantasmas de mi pasado regresaron, tan vivos y reales que volví a ser el temeroso niño de ocho años que se vio obligado a crecer sin sus padres en una jerarquía en la que sus superiores lo usaron de peón hasta que se revelo para ser el próximo rey. Hay venenos tan sutiles que para conocer sus propiedades es preciso enfermar por su causa. Hay males tan extraños que es necesario pasar por ellos para comprender su naturaleza. Y sin embargo, ¡qué gran recompensa se recibe a cambio! ¡Qué maravilloso lugar se vuelve el mundo! Conocer la extraña y dura lógica de la pasión y la rica vida emocional del intelecto, observar dónde coinciden y se separan, cuándo están en armonía y cuándo en discordia... ¡Es una delicia! ¿Qué importa cuál sea el precio? Nunca se paga un precio lo bastante alto a cambio de una sensación. Y por eso estoy agradecido, fue difícil, pero muchas de las cosas que valen la pena en la vida lo son, son duras, te desgarran el alma quedándose con una pequeña parte de ti pero lo valen. Nada nunca me hizo sentir tan vivo como la desesperación a flor de piel, sentimientos auténticos producto de una poción creada para la magia tenebrosa, para dañar y producir dolor, fascinante en verdad.
“Nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y el pecado que un día cometimos con pesadumbre de nuevo lo cometeremos muchas otras veces, y con alegría”
||Reggan B. Stoker || Slytherin ||