|| Privado || Segunda Parte || Interiores Del Castillo: Biblioteca || 17/09/2016 || 6:00 Pm. || ¿Puedo

|| Privado || Segunda Parte || Interiores Del Castillo: Biblioteca || 17/09/2016 || 6:00 Pm. || ¿Puedo

|| Privado || Segunda parte || Interiores del castillo: Biblioteca || 17/09/2016 || 6:00 pm. || ¿Puedo invitarle a conocernos mejor ||  

 Había enviado la nota, sabía que no debía esperar una respuesta puesto que la señorita Lutz era demasiado reservada como para regresar la nota pero esperaba que comprendiera sus sentimientos, sabía que lo haría, ella era la elegida, podía presentirlo, como nunca antes lo había hecho, tan claro y hermoso como el día en que se conocieron.

De pronto se hayo cantando nuevamente, esta vez una canción más encaminada a lo que ella le hacía sentir, ahora el mundo giraba a su alrededor. El joven pasó el resto del día paseando por los jardines, admirando los hermosos rosales cuya fragancia era casi una droga para el mayor quien recostado sobre el pasto contemplo las nubes mecerse suavemente por horas y horas. Hasta que entre el tick tack de su reloj se fijo en la hora levantándose de golpe comenzó a cantar en voz alta aquella canción que había traído en mente todo el día.                Caminando entre saltos y pasos de baile abriéndose paso por los jardines y luego por los pasillos pidiendo jurar que los cuadros le hacían el coro siguiendo sus pasos de baile amaestrados al mismo tiempo que le indicaban el camino a la biblioteca mientras sus pies sonaban por el piso de piedra:

♫ Song and dance: You Make My Dreams Come True - Hall & Oates https://www.youtube.com/watch?v=6ySNaIZqucc

 Lo que quiero tu lo tienes y podría ser difícil de manejar, como la llama que arde la vela, la vela alimenta la llama.

Tengo un inventario lleno de pensamientos y sueños dispersos ¡Tú los abarcas todos juntos!

¿Y cómo…? Yo no puedo explicar

Bien, bien…Tú…

¡Tú haces mis sueños realidad!

Eh estado esperando, esperando por ti, nena.  

¡Tú haces mis sueños realidad!

¡Tú eres mi sueño!

 Se detuvo frente a la enorme puerta de madera que estaba cerrada y con un suave empuje se abrió dejando ver la amplia y magnifica sala antigua plagada de libros en estantes que iban del piso al techo y se perdían a lo lejos, era impresionante, la biblioteca más grande que había visto en su vida y eso que había visitado demasiadas ya que eran algunos de sus lugares favoritos. La cantidad de conocimiento que guardaban estas paredes era impresionante, estaba ansioso por comenzar con la lectura de aquellos antiguos tomos de magia que esperaban para iluminar su mente, pero aun más interesado estaba en encontrar a la joven que le había robado el corazón, faltaban quince minutos para las 6:00 pm. Y el lugar parecía desierto, no se escuchaba más ruido que el del suave humear de una chimenea ubicada al fondo de la sala, con un rápido escudriñamiento de la estantería más cercana, tomo un libro al azar, sobre la historia de Hogwarts y comenzó a hojearlo mientras esperaba, impaciente, más que nunca, el tiempo jamás había pasado tan lento como en este momento, se mordía los labios y su mente rondaba en todas las posibilidades de si ella vendría o no.

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¿Cómo era posible que aquel ser fuera tan hermoso? No podía explicarlo pero el tono de su voz era suave, exquisito, parecía acariciar su piel y dejarlo con un sentimiento de desear mas, podría pasar horas y horas escuchándola. Aun mas con un nombre como ese que formaba parte del misterio que era ella y lo dejaban con cientos de preguntas.

 -Señorita Lutz, es un placer conocerla…- hizo una suave reverencia, sabía bien que debía guardar su distancia aunque esto hiciera que le doliera el pecho ya que estaba acostumbrado a que las chicas interactuaran con él de una manera más… intima. Se notaba muy tensa, pero resultaba fascinante como era que lo miraba, como examinando cada parte de su cuerpo a la vez que él deseaba que hiciera lo mismo con su alma. Su proximidad era tan tentadora que si ahora se encontraran en su castillo en Rumania, sin dudas no la dejaría irse nunca. Pero estaban en Hogwarts, una escuela con normas, reglas y profesores de magia experimentados que sin duda intervendrían si intentaba hacer algo extraño, debía irse con cuidado y calcular bien su estrategia, ya que estaba seguro de que ella le pertenecería tarde o temprano, todas lo hacían, aunque tenía la esperanza de que fuera diferente de una manera que lo complementara con una perfección irreal, por que en los defectos uno encontraba un equilibrio, Elysian Lutz parecía no tenerlos a simple vista, sus movimientos elegantes, su belleza de ensueño, sus labios que parecían haber hecho un pacto perpetuo de silencio, todo ese conjunto ocultaba muchas cosas, y Reggan no se detendría hasta descubrir todas y cada una de ellas, y amarla, hacer que lo amara con deseo y desesperación, que se enamorara de sus peores defectos, de su alma corrupta y de su vida en el pecado, que lo acompañara.

 ¿Podía permitirse arrastrarla al infierno con él? Definitivamente. O eso era lo que pensaba el mayor en ese momento, aun siendo el niño egoísta y caprichoso que había sido en los últimos años, antes de descubrir a aquel ángel que sostenía una rosa que contrataba con su pálida piel, de una fragancia inusual como su mirada que vacía permanecía apacible mientras poco a poco se revelaban cosas entre ambos.

 -No pude escoger día más perfecto para llegar que el que el destino me tenía preparado, solo para conocerla…- Su mano vacilo en tocarla pero se contuvo solo sonriéndole con ternura, una ternura genuina que tenía cuando encontraba algo que le gustaba, algo que quería y deseaba. – Sería más divertido si juntos conocemos el lugar ¿No lo cree? ¿Podría acompañarla el resto de la tarde a pasear por los corredores descubriendo la “magia” de este lugar?

||Privado|| ¡Transformada, enamorada, alguien completamente fabulosa! ||

  Había pasado un día desde su repentina transformación, y ser mujer se estaba convirtiendo en algo completamente genial, era una experiencia de lo más enriquecedora, descubrió muchas cosas sobre su nuevo cuerpo que siendo hombre ignoraba y se hizo mucho mas consciente de lo delicadas y sensibles que eran las chicas, por otro lado su don se agudizó mucho más y tuvo visiones mucho más claras, era impresionante.

 En el pasado siempre había sido alguien sumamente cuidadoso y detallista en especial con su físico y ahora que era chica tenía la excusa perfecta para serlo aún más, y es que, era preciosa, se parecía a su hermana y a su madre, pensaba que si Jade se vería así en el futuro debía protegerla a sol y a sombra de los posibles y seguros pretendientes que tendría, como hombre siempre se pareció más a la familia de su padre, pero ahora que era rubia de ojos azules, alta, esbelta y carismática se sentía mucho mejor, era el cambio perfecto en el momento perfecto ignorando el susto inicial. Se sentía entusiasmada, como si se hubiera conectado con la parte femenina de su ser, aunque no podía dejar de pensar en Maddi poco a poco se despertaba mucho más su interés por los chicos del castillo, eran lindos, y se le quedaban mirando al paso por lo revelador de su “traje de baño”.

 No le importaban las miradas, por el contrario, siempre le gusto llamar la atención, y ahora, mientras andaba semidesnuda por los corredores se sentía más libre que nunca. Su destino, el lago le aguardaba, el agua estaba helada, pero resultaba refrescante y deliciosa para alguien que estaba acostumbrado al frió invernal de Rumania. Nadar lo hacía sentir tan relajado que se olvido por completo de sus problemas y preocupaciones y pudo pensar con claridad, había besado a Elysian que estaba transformada en chico, y había sido fascinante, como si hubiera algo muy especial entre ambos pero sabía que debía alejarse de ella, aunque ahora que nadie le reconocía era perfecto que pudieran volver a verse, es lo que más deseaba, pero por sobre todo eso necesitaba al menos poder charlar con Maddie sobre sus sentimientos, quizás confesándolo podría aliviar un poco la carga de su alma.

 Iría a buscarla, pensaba mientras se preparaba para salir del agua, ahí fue cuando la miro y no pudo evitar que su corazón se acelerara, con una amplia sonrisa la llamó emocionada:

 -Hey! Hola!-con expresivos gestos de su mano le indico que se acercará – Maddie!- ahí estaba, era momento de hacer todo lo posible por que se quedarán juntas, podía aprovechar el hecho de que ahora no era “Reggan” si no… Lilith. 

#LetsMeet

#LetsMeet

PREFACIO:

“Detrás de todas las cosas exquisitas hay algo trágico”

Soy un joven Aristócrata. Un caballero de actitud refinada con costumbres antiguas pero con la mente abierta de la era contemporánea.

Me apasiona el arte, soy amante del placer –no solo físico, eh vivido en el pecado por tanto tiempo que ya no me llama el deseo carnal, más que nada lo busco en lo intelectual, espiritual y emocional- y el poder. De modales impecables y aspecto angelical, nadie sospecharía que alguien como yo guarda obscuros secretos que a cada instante condenan su alma a un tormento perpetuo en el más profundo de los abismos. Soy encantador, lo sé, puedo ser la mejor de las compañías o la peor de tus pesadillas, todo depende de ti y de cuán bien sepas comportarte, conoce tu lugar para no tener que recordártelo.

No temo hacer lo necesario para obtener lo que quiero, y siempre lo hago. Sínico, hipócrita… claro que sí, nunca me han llamado así pero cada quien sabe lo que es, las personas suelen amarme o mejor dicho, a lo que aparento ser. Eh hecho lo necesario para sobrevivir, y cuando lo conseguí comencé a vivir mi manera. No, no me atemoriza el futuro, por el contrario, nací con la “virtud” de poder mirar hacia él, yo lo llamo de otra manera “maldición” una maldición que no me permite esperar lo inesperado, yo no creo en las coincidencias, pero sé mejor que nadie que todo pasa por una razón, quizás por ello manipulo todo y a todos a mi antojo pero tranquilos se apreciar a aquellos que son leales sin buscar nada a cambio pero tampoco es que pueda confiar en alguien a la ligera, soy calculador y metódico, el lado más conveniente siempre será el mío y si no estás ahí estas en mi contra ¿Crees salir bien librado de ello? Toma tus precauciones y aléjate de mí o ven conmigo y entrégate a la obscuridad de una vida llena de placeres que ni en tus sueños más horridos pudiste haber conocido.

Reggan B. Stoker. Es un placer conocerlos.

Off: Lamento haber tardado tanto en publicar mi presentación que debió estar casi desde mi llegada pero tuve algunos problemas. Sin mas contratiempos, es un honor estar en Slytherin y poder formar parte de la mejor casa de Hogwarts.

Solo un diente de león era lo que daba vida a la obscura y solitaria habitación en la que reinaba el silencio y la promesa de un futuro incierto. Reggan había tenido muchas visiones sobre Catherine anteriormente, había visto sus logros, sus problemas y momentos relevantes en su vida mucho antes de que ella imaginará que sucederían. Su “don” le permitía ser mas susceptible a los sentimientos de los demás y por lo tanto tener una sensibilidad mayor a la hora de tratarlos, lástima que su personalidad fuera tan egocéntrica y arrogante que esto nublaba su capacidad de pensar mas allá que en si mismo, eran pocas las personas realmente interesantes en su vida y aun mas pocas las que le importaban de verdad. Gracias a ello vivía recluido en si mismo aparentando no estarlo.

 Sostenía la pequeña flor que había recogido en los días anteriores en los jardines que se mecía suavemente entre sus dedos y permanecía tan viva como el día en que fue arrancada del lugar que la mantuvo durante tanto tiempo, era muy extraño. Su visión de la vida se nublaba por su constante pensar de la muerte. Y ahora estaba aquí, en la sala común preguntándose qué sería del mañana.

 Los días se volvían tediosos y aburridos, sin clases y sin ninguna de sus constantes actividades de diversión solo podía encontrar consuelo en dar paseos largos afuera y explorar el castillo, su lugar favorito era la biblioteca, había aprendido muchísimo sobre Hogwarts en las últimas semanas pero ahora, ahora solo quería regresar a su hogar. Salió de las mazmorras sin un rumbo fijo, solo quería caminar y perderse y no conocer el camino de vuelta, nunca regresar.

 Su mirada permanecía fija en el suelo sin poner atención particular a nada o a nadie, los corredores solitarios a su paso eran presa de susurros por parte de los cuadros que le saludaban formalmente pero él no respondía, pasando de largo.

 Hoy era un día típico en el que no pasaría nada interesante hasta que de pronto sintió un suave contacto seguido de un empujón que lo hizo trastabillar hacía atrás, alzó la mirada viendo a una jovencita que estaba de espaldas hacía él y que grito en el momento en que las escaleras comenzaron a moverse, estaba demasiado cerca y solo la sujeto de los hombros para evitar que lo empujara de nuevo y evitar que se callera en su temor por el movimiento que pronto se detuvo, ahí le quedo más que claro que era una nueva estudiante.

 Una vez estables en un punto fijo retrocedió apartándose un poco- Una disculpa, no estaba prestando atención – Hizo una leve reverencia disculpándose con una mirada inexpresiva.

Re:

¿Cómo explicar esa sensación de despertar mucho antes del amanecer? Algunos dirían que es frustración o incluso alivio por las horas de sueño que aún quedan por delante. Pero para Reggan era una nueva rutina, no sabía por qué, siempre durmió muy bien pero desde su llegada a Hogwarts el sueño solía irse a la mitad de la noche y no por voluntad propia como sus desvelos en casa, si no como un mecanismo fisiológico que sin razón aparente comenzó a manifestarse y que lo hacía sentir curiosidad por descubrir a que se debía ¿Estaba estresado, preocupado o inquieto de alguna manera? Su primera respuesta habría sido decir: No. Pero pensándolo un poco mejor, lo estaba, por Ely, por su hermana, por lo que ocurría en casa estando tan lejos. Nunca se sintió tan abrumado teniendo que aparentar estar bien y tranquilo para asistir a clases y demás actividades escolares, además, no había matado a nadie en tres semanas, estaba hecho un lío, y su viaje de placer con las Asiáticas no pudo compensar ese deseo de sangre. Salió de la cama y se quedo contemplando a su compañero que dormitaba en la cama de al lado, aun no podía creer que le asignaran un compañero en una habitación tan pequeña que no era ni la décima parte de su dormitorio en el castillo Vlad, además ni siquiera habían hablado y salvo a la hora de dormir no se habían visto fuera de la habitación. Decidió no darle más vueltas al asunto y salió de ahí, enfundado en un abrigo largo de piel en un tono gris pálido, que resaltaba aun mas sus ojos. Avanzo con cautela por los corredores, nadie, absolutamente desiertos, era tan sencillo salir, se preguntaba que estarían haciendo los prefectos en estos momentos, patrullando la escuela no. Salió al jardín donde una suave brisa lo despeino con gracia, se preguntaba si era el momento de cambiar su estilo por uno más actualizado, en esta escuela nadie sabía vestir con clase y estaba seguro de que miraban su estética de manera anticuada, no sabían apreciar algo así, no tenía sentido. Toda su vida llevo el cabello largo como hasta el momento pero ¿Qué tal más corto? Mientras pensaba en todo aquello deslizo un cigarrillo entre sus labios y con un chasquido de sus dedos lo encendió, caminando en medio del paisaje nocturno con algo más en mente, todo esto le parecía bastante familia y no sabía explicarlo, paso a paso era como si viviera una historia que ya conocía, una que lo llevo hasta donde crecían los rosales e inesperadamente una imagen vino a su mente, el lugar estaba rodeado por arbustos, comenzó a recorrerlo como caminando en círculos intentando descifrar que era: - Oh! tuve un maldito dejá vu- Era una constante en su vida a la que no estaba acostumbrado pero siempre se llevaba nuevas sorpresas, en esta ocasión se adelanto haciendo creer que se había ido de ahí, pero en realidad solo se desvió un poco y asomándose entre las hojas observó al chico que estaba escondido ¿Se ocultaba de alguien más? Quizás era tímido. -Es una bella noche ¿No lo cree?- Susurro con una sonrisa divertida, quería ver su reacción ya que consideraba que eso era lo mas interesante de una persona, mas de un desconocido al que ya había predicho que conocería.

En realidad esperaba una reacción completamente distinta a la que tuvo cuando se le acerco, esperaba que lo rechazara, pero no fue así. La mano sobre su pecho era cálida,, contrastando con su piel, era reconfortante. La miraba con admiración, aun a pesar de todo lo cometido ella era tan noble al concederle la oportunidad de poder estar juntos de nuevo. No se la merecía, definitivamente. Su otra mano se deslizo por su mejilla acariciándola con ternura al escuchar el breve poema que recito con su melodiosa voz, que le dolía y al mismo tiempo lo hacía emocionarse.

 Luego vino aquel abrazo que lo hizo desarmarse, la rodeo por la cintura sintiendo el calor de su piel.- Te amo…- susurro quedando fascinado por su sutil amenaza, en caso de que volviera a comportarse como un idiota.- Ely… nunca fue mi intención dejarte y nunca lo haré, eres todo para mí y yo solo quiero estar contigo y hacerte muy feliz.

 Estaba a punto de besarla cuando esta se desplomo sobre la cama, la observo y se horrorizo al verla temblar de aquella manera ¿Qué le pasaba? ¿Podía arreglarla con magia? Su primera idea fue que tenía frío, el era experto en ver el sufrir de los demás, no en ayudar, se acostó a su lado, abrazándola y cubriéndose a ambos con las sabanas.

 -Tranquila… estoy aquí…-

Plantas, nunca había sido fan de ello, en casa no tenían jardines, solo un inmenso bosque que rodeaba todo el castillo condenado a un invierno perpetuo, literalmente, las únicas veces que podía apreciar un clima diferente era cuando su tio lo mandaba a hacer algún trabajo fuera o en sus reuniones en Rumania. Le  gustaba, estaba acostumbrado al frio, por eso aun no se acostumbraba al clima de Londres. La clase de herbología sonaba interesante ya que no solo eran “plantas” comunes y corrientes, tendrían cualidades muy distintas a eso. De la misma manera, en casa había un invernadero pero no tenía permitido entrar ya que las plantas que ahí se cultivaban eran “letales” para la protección del lugar, había tantas locuras puestas para que fuera seguro que la verdadera amenaza se encontraba dentro del castillo. Como fuera, llego con tiempo perfecto al invernadero donde la clase con la profesora… Camila- repitió leyéndolo directo del trozo de pergamino que llevaba a mano, gracias a los datos que los cuadros le dieron. Solo para encontrar un anuncio –a los que ya se había acostumbrado entre tareas, profesores que no daban sus clases y ahora, profesores que cambiaban la clase de lugar, era una locura- Se apresuro por que ahora estaba retrasado y eso no era elegante ¡! ¿En cuál de los jardines? ¡!

 Por lo menos para cuando los encontró aun no daba comienzo, el resto de los asistentes llegaron de la misma manera, corriendo y apresurados.

 Sentados en el pasto Reggan intentaba encontrar una posición en la cual sentirse cómodo y alejado en lo más posible de los demás hasta que notó que cierta jovencita estaba ahí. Ely, se acerco a ella quedándose tranquilo a su lado con una amplia sonrisa de pronto cambiando todo el panorama, hasta el entusiasmo de la profesora le pareció encantador y se preguntaba si la niña a su lado sería su hija, era muy joven, que trágico.

 Su vista paseaba por el jardín y luego se posaba en su ángel y luego nuevamente buscando plantas mágicas “No letales” imaginaba él, aunque herbología no era su fuerte dejo pasar la respuesta ya que el resto de los alumnos respondieron inmediatamente. Se preguntaba ¿Qué clase de practica llevarían a cabo?

||Privado|| ¿Es este un nuevo comienzo o el final absoluto de todo? Te amo || Reggan y Elysian || 13/12/2016 || Jardines del Castillo ||

Un labio roto se arregló en segundos, y le quedaba la grata sensación del reencuentro que tuvo con su hermana que había sido apropiado para la situación, algo dramático con un final favorecedor, al menos para ellos, ya que la historia de Reggan aún no terminaba, no en París, si no en Londres sería su acto final de una comedia, una tragedia o una historia de romance sin precedentes. Lo que fuera solo quería que Ely estuviera bien, se había mantenido alejado de ella pero notaba el cambió, volvió a ser tan retraída, como si la poca confianza que había logrado conseguir se hubiera esfumado del todo cuando le rompió el corazón, se odiaba aún más por ello.

La suave llovizna se convirtió en tormenta en su caminata al castillo, la lluvia lo empapo en pocos segundos, pero resultaba algo relajante, liberador, y por segunda vez las lágrimas se hicieron presentes mezclándose con las gotas de agua que escurrían por sus mejillas, no importaba el hecho de que costoso traje se arruinara o que su cabello perfectamente arreglado ahora fuera cosa del pasado, simplemente lloraba disfrutando la liberadora sensación de estar poniendo en orden las cosas importantes en su vida. Primero su hermana, ahora Elysian. Solo necesitaba desahogarse, sacar todo el pesar con el que había cargado desde hacía tanto.

El inconfundible aroma de las rosas del castillo le hizo notar que había llegado hasta los jardines principales, estaba completamente desierto, los estudiantes habían ido a refugiarse de la tormenta en sus salas comunes o el gran comedor y él agradecía la paz, el silencio absoluto únicamente irrumpido por el paso de la lluvia, se quedó ahí, inmóvil, con la mirada puesta en el césped y los pequeños charcos que comenzaban a formarse. Nunca espero encontrarse con el destino en aquel lugar, con la señal que rompería el pasado y los haría encaminarse hacia un nuevo futuro juntos.

*

Ausente, esa era la palabra que podía describir lo que hacía Elysian desde aquella tarde en que sus sentimientos se bloquearon y Stephen tomó control de su cuerpo. –– "Ely, mi niña... reacciona..." La dulce voz de su madre le acariciaba los cabellos mientras trataba de consolar a su pequeña niña pero sin embargo Elysian no quería volver nunca mas al mundo real. –– "¿Ely, ese es Reggan?" Stephen le permitió ver la figura empepada del Slytherin y entonces una mezcla extra de sentimientos le hicieron tomar control de su cuerpo de nuevo. Stephen se quedó a un lado mirando como ella se encargaba de la situación y su madre pedía a los dioses de la naturaleza que absorbieran toda aquella magia. Sus pies echaron a correr por el jardín para alcanzarlo y en segundo estaba mojada completamente. Se detuvo a escasos centímetros de el y con la mirada seria y fija en la perfecta cara del mayor pronunció lo que debía haber dicho aquella tarde en el lago. –– ¡CRUCIO! Su mano de inmediato lanzó atreves de su varita aquel hechizo que haba usado muchas veces y el cual se había convertido en su favorito. Se negó a abrazarlo, besarlo o llorar por su ausencia pero tenía que sacar aquel odio que tenía por dejarla. –– ¡TE ODIO! ¿Por qué me hiciste confiar en ti? ¿Por qué me juraste tantas cosas que no cumpliste? ¡¡DIME!! ¡¡RESPONDE!! Estaba gritando, por primera vez en su vida estaba enojada y su delicada voz estaba subiendo de volumen hasta que sus mejillas se hicieron rojas y su voz se desgarró. Su varita mantenía el maleficio sobre su compañero y primer amor, no aflojaría hasta que tuviera sus respuestas. –– ¡¡DIME!!

*

No se percató de los pasos que con prisa corrían hacía él, fue hasta que vio los pequeños y delicados pies que alzo la mirada, encontrándose con la mirada furiosa de Ely, lucía hermosa, estaba empapada y su pálida piel seguramente estaría más fría que nada. Su cara se transformó lentamente en una expresión de asombro al verla, como si todo transcurriera en cámara lenta, lanzarle aquel malefició que lo hizo caer al suelo doblándose de dolor, un grito inicial lo hizo recordar que no debía hacerlo, así que apretó los dientes para evitar arrancarse la lengua de una mordida, no era la primera vez que le lanzaban un crucio, pero la última fue hace mucho, y lo agarro desprevenido, con la guardia baja, en un momento íntimo y personal, y justo así se sentía el ataque, personal. Pero si había algo que dolía más que esa tortura eran sus palabras que eran tan ciertas, y que ella estuvo callando por tanto tiempo. -Uhm!! AH!!-No podía hablar, pero sí que se lo merecía.- Para y… te lo… explicaré todo!- La miraba suplicante, no por el dolor si no porque ambos tenían derecho a una explicación. Su cuerpo se tensaba con fuerza, su cabeza golpeaba contra el césped con brusquedad, comenzaba a sentirse mareado.

*

No quería detenerse, no quería dejarlo salvarse de la furia de aquel corazón que había confiado en el y ahora no quedaba nada de el. No quería dejarlo, no quería perderlo, quería tenerlo siempre a su lado. –– ¡¡AH!! Gritó molesta y bajó su varita y furiosa lanzo un Crucio al cielo solo para liberar su energía acumulada. No podía dejar de temblar, no era el frío lo que lo provocaba si no el coraje de saber que el había pasado los días como si nada y ella no podía volver a vivir pues no había nada en su vida. –– ¡¡Explícame!! ¡DIME POR QUÉ? ¿Por qué jugar conmigo? ¿Qué te hice yo para que jugaras de esa forma... ¡¡DIME!! Sus manos subieron a sus mejillas para quitar sus lagrimas que mezcladas con la lluvia y le miró mientras se despegaba los mechones de cabello que se le pegaban al cuello. -¡¡HABLA!!

*

-¡Ah joder, olvide cuanto dolía eso!- Exclamo el mayor con la respiración agitada presa del dolor muscular que ahora resentía su cuerpo, por todo el esfuerzo en frió que acababa de sufrir, si bien el dolor era algo mental, los espasmos en su cuerpo no, se sentía como si hubiera pasado por un arduo entrenamiento después de no hacer nada durante mucho tiempo, duro unos segundos en el suelo hasta que se levanto lentamente observando a la menor con semblante sombrío que lloraba, no estaba alerta, seguía con la guardia baja porque ella tenía todo el derecho hasta de matarlo si quisiera. No trato de acercarse más a ella, ni un pasó. -Yo…- ahora las palabras que ya habían estado tan claras en su mente eran confusas, dolía el hecho de haber callado tanto lo que sentía, hasta el grado de hacerla sentir de aquella manera. Era un cobarde por no hablar con la verdad, y las palabras de su hermana eran ciertas, era patético. Estaba molesto consigo mismo.- En el pasado siempre fui muy descuidado, no me importaban los medios por los que pudiera sobresalir, aun si eso implicaba lastimar a muchas personas, y así lo hice, utilice a muchas mujeres, de maneras inimaginables… Pero tu… a ti jamás te utilice… nunca podría haber jugado contigo, todo lo que te dije fue real, y por eso fue que decidí alejarme de ti, para poder protegerte de mí mismo… lo correcto habría sido decirte de frente, que mi maldita familia odia a los mestizos, y aunque a mi jamás me importo eso entre nosotros, ellos no lo podían pasar por alto, saben quién eres, te conocen… nos vieron juntos, me aterro el pensar que pudieran hacerte daño y mis medidas fueron más drásticas de lo que creí. No hubo un solo día en que no quisiera correr a pedirte perdón y contártelo todo, pero sé que nunca podré librarme de ellos, ya no quiero lo mismo que quería antes de conocerte, todo cambió gracias a ti, por eso no puedo soportar verte con alguien tan despreciable como yo… Pero lo cierto es, que aun sabiendo eso yo no eh dejado de amarte ni un solo momento, no eh dejado de pensar en ti a cada instante y siempre que puedo mirarte desde lejos eres lo único que mantiene el sentido de mi vida. Lamento mucho todo lo que dije el último día que nos encontramos, cuando me dijiste…- Un sollozo se le escapo de los labios al punto de las lagrimas- Cuando me dijiste que me amabas, no sabes cuánto me dolió escuchar eso porque mi deber era romperte el corazón, pero en el interior me hizo tan feliz que mis sentimientos fueran correspondidos a ese punto, pero a la vez me destrozo, lamento que llegarás a sentirte así por mi culpa… fui un cobarde, y te hice daño, eso es algo que nunca voy a perdonarme y tampoco espero que tu lo hagas.- Por primera vez en su vida adoptaba una posición genuina de arrepentimiento, lo sentía profundamente.

*

A cada palabra que de los labios de Reggan escapaba era una daga mas que sepultaba su personalidad, sus ilusiones, su amor. Lo amaba, no había duda de eso sin embargo no lo perdonaría por aquello que le hizo pues lo mínimo que quería era que luchara por el amor del cual hablaba con tanta fascinación. –– ¡Te odio! De nuevo comenzó a hablar con voz alta mientras se acercaba al contrario y le estrellaba los puños en el pecho, golpe a golpe dejaba atrás el dolor que sentía por su ausencia. No tenía fuerza, no tenía mucha furia en sus brazos porque Reggan le había dejado sin vida al marcharse. –– Me abandonase... no sabes como te necesité... mi corazón confió en ti y lo engañaste... me enamoré de ti.... ¡AH! ¡TE ODIO!... Reggan.... ¿Por qué? Por cada palabra sus puños chocaban en sus prendas mojadas deseando que aquella imagen nunca se fuera, pues aunque estaban peleando era el momento mas feliz. Reggan siempre desde que se conocieron le hizo inmensamente feliz y esta ocasión no era la excepción. –– ... Me hiciste mucha falta ... Su voz poco a poco se hacía débil, no había dormido en días, no había comido por días, estaba tan débil que su vista se nubló haciendo que sus piernas fallaran y su pequeño cuerpo lentamente se desplomara sobre el suelo. "¿Cuanto tiempo has estado así?" pensó su madre al ver lo debil que su hija estaba y lo descuidada que había sido con su propio cuerpo. –– ... Te amo...

Pociones: 𝔅𝔢𝔟𝔢𝔯 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔡𝔢𝔰𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔞𝔠𝔦𝔬𝔫:

“Hasta el más valiente de entre nosotros se teme a sí mismo”

Yo siempre eh sido directo a la hora de decir las cosas, también me caracterizo por siempre enaltecerme en mis historias, al momento de contar mis experiencias, siempre siendo un héroe o en mi caso el villano principal. Aquel que sin temor o culpa puede cometer los actos más cuestionables y salirse con la suya o no tener consciencias que no sean gratas o geniales. Pues este no es el caso, ya que la pócima de la desesperación fue un conjunto de todas esas cosas que no cuento de mi, por que quiera admitirlo o no aun tengo un lado humano que me condena constantemente, que no me permite ser completamente inmune a los sentimientos que nos caracterizan. Y precisamente eso fue lo que me hizo reflexionar esta practica, las experiencias que me llevaron a ser la persona que soy ahora. El tiempo en que yo era un niño inocente, con sueños, esperanzas y propósitos que se encaminaban a  la plenitud emocional y espiritual, a vivir una vida, si bien no ideal pero una que me llenaría casi por completo. Fui educado para seguir las normas y tradiciones de una familia conservadora de clase alta, una familia de magos de una linea pura de sangre, y me parecía genial, siempre eh admirado sus ideales y lo que hacían, propósitos como los nuestros siempre han sido cuestionados por su moralidad pero causan el mismo impacto hasta en el más abnegado. No era que fuera conformista, solo me gusto la vida que fue elegida para mi. 

¿Cuando fue que eso cambió? Beber de la desesperación me recordó ese momento.

Nadie creería que alguien como yo ah hecho todo lo que yo eh hecho, es algo que me lleva a detestar aun más a las personas.  Que te juzgan por lo superficial  y no se atreven a ver mas allá de una apariencia de joven refinado e inocente, no se si para bien o mal siempre supe como aprovechar esa estúpida fijación por las apariencias. Siempre tan sensible y carismático. ¿El corazón de un poeta en tiempos modernos? No, un poeta tiene sentimientos, yo utilizo la poesía para intentar demostrar que los tengo. Primero que nada debo aclarar que no esperaba que la pócima me llevara de vuelta hasta mi niñez, creí que me llevaría a la primera vez que maté a alguien por placer, o a cuando cada una de mis venganzas egoístas y personales se materializaron sin importarme cuantas familias o vidas destroce en el proceso, esos actos crueles y sin sentido de la humanidad que cumplen con su propósito de serlo, por ello cuando estuve ahí fue uno de esos momentos que conllevan a una mayor reflexión. El decir ¿Por que esto es más fuerte o significativo que lo otro? Por que el hecho de ver a mi padre golpeando a mi madre por primera vez fue más relevante en mi vida que el hecho de torturar a tantos mestizos por el hecho de no ser puros, sin siquiera importar sus vidas, si eran personas buenas o no. He aprendido a amar los secretos. Parecen ser lo único capaz de prestarle cierto misterio o fantasía a la vida moderna. Lo más banal resulta delicioso con sólo esconderlo. Y para mi se volvió como un credo, nunca oculte el apellido de mi familia, pues ya tiene una reputación formada pero tampoco hable o conté algo más de lo que todos sabían, para mantenerme como algo peligroso pero atrayente. Todos esos actos ruines tienen un encanto prohibido si no son revelados.Hoy en día, la gente tiene miedo de sí misma. Han olvidado su principal deber, el deber que uno tiene consigo mismo. Naturalmente, son caritativos. Dan de comer al hambriento y de vestir al mendigo. Pero privan de alimento a su propia alma y están desnudos. Se pierden a si mismos por llevar acabo una serie de actos que le dan una paz falsa a sus consciencias. Creyéndose capaces de juzgar de inmorales aquellos actos que nunca se atrevieron a realizar por temor a lo mismo, a ser juzgados: La única forma de librarse de una tentación es ceder ante ella. De resistirse, el alma enfermará anhelando aquellas cosas que se ha prohibido, deseando lo que sus monstruosas leyes han convertido en terrible e ilícito. Los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en la mente. Y es también en la mente, sólo en la mente, donde se cometen los grandes pecados.  Yo decidí llevar a cabo todas esas ideas y me condené a vivir en un abismo de depravación. El pecado es el único elemento de color que le queda a la vida moderna. Debe estarse preguntando por que le eh contado todo esto, haciendo de este un ensayo demasiado largo solo para dar una explicación sobre los efectos de una pócima, bueno, yo me veo obligado a decir que dicho brebaje me puso a pensar en todo esto, y fue una experiencia aterradora, increíble y devastadora, me recordó el por que me volví como me volví, me recordó que todos los monstruos también son humanos, y que detrás de lo exquisito de este mundo siempre se oculta una tragedia. Los fantasmas de mi pasado regresaron, tan vivos y reales que volví a ser el temeroso niño de ocho años que se vio obligado a crecer sin sus padres en una jerarquía en la que sus superiores lo usaron de peón hasta que se revelo para ser el próximo rey. Hay venenos tan sutiles que para conocer sus propiedades es preciso enfermar por su causa. Hay males tan extraños que es necesario pasar por ellos para comprender su naturaleza. Y sin embargo, ¡qué gran recompensa se recibe a cambio! ¡Qué maravilloso lugar se vuelve el mundo! Conocer la extraña y dura lógica de la pasión y la rica vida emocional del intelecto, observar dónde coinciden y se separan, cuándo están en armonía y cuándo en discordia... ¡Es una delicia! ¿Qué importa cuál sea el precio? Nunca se paga un precio lo bastante alto a cambio de una sensación. Y por eso estoy agradecido, fue difícil, pero muchas de las cosas que valen la pena en la vida lo son, son duras, te desgarran el alma quedándose con una  pequeña parte de ti pero lo valen. Nada nunca me hizo sentir tan vivo como la desesperación a flor de piel, sentimientos auténticos producto de una poción creada para la magia tenebrosa, para dañar y producir dolor, fascinante en verdad. 

“Nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y el pecado que un día cometimos con pesadumbre de nuevo lo cometeremos muchas otras veces, y con alegría”

 ||Reggan B. Stoker || Slytherin ||


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-Ahm…- No había pensado en que le diría una vez que se acercará, ser chica lo volvía impulsivo pero se saco una historia creíble.- Soy… Lilith!- El nombre de su madre se le vino a la cabeza- Y… soy nueva, bueno, llegue hace unas semanas, te eh visto en clases aunque quizás tu a mi no porque no soy tan participativa en clases- bajo la mirada aparentando estar apenada- Pero creo que es momento de dejar eso de lado y hacer amigos y tú me llamaste mucho la atención ¿Te gustaría salir conmigo hoy?  Podemos hacer muchas cosas divertidas ¡Una tarde de chicas!- Dijo emocionada saltando.

 - ¡Ahm espera! ¡Iré a vestirme y vuelvo corriendo! – Salió corriendo del agua en caminó al castillo, fue tan rápida como pudo, gracias a sus influencias tenía ropa de mujer que le sentaba perfectamente, benditas sus damas de compañía que no entendían porque quería eso pero no pidieron más explicaciones. Una vez lista regreso toda velocidad hasta el lago, tanto como los tacones altos le permitían.

 -¡Lista! Entonces ¿A dónde te gustaría ir? ¿A Hogsmeade, a Londres, de compras, por un café, al cine, al teatro, a un concierto, a la luna?- dijo con una sonrisa encantadora presa del amor que sentía por la menor.-

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RPG: I´m Reggan

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